Las penurias de la economía digital

La brusca desvalorización de muchas punto com ha puesto en duda el modelo con que hasta ahora creció el sector. Se esfuma la quimera del enriquecimiento rápido. Por Jorge A. Bañales

15 junio, 2000

(EFE).- Las lucrativas perspectivas de miles de empleados de empresas vinculadas a Internet se están esfumando y la realidad se vuelve contra quienes pensaban enriquecerse a costa de la especulación, según sectores financieros estadounidenses.

En contraste con la etapa dorada de crecimiento de los últimos años, las empresas de la nueva economía digital están sufriendo una serie despidos y cierres, mientras los empleados con bajos sueldos comienzan a despertar de la quimera de la fortuna rápida.

Desde mediados de marzo los valores de las acciones de las compañías que se han multiplicado en la economía digital –las que agregan a su nombre el punto com– han tenido bruscos altibajos dentro de una tendencia general descendente, según los datos del sector.

Algunos casos han sido espectaculares, como la empresa Netplex Group, de Washington, cuyas acciones cotizaban el ayer (miércoles 14) 81% más bajas que el 10 de marzo.

La gigante Microsoft ha visto bajar sus acciones de U$S 120 en diciembre de 1999 a US$ 65 en mayo.

La pequeña firma Chromatis Network fue fundada en 1998 y adquirida por U$S 4.750 millones antes de que hiciera producto o servicio alguno.

Lucent Technologies pagó esa cantidad por la firma, de 160 empleados, que ha desarrollado una idea para embutir más datos electrónicos en las fibras ópticas.

Un caso parecido es el de TheStreet.com, empresa que provee noticias y análisis a Wall Street.

Cuando la firma hizo su emisión inicial de acciones, en mayo de 1999, ellas alcanzaron un valor de U$S 60; hoy valen U$S 6,88.

Estas son sólo algunas de las empresas que ejemplifican la actualidad de la economía digital y determinan la situación de aquellos empleados que participan en ella.

Mientras las empresas punto com subieron de valor en los mercados de valores, los empleados disfrutaron de la bonanza, aun a costa de cobrar sueldos mediocres, incentivados por el complemento de un paquete de acciones.

Muchos de ellos han trabajado de 10 a 12 horas por día, casi sin descanso semanal, para hacer más lucrativas a las firmas en las cuales tenían acciones.

Ahora que las acciones se han depreciado, los trabajadores se enfrentan a la realidad de su sueldo bajo y de las enormes deudas que adquirieron en los tiempos alegres, dicen los expertos.

También se encuentran con que sus vacaciones se reducen, sus seguros médicos son caros y los fondos de retiro en los que también habían invertido en especulación financiera son tan vulnerables como los dividendos de sus propias empresas.

“Tal como en la quimera del oro de 1849, hubo esta idea de que todos podían participar en esta bonanza”, comentó John Backus, de Draper Fisher Jurveston, que se dedica a movilizar inversiones de riesgo para la financiación inicial de empresas jóvenes.

Para Backus la situación es como “un incendio forestal que desbroza el terreno y se lleva los árboles más débiles, y permite que los sobrevivientes prosperen”.

Todo esto no indica que la economía digital esté en decadencia, sólo que la ilusión del enriquecimiento rápido ha dejado paso a un panorama más sobrio.

De hecho la economía digital es pujante y, aunque representa sólo 8,3% de la economía general, ha contribuido a 30% del crecimiento del producto bruto interno de Estados Unidos desde 1995.

Los empleos en las firmas de alta tecnología siguen siendo más que los empleados, lo cual quiere decir que los jóvenes ambiciosos del mundo punto com tienen opciones y pueden irse a otras empresas.

Pero si hasta hace apenas cinco meses la oferta de un buen paquete de acciones era el incentivo más sabroso para atraer empleados con talento, ahora los trabajadores piden compensaciones anticuadas: un sueldo más alto, un seguro médico más rentable, vacaciones, y contribuciones para la jubilación.

(EFE).- Las lucrativas perspectivas de miles de empleados de empresas vinculadas a Internet se están esfumando y la realidad se vuelve contra quienes pensaban enriquecerse a costa de la especulación, según sectores financieros estadounidenses.

En contraste con la etapa dorada de crecimiento de los últimos años, las empresas de la nueva economía digital están sufriendo una serie despidos y cierres, mientras los empleados con bajos sueldos comienzan a despertar de la quimera de la fortuna rápida.

Desde mediados de marzo los valores de las acciones de las compañías que se han multiplicado en la economía digital –las que agregan a su nombre el punto com– han tenido bruscos altibajos dentro de una tendencia general descendente, según los datos del sector.

Algunos casos han sido espectaculares, como la empresa Netplex Group, de Washington, cuyas acciones cotizaban el ayer (miércoles 14) 81% más bajas que el 10 de marzo.

La gigante Microsoft ha visto bajar sus acciones de U$S 120 en diciembre de 1999 a US$ 65 en mayo.

La pequeña firma Chromatis Network fue fundada en 1998 y adquirida por U$S 4.750 millones antes de que hiciera producto o servicio alguno.

Lucent Technologies pagó esa cantidad por la firma, de 160 empleados, que ha desarrollado una idea para embutir más datos electrónicos en las fibras ópticas.

Un caso parecido es el de TheStreet.com, empresa que provee noticias y análisis a Wall Street.

Cuando la firma hizo su emisión inicial de acciones, en mayo de 1999, ellas alcanzaron un valor de U$S 60; hoy valen U$S 6,88.

Estas son sólo algunas de las empresas que ejemplifican la actualidad de la economía digital y determinan la situación de aquellos empleados que participan en ella.

Mientras las empresas punto com subieron de valor en los mercados de valores, los empleados disfrutaron de la bonanza, aun a costa de cobrar sueldos mediocres, incentivados por el complemento de un paquete de acciones.

Muchos de ellos han trabajado de 10 a 12 horas por día, casi sin descanso semanal, para hacer más lucrativas a las firmas en las cuales tenían acciones.

Ahora que las acciones se han depreciado, los trabajadores se enfrentan a la realidad de su sueldo bajo y de las enormes deudas que adquirieron en los tiempos alegres, dicen los expertos.

También se encuentran con que sus vacaciones se reducen, sus seguros médicos son caros y los fondos de retiro en los que también habían invertido en especulación financiera son tan vulnerables como los dividendos de sus propias empresas.

“Tal como en la quimera del oro de 1849, hubo esta idea de que todos podían participar en esta bonanza”, comentó John Backus, de Draper Fisher Jurveston, que se dedica a movilizar inversiones de riesgo para la financiación inicial de empresas jóvenes.

Para Backus la situación es como “un incendio forestal que desbroza el terreno y se lleva los árboles más débiles, y permite que los sobrevivientes prosperen”.

Todo esto no indica que la economía digital esté en decadencia, sólo que la ilusión del enriquecimiento rápido ha dejado paso a un panorama más sobrio.

De hecho la economía digital es pujante y, aunque representa sólo 8,3% de la economía general, ha contribuido a 30% del crecimiento del producto bruto interno de Estados Unidos desde 1995.

Los empleos en las firmas de alta tecnología siguen siendo más que los empleados, lo cual quiere decir que los jóvenes ambiciosos del mundo punto com tienen opciones y pueden irse a otras empresas.

Pero si hasta hace apenas cinco meses la oferta de un buen paquete de acciones era el incentivo más sabroso para atraer empleados con talento, ahora los trabajadores piden compensaciones anticuadas: un sueldo más alto, un seguro médico más rentable, vacaciones, y contribuciones para la jubilación.

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