Lluvia ácida en Misiones

Un grupo investigadores detectó el primer caso de lluvia ácida en la zona de las cataratas. El fenómeno sería producto de la actividad humana y haría peligrar la economía de las papeleras en la región.

25 agosto, 2000

(EFE).- La provincia de Misiones, donde se encuentran las cataratas del Iguazú, es el único lugar del país donde se ha registrado el fenómeno de la lluvia ácida, dijo hoy (viernes 25) Horacio Corti, coordinador del proyecto educativo que realizó la investigación.

A través del proyecto La química, el hombre y su hábitat, en el que participaron 30 docentes y 70 alumnos de cuatro escuelas técnicas del país y de la Universidad de Buenos Aires, se midió el dióxido de azufre que había en el agua, aire y suelo de la ciudad de Puerto Rico, situada en el centro de Misiones, y sus alrededores.

Durante tres días se tomaron muestras de agua, de sedimentos y de suelos, se realizaron análisis químicos y se instalaron tubos pasivos para la detección de dióxido de azufre en el aire, dijo Corti.

Dado que en la región no hay fuentes naturales de dióxido de azufre, como podría ser un volcán o grandes centrales térmicas, las emisiones pueden atribuirse a la actividad humana, por ejemplo la fabricación de papel y pesticidas.

Es natural que en este lugar del país se haya producido lluvia ácida ya que en una zona donde hay tantas empresas papeleras el fenómeno es muy propenso, dijo el científico.

La lluvia ácida afecta a la vegetación del lugar, los acuíferos de poco caudal, sus sedimentos e indirectamente a los suelos alterando su potencial de fertilidad.

Según Corti, el fenómeno debería ser controlado por los organismos oficiales y por las empresas papeleras.

Si el problema persiste está en juego la economía de la zona ya que las papeleras están deteriorando su propio material de subsistencia, que son los bosques, aseguró.

(EFE).- La provincia de Misiones, donde se encuentran las cataratas del Iguazú, es el único lugar del país donde se ha registrado el fenómeno de la lluvia ácida, dijo hoy (viernes 25) Horacio Corti, coordinador del proyecto educativo que realizó la investigación.

A través del proyecto La química, el hombre y su hábitat, en el que participaron 30 docentes y 70 alumnos de cuatro escuelas técnicas del país y de la Universidad de Buenos Aires, se midió el dióxido de azufre que había en el agua, aire y suelo de la ciudad de Puerto Rico, situada en el centro de Misiones, y sus alrededores.

Durante tres días se tomaron muestras de agua, de sedimentos y de suelos, se realizaron análisis químicos y se instalaron tubos pasivos para la detección de dióxido de azufre en el aire, dijo Corti.

Dado que en la región no hay fuentes naturales de dióxido de azufre, como podría ser un volcán o grandes centrales térmicas, las emisiones pueden atribuirse a la actividad humana, por ejemplo la fabricación de papel y pesticidas.

Es natural que en este lugar del país se haya producido lluvia ácida ya que en una zona donde hay tantas empresas papeleras el fenómeno es muy propenso, dijo el científico.

La lluvia ácida afecta a la vegetación del lugar, los acuíferos de poco caudal, sus sedimentos e indirectamente a los suelos alterando su potencial de fertilidad.

Según Corti, el fenómeno debería ser controlado por los organismos oficiales y por las empresas papeleras.

Si el problema persiste está en juego la economía de la zona ya que las papeleras están deteriorando su propio material de subsistencia, que son los bosques, aseguró.

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