Por lo visto, la fibra óptica no murió con el siglo XX

Muchos creían que la fibra óptica ya no funcionaba como inversión. Pero, en los últimos tiempos, resurge merced a infraestructuras de Internet, fomentada por la demanda de servicios multimedios, video en línea, juegos y publicidad.

13 febrero, 2007

Este renacimiento de interés, señala “Barron’s”, se nota en el segmento de ofertas públicas iniciales (OPA) en el mercado accionario. Esta misma semana, crecen las expectativas en torno de Opnext (Nasdaq), una fabricante de módulos de fibra óptica creada por Hitachi en 2000.

En una operación avalada por Goldman Sachs, Opnext ofrece 16.900.000 acciones a alrededor de US$ 14 cada una, de las cuales casi 40% las venden Hitachi misma -que escindió Opnext ya en 2001- y Clarity Partners, un fondo inversor californiano. En octubre debutaba Optium, una casi homónima. Al ingresar en bolsa, esta firma valía US$ 17,50 por acción y terminó el año en 24,95%, o sea con un aumento de 43% (ahora oscila en torno de US$ 23).

Naturalmente, los atractivos de Opnext son dos: Hitachi (tiene 47% del paquete) y el director ejecutivo, Henry Bosco. Éste trabajó 35 años en redes de láser óptico, casi siempre en Bell Labs, antes de ingresar a Hitachi. A diferencia de otros competidores, que compran y reempaquetan componentes, Opnext produce los suyos, para lo cual Hitachi le ha transferido 670 patentes.

Estrechos nexos con vendedores de sistemas para telecomunicaciones, como Cisco Systems y Alcatel Lucent, le permitirán a Opnext afrontar la próxima ola de “innovaciones rupturistas”. Esas empresas están creando redes ópticas diseñadas para velocidades de diez gigabytes por segundo (gb/s) y, en algunos casos, hasta cuarenta (una especialidad de Opnext).

LightCounting, una investigadora de mercados, pronostica que la demanda de módulos de diez gb/s subirá de US$ 189 millones anuales en 2006 a 569 millones en 2009: una alza compuesta de 44% anual. En igual lapso, la demanda por módulos de telecomunicaciones de igual tipo irá de US$ 357 millones a 666 millones.

Paradójicamente, la conexión japonesa puede ser un gran riesgo para Opnext. ¿Hasta dónde Hitachi la dejará crecer como firma independiente? La empresa madre retiene el derecho de licenciar procesos patentado a competidores y, hasta seis meses después de la OPA. Ella y Clarity pueden vender en conjunto hasta un máximo de 45 millones de acciones remanentes.

Este renacimiento de interés, señala “Barron’s”, se nota en el segmento de ofertas públicas iniciales (OPA) en el mercado accionario. Esta misma semana, crecen las expectativas en torno de Opnext (Nasdaq), una fabricante de módulos de fibra óptica creada por Hitachi en 2000.

En una operación avalada por Goldman Sachs, Opnext ofrece 16.900.000 acciones a alrededor de US$ 14 cada una, de las cuales casi 40% las venden Hitachi misma -que escindió Opnext ya en 2001- y Clarity Partners, un fondo inversor californiano. En octubre debutaba Optium, una casi homónima. Al ingresar en bolsa, esta firma valía US$ 17,50 por acción y terminó el año en 24,95%, o sea con un aumento de 43% (ahora oscila en torno de US$ 23).

Naturalmente, los atractivos de Opnext son dos: Hitachi (tiene 47% del paquete) y el director ejecutivo, Henry Bosco. Éste trabajó 35 años en redes de láser óptico, casi siempre en Bell Labs, antes de ingresar a Hitachi. A diferencia de otros competidores, que compran y reempaquetan componentes, Opnext produce los suyos, para lo cual Hitachi le ha transferido 670 patentes.

Estrechos nexos con vendedores de sistemas para telecomunicaciones, como Cisco Systems y Alcatel Lucent, le permitirán a Opnext afrontar la próxima ola de “innovaciones rupturistas”. Esas empresas están creando redes ópticas diseñadas para velocidades de diez gigabytes por segundo (gb/s) y, en algunos casos, hasta cuarenta (una especialidad de Opnext).

LightCounting, una investigadora de mercados, pronostica que la demanda de módulos de diez gb/s subirá de US$ 189 millones anuales en 2006 a 569 millones en 2009: una alza compuesta de 44% anual. En igual lapso, la demanda por módulos de telecomunicaciones de igual tipo irá de US$ 357 millones a 666 millones.

Paradójicamente, la conexión japonesa puede ser un gran riesgo para Opnext. ¿Hasta dónde Hitachi la dejará crecer como firma independiente? La empresa madre retiene el derecho de licenciar procesos patentado a competidores y, hasta seis meses después de la OPA. Ella y Clarity pueden vender en conjunto hasta un máximo de 45 millones de acciones remanentes.

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