<p>La contracción de utilidades llegó a 43% en el cuarto trimestral de General Electric, por lo que el título se desplomó 8,8% este viernes, al mínimo en trece años. Problemas en el sector copiadoras hicieron perder 13% a Xerox en el mismo lapso. En Surcorea, Samsung Electronics –la mayor compañía del país- registró un retroceso trimestral (4,1%) por primea vez en su existencia. A su vez, la alemana Infineon Technologies –segundo fabricante europeo de microprocesadores- descendió 5,6% en Francfort debido a que su subsidiaria Qimonda se declaró en bancarrota.</p>
<p>A juicio de varios consultores y fondos de inversión, 90% de ingresos o ganancias proyectadas en Estados Unidos-Canadá apuntan hacia abajo. El perfil en Asia-Pacífico es menos duro, porque China no ha caído en recesión –pese al alarmismo occidental-, aunque sí en desaceleración. En Asia meridional, India muestra características similares.</p>
<p>En ese contexto, las letras de tesorería federal marcaban el peor declive en siete meses, elevando a 2,62% el rinde de notas a diez años. O sea, la tasa larga. Motivo: el mercado cree que el gobierno aumentará subastas de deuda titulizada para financiar planes de estímulo a la economía real. No sólo en Estados Unidos.</p>
<p>Pero, de lejos, hoy inquietan las luces rojas del sector tecnológico, desde Silicon Valley a Bangalore. Durante años, la actividad obedecía la “ley” formulada en 1965 por Gordon Moore –cofundador de Intel-, según la cual el costo de transistores por unidad de potencia informática disminuye a la mitad cada dieciocho meses. Dicho de otro modo, la capacidad disponible al mismo precio constante se duplica en ese lapso.</p>
<p>Esta relación explicaba el aumento geométrico de capacidad en servidores, computadoras, celulares, etc. En la actualidad y aun antes de la crisis sistémica que sufren las principales economías, la tendencia cambia. Talla la retracción de demanda y, en esta fase, la recesión deflatoria fomenta la contracara de Moore: en vez de más rinde a igual costo, se ofrece la misma capacidad a precio más bajo. En efecto, el negocio pasa a la categoría de insumo y abandona la vanguardia, suerte que podría correr el flamante sistema operativo Windows 7 de Microsoft: ¿cuántos pagarán por la novedad si XP o Vista bastan mientras duren los malos tiempos?</p>
<p>Algunos expertos sostienen que el fenómeno tiene una faz visible, más acá o más allá de los mercados turbulentos: las “netbooks”, esto es portátiles económicas, ideales para navegar desde cualquier lado. No ofrecen juegos en boga y su tolerancia es limitada en materia de potencia o almacenamiento. Similares a las PC de hace dos, tres años, no suben de US$ 250 en Estados Unidos. Entre 2007 y 2008, las ventas saltaron de 180.000 a once millones de unidades en las economías centrales, con posibilidad de alcanzar veinte millones este año, según International Data Computing. Sea porque la recesión deteriora la demanda de PC y portátiles caras, sea porque los usuarios ya no quieren ni pueden gastar tanto.<br />
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En Wall Street caen utilidades pese a planes de estímulo y zozobra la vanguardia tecnológica
Firmas como General Electric o Xerox subrayan el alcance de la recesión y la baja de ganancias en las principales economías del mundo. Ahora les toca el turno a intocables tipo Microsoft, Samsung, Nokia, Sony, Intel, Motorola, etc.