Francia y Rusia lanzaron otro cohete

Es el Soyuz-Frégate. Llevó dos satélites para analizar la relación entre la Tierra y el Sol. Fue con un día de atraso, por problemas técnicos. Es el segundo intento de una misión que fracasó en 1996.

17 julio, 2000

(EFE).-Despegó ayer (domingo 16) el cohete Soyuz-Frégate, que llevó al espacio dos satélites científicos europeos, Cluster-II, para estudiar la interacción entre la tierra y el Sol.

También analizarán los vientos solares y medirán los campos eléctrico y magnético.

Un fallo en la conexión entre la rampa de lanzamiento y el cohete había obligado, el sábado, a cancelar el despegue, desde el cosmódromo de Baikonur (Kazajistán), informó la Agencia Espacial Europea (ESA), con sede en París.

El lanzamiento del cohete Soyuz-Frégate, estaba a cargo de la sociedad franco-rusa Starsem, creada en 1996 para comercializar los cohetes Soyuz.

Starsem agrupa a Aerospatiale Matra (grupo que se disolvió a principios de mes con la creación efectiva de EADS, nuevo líder europeo de la aeronáutica y defensa), Arianespace, ESA, la Agencia Aeroespacial Rusa (RKA) y el fabricante de los Soyuz, el Centro Espacial de Samara (TSSKB-Progress).

Es el segundo intento de la ESA, de lanzar esta misión científica. En 1996, cuatro satélites Cluster se habían volatilizado al explotar el cohete de lanzamiento, el primer Ariane-5, del consorcio espacial europeo Arianespace.

Aunque ese fracaso significó la pérdida de 517 millones de euros (US$ 491 millones), el retraso de la misión tiene ventajas científicas.

Empieza ahora el momento de máxima actividad solar, un fenómeno que se repite cada once años, con lo cual los instrumentos de los satélites, en sus dos años de vida, deberían captar una serie de fenómenos violentos tanto dentro como fuera de la magnetosfera.

Además, los científicos aprovecharán para comparar los datos que envíen los Cluster con los recabados por el satélite euro-estadounidense SOHO de observación del sol y de la heliosfera, lanzado en 1995 y que sigue en servicio.

La semana pasada Rusia lanzó el cohete Proton–K, que trasladó y puso en orbita el módulo de servicio Zvezda. Fue enviado para garantizar la vida de seres humanos en el espacio, y es parte del proyecto Estación Espacial Internacional (ISS).

En él participan 16 países, entre ellos España, Brasil, Rusia, Estados Unidos y la Agencia Espacial Europea (ESA). ISS es un emprendimiento multinacional y multimillonario, y pretende crear un enorme laboratorio espacial.

(EFE).-Despegó ayer (domingo 16) el cohete Soyuz-Frégate, que llevó al espacio dos satélites científicos europeos, Cluster-II, para estudiar la interacción entre la tierra y el Sol.

También analizarán los vientos solares y medirán los campos eléctrico y magnético.

Un fallo en la conexión entre la rampa de lanzamiento y el cohete había obligado, el sábado, a cancelar el despegue, desde el cosmódromo de Baikonur (Kazajistán), informó la Agencia Espacial Europea (ESA), con sede en París.

El lanzamiento del cohete Soyuz-Frégate, estaba a cargo de la sociedad franco-rusa Starsem, creada en 1996 para comercializar los cohetes Soyuz.

Starsem agrupa a Aerospatiale Matra (grupo que se disolvió a principios de mes con la creación efectiva de EADS, nuevo líder europeo de la aeronáutica y defensa), Arianespace, ESA, la Agencia Aeroespacial Rusa (RKA) y el fabricante de los Soyuz, el Centro Espacial de Samara (TSSKB-Progress).

Es el segundo intento de la ESA, de lanzar esta misión científica. En 1996, cuatro satélites Cluster se habían volatilizado al explotar el cohete de lanzamiento, el primer Ariane-5, del consorcio espacial europeo Arianespace.

Aunque ese fracaso significó la pérdida de 517 millones de euros (US$ 491 millones), el retraso de la misión tiene ventajas científicas.

Empieza ahora el momento de máxima actividad solar, un fenómeno que se repite cada once años, con lo cual los instrumentos de los satélites, en sus dos años de vida, deberían captar una serie de fenómenos violentos tanto dentro como fuera de la magnetosfera.

Además, los científicos aprovecharán para comparar los datos que envíen los Cluster con los recabados por el satélite euro-estadounidense SOHO de observación del sol y de la heliosfera, lanzado en 1995 y que sigue en servicio.

La semana pasada Rusia lanzó el cohete Proton–K, que trasladó y puso en orbita el módulo de servicio Zvezda. Fue enviado para garantizar la vida de seres humanos en el espacio, y es parte del proyecto Estación Espacial Internacional (ISS).

En él participan 16 países, entre ellos España, Brasil, Rusia, Estados Unidos y la Agencia Espacial Europea (ESA). ISS es un emprendimiento multinacional y multimillonario, y pretende crear un enorme laboratorio espacial.

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