Oracle: la nueva versión de un software genera dudas

Exactamente mientras se presenta la “versión 11g”, primera novedad de la firma en cuatro años, algunos grandes usuarios potenciales prefieren esperar y ver qué sucede. Por ejemplo, Monsanto se tomará dos o tres años.

11 julio, 2007

El sistema 11g debiera reemplazar al 10g, que data de 2003, para gestionar bases institucionales de datos. Normalmente, una compañía voluminosa precisa varios meses para pasar de una versión a otra. Pero la decisión de Mark Showers (director de tecnología informática en el conglomerado agroquímico) sorprendió inclusive a la consultoría Gartner Group, por lo común admiradora de Oracle y Lawrence Ellison.

Monsanto es un usuario de respetable tamaño, pues vende anualmente por US$ 7.300 millones y tiene unos 17.500 empleados. Por otra parte, la actitud de Showers coincide con las de varios ejecutivos de TI, al menos en Estados Unidos. Surge en este punto otro factor: desde hace un tiempo, este tipo de lanzamiento espectaculares suele sembrar dudas y compases de espera.

Así ha ocurrido con Windows Vista para empresas o Xbox 360 en un plano diferente. “No vemos innovaciones relevantes”, señaló el hombre de Monsanto, para enojo de Ellison. Probablemente, señalan varios analistas especializados, el fenómeno de fondo radique en la madurez de un mercado que empieza a ver las bases de datos como un insumo más.

En otras palabras, 11g no implica cambios como los del 10g, así como Windows Vista no llega a los de Windows 95 o 98. En el sentido opuesto, Gartner sostiene que 11g representa una evolución en materia de adquisición y empleo de estos softwares. No obstante, hay una diferencia entre esta década y la anterior: en los años 90, los grandes usuarios invertían mucho en programas nuevos para substituir archivos y sistemas desactualizados.

Más tarde, el colapso de la burbuja puntocom (2000/1) y el consiguiente enfriamiento económico en Estados Unidos redujeron la demanda de software, que recién rebota, pero hasta cierto punto. Muchas compañías y entidades financieras demoran en adherir a la moda marquetinera conocida como “inteligencia en negocios” (business intelligence).

A diferencia del mercado general para soltware empresario, liderado por SAP, Oracle tiene 47% del segmento bases de datos, o sea alrededor de US$ 15.000 millones en 2006. La siguen International Business Machines (21%), Microsoft (17,5%) y Teradata (3%).

El sistema 11g debiera reemplazar al 10g, que data de 2003, para gestionar bases institucionales de datos. Normalmente, una compañía voluminosa precisa varios meses para pasar de una versión a otra. Pero la decisión de Mark Showers (director de tecnología informática en el conglomerado agroquímico) sorprendió inclusive a la consultoría Gartner Group, por lo común admiradora de Oracle y Lawrence Ellison.

Monsanto es un usuario de respetable tamaño, pues vende anualmente por US$ 7.300 millones y tiene unos 17.500 empleados. Por otra parte, la actitud de Showers coincide con las de varios ejecutivos de TI, al menos en Estados Unidos. Surge en este punto otro factor: desde hace un tiempo, este tipo de lanzamiento espectaculares suele sembrar dudas y compases de espera.

Así ha ocurrido con Windows Vista para empresas o Xbox 360 en un plano diferente. “No vemos innovaciones relevantes”, señaló el hombre de Monsanto, para enojo de Ellison. Probablemente, señalan varios analistas especializados, el fenómeno de fondo radique en la madurez de un mercado que empieza a ver las bases de datos como un insumo más.

En otras palabras, 11g no implica cambios como los del 10g, así como Windows Vista no llega a los de Windows 95 o 98. En el sentido opuesto, Gartner sostiene que 11g representa una evolución en materia de adquisición y empleo de estos softwares. No obstante, hay una diferencia entre esta década y la anterior: en los años 90, los grandes usuarios invertían mucho en programas nuevos para substituir archivos y sistemas desactualizados.

Más tarde, el colapso de la burbuja puntocom (2000/1) y el consiguiente enfriamiento económico en Estados Unidos redujeron la demanda de software, que recién rebota, pero hasta cierto punto. Muchas compañías y entidades financieras demoran en adherir a la moda marquetinera conocida como “inteligencia en negocios” (business intelligence).

A diferencia del mercado general para soltware empresario, liderado por SAP, Oracle tiene 47% del segmento bases de datos, o sea alrededor de US$ 15.000 millones en 2006. La siguen International Business Machines (21%), Microsoft (17,5%) y Teradata (3%).

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