Google ha desatado una guerra entre buscadores

Estimulados por Google, gigantes de Internet y operadores chicos se lanzan sobre el mercado de búsquedas. Esto genera una fiebre que el ciberespacio no vivía desde el colapso puntocom. Ergo, Google mismo trata de cubrir nuevos segmentos.

20 octubre, 2004

Días atrás, la firma presentó “Google Desktop”, un programa que desafía un dominio propio de Microsoft, porque busca datos tanto en las PC como en la web. Poco antes, la firma anunciaba “Google Print”, destinado a competir con Search-inside-the-book (Amazon), y “Google SMS”, un software para búsquedas en la Red vía celulares.

Pero, pese a tanto empuje, algunos analistas creen que Google podría tornarse vulnerable, pues el mercado de búsquedas –una de las áreas más rentables de Internet- irá siendo paulatinamente definido por marca y otros factores no tecnológicos. Esta tendencia puede actuar en favor de Microsoft, Yahoo y similares. De hecho, el apuro de Google en lanzar “Desktop” demuestra que ya sabe eso y trata de meterse en nuevos segmentos.

“Microsoft tendrá impacto significativo, pues no precisa dominar para subrayar diferencias”, opina James Friedland, de SG Cowen & Co, (una firma inversora de Nueva York). “Si empieza a ganar participación, frenará el crecimiento de Google”. Otros expertos creen, por el contrario, que hay bastante espacio en el mercado para competidores grandes y chicos, pues aumentan rápidamente las utilidades de la publicidad en línea (mayormente, avisos ligados a resultados de búsquedas).

“Sin duda, los presupuestos publicitarios se vuelcan cada vez más a Internet, pese a no existir aún datos fehacientes sobre penetración ni respuesta”, admite Caris & Company, una firma de Wall Street. Si eso es verdad, Google seguirá expandiéndose aunque surjan nuevos concurrentes.

Al respecto, se avecina la oportunidad de comprobar cuál visión es válida. A fin de año, en efecto, Microsoft presenta un servicio de búsquedas ampliamente disponible en la web.

Los rivales menores de Google también han lanzado servicios en las últimas semanas. Amazon sacó A9, un motor que permite a los usuarios mantener un registro constantemente actualizado de sus viajes por Internet. La intención real es que la empresa pueda monitorear búsquedas, consultas y compras. Por su parte, Vivisimo lanzó Clusty, un motor que emplea técnicas de inteligencia artificial para clasificar resultados.

En tanto ninguno de esos servicios implica amenazas inmediatas a Google, la presión de la competencia seguramente se intensificará a medida que el valor bursátil de la compañía aumente. En último término, el peligro real es Microsoft, capaz de aprovechar su hegemonía vía Windows para dominar funciones de búsqueda.

Para la empresa de William Gates, proveer mejor acceso a datos almacenados en el rígido de la PC ha sido “la” meta durante más de diez años. Así lo admitió varias veces. Pero también se cree que la compañía quiere integrar funciones de búsqueda por PC con un motor web, para pelearle a Google. También Apple entró en liza. Meses atrás, ofreció un ensayo de Tiger, un sistema operativo de próxima generación, con amplias capacidades en procesamientos de textos y búsquedas.

La inminente “guerra de los buscadores” fue objeto de debates en la reciente conferencia Web2. Entre las aplicaciones en ciernes despertó mucho interés “D2D” (device to device, o sea “dispositivo a dispositivo, “DaD”). Esta opción permitirá comunicación directa entre computadoras, no ya entre ellas y usuarios humanos.

Por ende, en el futuro la competencia obligará a pelear batallas ya ganadas, en particular la de los navegadores en Red. Durante esas reuniones, trascendió que Microsoft quizá pierda control del segmento. Por ejemplo, America Online estaría preparándose a reingresar en el mercado con un navegador revolucionario.

También se sospecha que Google está desarrollando uno propio, como parte de la estrategia para defenderse de Microsoft. Por cierto, todos esperan que su nuevo buscador web sea incorporado a Internet Explorer.

Días atrás, la firma presentó “Google Desktop”, un programa que desafía un dominio propio de Microsoft, porque busca datos tanto en las PC como en la web. Poco antes, la firma anunciaba “Google Print”, destinado a competir con Search-inside-the-book (Amazon), y “Google SMS”, un software para búsquedas en la Red vía celulares.

Pero, pese a tanto empuje, algunos analistas creen que Google podría tornarse vulnerable, pues el mercado de búsquedas –una de las áreas más rentables de Internet- irá siendo paulatinamente definido por marca y otros factores no tecnológicos. Esta tendencia puede actuar en favor de Microsoft, Yahoo y similares. De hecho, el apuro de Google en lanzar “Desktop” demuestra que ya sabe eso y trata de meterse en nuevos segmentos.

“Microsoft tendrá impacto significativo, pues no precisa dominar para subrayar diferencias”, opina James Friedland, de SG Cowen & Co, (una firma inversora de Nueva York). “Si empieza a ganar participación, frenará el crecimiento de Google”. Otros expertos creen, por el contrario, que hay bastante espacio en el mercado para competidores grandes y chicos, pues aumentan rápidamente las utilidades de la publicidad en línea (mayormente, avisos ligados a resultados de búsquedas).

“Sin duda, los presupuestos publicitarios se vuelcan cada vez más a Internet, pese a no existir aún datos fehacientes sobre penetración ni respuesta”, admite Caris & Company, una firma de Wall Street. Si eso es verdad, Google seguirá expandiéndose aunque surjan nuevos concurrentes.

Al respecto, se avecina la oportunidad de comprobar cuál visión es válida. A fin de año, en efecto, Microsoft presenta un servicio de búsquedas ampliamente disponible en la web.

Los rivales menores de Google también han lanzado servicios en las últimas semanas. Amazon sacó A9, un motor que permite a los usuarios mantener un registro constantemente actualizado de sus viajes por Internet. La intención real es que la empresa pueda monitorear búsquedas, consultas y compras. Por su parte, Vivisimo lanzó Clusty, un motor que emplea técnicas de inteligencia artificial para clasificar resultados.

En tanto ninguno de esos servicios implica amenazas inmediatas a Google, la presión de la competencia seguramente se intensificará a medida que el valor bursátil de la compañía aumente. En último término, el peligro real es Microsoft, capaz de aprovechar su hegemonía vía Windows para dominar funciones de búsqueda.

Para la empresa de William Gates, proveer mejor acceso a datos almacenados en el rígido de la PC ha sido “la” meta durante más de diez años. Así lo admitió varias veces. Pero también se cree que la compañía quiere integrar funciones de búsqueda por PC con un motor web, para pelearle a Google. También Apple entró en liza. Meses atrás, ofreció un ensayo de Tiger, un sistema operativo de próxima generación, con amplias capacidades en procesamientos de textos y búsquedas.

La inminente “guerra de los buscadores” fue objeto de debates en la reciente conferencia Web2. Entre las aplicaciones en ciernes despertó mucho interés “D2D” (device to device, o sea “dispositivo a dispositivo, “DaD”). Esta opción permitirá comunicación directa entre computadoras, no ya entre ellas y usuarios humanos.

Por ende, en el futuro la competencia obligará a pelear batallas ya ganadas, en particular la de los navegadores en Red. Durante esas reuniones, trascendió que Microsoft quizá pierda control del segmento. Por ejemplo, America Online estaría preparándose a reingresar en el mercado con un navegador revolucionario.

También se sospecha que Google está desarrollando uno propio, como parte de la estrategia para defenderse de Microsoft. Por cierto, todos esperan que su nuevo buscador web sea incorporado a Internet Explorer.

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