Microsoft contra intento de división

En la última intervención judicial, los abogados de la empresa pidieron la anulación del fallo que ordenó la separación en dos compañías menores.

7 diciembre, 2000

(EFE).- Microsoft aguantó como pudo el intento del Gobierno de Estados Unidos de dividir la empresa para disminuir el monopolio en los programas informáticos y espera ahora que su suerte cambie con el nuevo presidente.

En su última intervención ante los tribunales, los abogados de Microsoft negaron que la firma fuese un monopolio y pidió la anulación del fallo de otro tribunal que ordenó, en junio, la fractura de Microsoft.

El Gobierno tiene plazo hasta el 12 de enero para responder por escrito a la apelación de Microsoft, y el Tribunal de Apelaciones escuchará los argumentos legales en este caso en febrero, después de la toma de posesión del nuevo presidente de Estados Unidos.

La empresa de Bill Gates, uno de los hombres más ricos del mundo, fabrica el sistema operativo Windows, que se emplea en más de 90% de las computadoras en todo el mundo.

Windows y otros productos de Microsoft tienen una posición hegemónica en el mundo de las computadoras.

El Gobierno federal y los gobiernos de 19 estados iniciaron en 1999 un juicio contra Microsoft después de que otras firmas competidoras se quejaran de prácticas desleales que favorecían el uso de Windows en detrimento de programas ajenos a Microsoft.

El juez federal Thomas Phenfield Jackson dictaminó en junio que Microsoft había incurrido en prácticas comerciales que atentaban contra la competencia justa y dispuso que se dividiera la compañía en dos entidades independientes.

El juicio pasó entonces al Tribunal Supremo de Justicia, que podía haber liquidado el caso en pocas semanas pero prefirió devolverlo a un Tribunal de Apelaciones para que allí se discutan los detalles.

A finales de noviembre los abogados de Microsoft entregaron al Tribunal de Apelaciones 150 páginas de alegato en el cual afirmaron que lejos de violar las leyes contra monopolios, la conducta de Microsoft favorece la competencia y produce enormes ganancias para los consumidores.

El espíritu combativo de Gates ante el Tribunal de Apelaciones entusiasmó a Wall Street y las acciones de Microsoft, que habían caído de US$ 120 en diciembre de 1999 a US$ 50 dólares a mediados de noviembre de 2000, iniciaron una recuperación que las llevó por encima de los US$ 60.

(EFE).- Microsoft aguantó como pudo el intento del Gobierno de Estados Unidos de dividir la empresa para disminuir el monopolio en los programas informáticos y espera ahora que su suerte cambie con el nuevo presidente.

En su última intervención ante los tribunales, los abogados de Microsoft negaron que la firma fuese un monopolio y pidió la anulación del fallo de otro tribunal que ordenó, en junio, la fractura de Microsoft.

El Gobierno tiene plazo hasta el 12 de enero para responder por escrito a la apelación de Microsoft, y el Tribunal de Apelaciones escuchará los argumentos legales en este caso en febrero, después de la toma de posesión del nuevo presidente de Estados Unidos.

La empresa de Bill Gates, uno de los hombres más ricos del mundo, fabrica el sistema operativo Windows, que se emplea en más de 90% de las computadoras en todo el mundo.

Windows y otros productos de Microsoft tienen una posición hegemónica en el mundo de las computadoras.

El Gobierno federal y los gobiernos de 19 estados iniciaron en 1999 un juicio contra Microsoft después de que otras firmas competidoras se quejaran de prácticas desleales que favorecían el uso de Windows en detrimento de programas ajenos a Microsoft.

El juez federal Thomas Phenfield Jackson dictaminó en junio que Microsoft había incurrido en prácticas comerciales que atentaban contra la competencia justa y dispuso que se dividiera la compañía en dos entidades independientes.

El juicio pasó entonces al Tribunal Supremo de Justicia, que podía haber liquidado el caso en pocas semanas pero prefirió devolverlo a un Tribunal de Apelaciones para que allí se discutan los detalles.

A finales de noviembre los abogados de Microsoft entregaron al Tribunal de Apelaciones 150 páginas de alegato en el cual afirmaron que lejos de violar las leyes contra monopolios, la conducta de Microsoft favorece la competencia y produce enormes ganancias para los consumidores.

El espíritu combativo de Gates ante el Tribunal de Apelaciones entusiasmó a Wall Street y las acciones de Microsoft, que habían caído de US$ 120 en diciembre de 1999 a US$ 50 dólares a mediados de noviembre de 2000, iniciaron una recuperación que las llevó por encima de los US$ 60.

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