El nuevo teléfono inteligente de Nokia bajo el microscopio
El Lumia 900, el primer teléfono de Nokia con sistema operativo de Microsoft, es un buen dispositivo paro pelearle los primeros puestos a la competencia pero su baja compatibilidad con las aplicaciones disponibles es una seria desventaja.
9 abril, 2012
<p>Cuando en enero pasado Nokia presentó el Lumia 900, el primer dispositivo con sociedad con Microsoft en abrirse paso por el mundo, la pregunta en la cabeza de todos en la industria era una sola: ¿podrá este teléfono salvar la reputación de Nokia y Microsoft, dos gigantes en sus sectores que se vieron empujados de los primeros puestos por la competencia? Todavía es temprano para cualquier veredicto –el teléfono salió a la venta ayer en Estados Unidos – pero quienes pudieron probarlo ya han escrito sobre los pros y los contras del nuevo modelo. ¿El resultado? El teléfono es lo suficientemente bueno pero si quiere competir necesita mejorar la disponibilidad de las aplicaciones.</p>
<p>Lo primero que prueba el Lumia 900 es que no todos los casamientos por conveniencia están destinados al desastre. La unión de Microsoft y Nokia fue la de los desesperados: antiguamente los número uno en sus respectivos sectores se vieron empujados a aliarse para competir con empresas innovadoras como Apple. En este caso, Nokia construyó un buen aparato y Microsoft le dio vida con un sistema operativo de calidad que es muy fácil de usar. El único problema es que la mayoría de las aplicaciones no funcionan todavía con este OS, lo que pone al Lumia en desventaja sobre sus competidores de Android y iOS.</p>
<p>El dispositivo es robusto, compacto. Nokia tiene una larga tradición en construir teléfonos que resisten los embates del tiempo. Es, como se animan a decir algunos, el Volvo de la telefonía celular. Es más pesado que los teléfonos con Android y más amigable que los de Apple, de acero frío. La pantalla es de 4.3 pulgadas lo que lo convierte en un dispositivo grande que puede competir fácilmente con otros teléfonos inteligentes y la cámara de 8 megapixeles funciona bien para fotografiar o capturar video.</p>
<p>El Lumia 900 provee una experiencia diferente para el usuario. Donde hay botones y nubes con información Windows propone una interfase sin sobresaltos donde el usuario puede navegar con tranquilidad. El texto aparece en diferentes estilos pero no confunde al usuario. Lo mejor: el teléfono viene con todas las características esperables pero agrega nuevas, para deleite de los early adopters. La más impresionante es una aplicación que permite ver la información de Facebook, Twitter y otras redes sociales de todos los contactos que aparecen en la agenda. La aplicación actualiza contenidos y deja ver qué hay de nuevo en la vida de amigos y familiares antes de realizar una llamada.</p>
<p>El teléfono es bueno. El sistema operativo es bueno. Entonces, ¿cuál es el problema? Uno solo: las aplicaciones que hoy solo están diseñadas para Android y iOS. Para entender las implicancias de esta afirmación vale un experimento: en la lista de las aplicaciones más vendidas del App Store, la tienda de Apple, sólo cinco estaban disponibles para Android y cero para Windows Phone. Esta limitación es grave para los usuarios de teléfonos inteligentes que usan su teléfono para mucho más que comunicarse. Hoy son también un centro de entretenimiento y las aplicaciones están en el centro de ese negocio.</p>
<p>Nokia y Microsoft están entrampados en un círculo vicioso: si pocas personas compran el Lumia los desarrolladores tendrán pocos incentivos para crear aplicaciones compatibles. Quienes los compren, sin embargo, deben saber que no podrán usarlo en algunos de los juegos más populares. ¿Cómo se escapa de este ciclo? Creando y produciendo otros modelos de calidad como el Lumia 900. De esa manera ni el público ni la comunidad de desarrolladores podrán ignorarlos.</p>