Linux: ola de demandas oportunistas y posible represalia

Varias grandes usuarias globales de Linux pronto afrontarán una ola de demandas oportunistas. Algunos temen que esta ofensiva haya desencadenado, como reacción comunitaria, el virus “Mydoom”

2 febrero, 2004

En efecto, reclamos por presuntos derechos sobre el sistema de fuente abierta
podrían alcanzar niveles de alta conflictividad jurídica, si es
que los jueces los tomasen en serio. El problema ya desborda Estados Unidos e
involucra firmas del exterior, amenazando uno de los últimos grandes éxitos
en materia informática (Linux).

British Petroleum, Siemens y Fujitsu figuran entre las empresas que Darl McBride,
CEO de SCO -un megalómano- ha puesto en su mira, junto a gigantes como
IBM o Sun Microsystems. Algunos sospechan que, en realidad, McBride y su pequeña
firma son títeres de Microsoft, principal enemiga de Linux.

La andanada de presiones empezó a principios de 2003 y se basa en una
acusación desvirtuada varias veces: Linux contiene códigos “ilícitamente
copiados” del sistema Unix, propiedad de SCO. Linus Torvalds, el científico
suecofinés creador de Linux, ha demostrado -en diciembre- que su sistema
es propio.

Esto exacerbó a McBride. Días atrás, cuestionó
el uso de Linux por parte de BP, en tono perdonavidas. No obstante, analistas
sectoriales y juristas sostienen que lo de SCO es una campaña intimidatoria
sin bases legales sólidas. Así se deduce de una “lista negra”
con doce empresas de primera línea que McBride hace circular “como
forma de extorsión” (consideran en Siemens).

Esta misma semana, SCO debió aclarar, ante intimaciones formales, que
Google “todavía no está en nuestra lista”. Entretanto,
McBride ha anticipado que iniciará acciones estos mismos días
y que tampoco estarán exentas usuarias del sistema Unix. SCO recuerda
que su creadora, AT&T, le vendió las licencias hace unos diez años.

Las presiones de SCO parecen haber desencadenado el virus mutante “Mydoom”
(Mi perdición). Gente ducha en el tema teme que sus creadores y difusores
forman parte de la comunidad de fuente abierta. Irritados por SCO y seguro de
que, detrás, está Microsoft, han lanzado un ataque masivo que
dura ya diez días y se extiende. Inclusive el nombre del gusano lo sugiere:
es una transcripción fonética del bretón Mai Dun. Así
se llamaba un castillo, centro de crueles disputas tribales que solían
terminar en masacres.

En efecto, reclamos por presuntos derechos sobre el sistema de fuente abierta
podrían alcanzar niveles de alta conflictividad jurídica, si es
que los jueces los tomasen en serio. El problema ya desborda Estados Unidos e
involucra firmas del exterior, amenazando uno de los últimos grandes éxitos
en materia informática (Linux).

British Petroleum, Siemens y Fujitsu figuran entre las empresas que Darl McBride,
CEO de SCO -un megalómano- ha puesto en su mira, junto a gigantes como
IBM o Sun Microsystems. Algunos sospechan que, en realidad, McBride y su pequeña
firma son títeres de Microsoft, principal enemiga de Linux.

La andanada de presiones empezó a principios de 2003 y se basa en una
acusación desvirtuada varias veces: Linux contiene códigos “ilícitamente
copiados” del sistema Unix, propiedad de SCO. Linus Torvalds, el científico
suecofinés creador de Linux, ha demostrado -en diciembre- que su sistema
es propio.

Esto exacerbó a McBride. Días atrás, cuestionó
el uso de Linux por parte de BP, en tono perdonavidas. No obstante, analistas
sectoriales y juristas sostienen que lo de SCO es una campaña intimidatoria
sin bases legales sólidas. Así se deduce de una “lista negra”
con doce empresas de primera línea que McBride hace circular “como
forma de extorsión” (consideran en Siemens).

Esta misma semana, SCO debió aclarar, ante intimaciones formales, que
Google “todavía no está en nuestra lista”. Entretanto,
McBride ha anticipado que iniciará acciones estos mismos días
y que tampoco estarán exentas usuarias del sistema Unix. SCO recuerda
que su creadora, AT&T, le vendió las licencias hace unos diez años.

Las presiones de SCO parecen haber desencadenado el virus mutante “Mydoom”
(Mi perdición). Gente ducha en el tema teme que sus creadores y difusores
forman parte de la comunidad de fuente abierta. Irritados por SCO y seguro de
que, detrás, está Microsoft, han lanzado un ataque masivo que
dura ya diez días y se extiende. Inclusive el nombre del gusano lo sugiere:
es una transcripción fonética del bretón Mai Dun. Así
se llamaba un castillo, centro de crueles disputas tribales que solían
terminar en masacres.

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