Internet: entre el 0610 y la creciente complejidad de la PC

El acceso a Internet vía 0610 ese ve relegado. Primero fue el gratuito; luego, el de banda ancha. Con todo, está en una meseta de 730.000: no cayó como se temía. Especialmente, viendo lo complicadas que son las nuevas PC para la gente.

26 julio, 2004

No obstante, los PSI “no están dispuestos a dejar languidecer el negocio. En las últimas semanas –señala un informe de Carrier y Asociados-, hubo novedades. Primero fue Telecom, anunciando una tarifa semiplana (la llaman “free pass”) que permite conexiones de hasta 12 horas diarias -en un lapso determinada- por $ 23 (más IVA, o sea 27,83)”.

Dado que la velocidad es la del propio discado, es un servicio (no un “producto”) atractivo para usuarios con pocas necesidades de ancho de banda. pero que precisen conexión permanente para correo electrónico o mensajes. Es decir, jóvenes y hogares. Otro que salió es Ciudad Internet, con un software de compresión que mejora el rendimiento de una conexión dial hasta cinco veces (según promete la firma).

“La pregunta es si estas medidas alcanzarán para frenar migraciones a banda ancha. Por ahora, la respuesta parece ser negativa”. Los consultores van más allá y vaticinan el eclipse del “acceso dial en general, sea con abono, sea gratuito. El primero está más amenazado por la banda ancha. Pero el gratuito tampoco vive su mejor momento. Como era de esperarse, el mercado se concentró (Fullzero y Alternativa tienen dos tercios) y su crecimiento es bajo. Principalmente, por la popularidad de los accesos públicos”.

Partiendo de un planteo poco explotado en la plaza local, Enrique Carrier se detiene en la PC como canal de acceso. “Cuando se piensa en ella, se lo hace desde la perspectiva económica. Esto es, cuánto cuesta una computadora o cuál es la relación entre su precio y el ingreso familiar”. Así, difícilmente se avanzará en la informatización de estamentos medios bajos y bajos, que hoy aprovechan el “derrame” desde niveles más altos, que renuevan equipos y revenden máquinas desafectadas (tendencia que, seguramente, se frenará por el aumentos de redes hogareñas y el consiguiente reciclaje de equipos viejos).

“Pero –añade el informe- hay otro punto de tanta o mayor importancia: la complejidad de uso. A pesar de los avances en interfaces y reconocimiento de dispositivos, la PC sigue siendo complicada de usar, si se la compara con cualquier otro electrodoméstico. Quizás esto no sea evidente para quienes llevan años empleándola. Pero la PC sigue lejos de ser fácilmente operables”. Ese tipo de problemas acabó hace rato con la videograbadora.

El panorama se pone más denso porque crecientes riesgos de seguridad exigen conocimientos técnicos engorrosos. Actualizaciones, parches, “backups”, antivirus, “firewalls”, antispams o “spywares” tienden a complicarse, no a simplificarse. “Es una de las razones de la popularidad de los accesos públicos. La complejidad del mantenimiento queda en manos del operador. El usuario sólo va, se sienta y usa. No mantiene ni configura”.

Carrier podría haber mencionado lo último en fallas de seguridad, o sea el robo de identidades vía claves de tarjetas. Su sola denominación constituye quizás el acrónimo más loco en plaza: “phishing”. No es un caso de pesca extravagante, sino “phony identity-scam hacking”. Ni siquiera los prenseros de las firmas que ofrecen protección, al menos en Buenos Aires, explican el acrónimo…

No obstante, los PSI “no están dispuestos a dejar languidecer el negocio. En las últimas semanas –señala un informe de Carrier y Asociados-, hubo novedades. Primero fue Telecom, anunciando una tarifa semiplana (la llaman “free pass”) que permite conexiones de hasta 12 horas diarias -en un lapso determinada- por $ 23 (más IVA, o sea 27,83)”.

Dado que la velocidad es la del propio discado, es un servicio (no un “producto”) atractivo para usuarios con pocas necesidades de ancho de banda. pero que precisen conexión permanente para correo electrónico o mensajes. Es decir, jóvenes y hogares. Otro que salió es Ciudad Internet, con un software de compresión que mejora el rendimiento de una conexión dial hasta cinco veces (según promete la firma).

“La pregunta es si estas medidas alcanzarán para frenar migraciones a banda ancha. Por ahora, la respuesta parece ser negativa”. Los consultores van más allá y vaticinan el eclipse del “acceso dial en general, sea con abono, sea gratuito. El primero está más amenazado por la banda ancha. Pero el gratuito tampoco vive su mejor momento. Como era de esperarse, el mercado se concentró (Fullzero y Alternativa tienen dos tercios) y su crecimiento es bajo. Principalmente, por la popularidad de los accesos públicos”.

Partiendo de un planteo poco explotado en la plaza local, Enrique Carrier se detiene en la PC como canal de acceso. “Cuando se piensa en ella, se lo hace desde la perspectiva económica. Esto es, cuánto cuesta una computadora o cuál es la relación entre su precio y el ingreso familiar”. Así, difícilmente se avanzará en la informatización de estamentos medios bajos y bajos, que hoy aprovechan el “derrame” desde niveles más altos, que renuevan equipos y revenden máquinas desafectadas (tendencia que, seguramente, se frenará por el aumentos de redes hogareñas y el consiguiente reciclaje de equipos viejos).

“Pero –añade el informe- hay otro punto de tanta o mayor importancia: la complejidad de uso. A pesar de los avances en interfaces y reconocimiento de dispositivos, la PC sigue siendo complicada de usar, si se la compara con cualquier otro electrodoméstico. Quizás esto no sea evidente para quienes llevan años empleándola. Pero la PC sigue lejos de ser fácilmente operables”. Ese tipo de problemas acabó hace rato con la videograbadora.

El panorama se pone más denso porque crecientes riesgos de seguridad exigen conocimientos técnicos engorrosos. Actualizaciones, parches, “backups”, antivirus, “firewalls”, antispams o “spywares” tienden a complicarse, no a simplificarse. “Es una de las razones de la popularidad de los accesos públicos. La complejidad del mantenimiento queda en manos del operador. El usuario sólo va, se sienta y usa. No mantiene ni configura”.

Carrier podría haber mencionado lo último en fallas de seguridad, o sea el robo de identidades vía claves de tarjetas. Su sola denominación constituye quizás el acrónimo más loco en plaza: “phishing”. No es un caso de pesca extravagante, sino “phony identity-scam hacking”. Ni siquiera los prenseros de las firmas que ofrecen protección, al menos en Buenos Aires, explican el acrónimo…

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