No hay duda, dice Anthony, de que la presencia del GPS en todas las áreas de la actividad civil, comercial y científica ha mejorado la calidad de la vida a miles de millones de personas. Desde los autos que se manejan solos hasta la sincronización de relojes, la predicción de terremotos y averiguar el recorrido más seguro para volver a casa, el GPS es hoy uno de los servicios más importantes.
Lo que da un poco de miedo, dice el autor, es saber que el GPS puede ser muy fácilmente saturado por terroristas y otros actores malintencionados.
GPS saturado
Como un GPS depende en última instancia de que lleguen a nosotros débiles ondas radiales desde satélites que están a 20.200 km de la tierra, es muy fácil que falle o sea alterado. Cuando una persona está caminando por el centro de una ciudad muy congestionada puede ser muy difícil que el GPS funcione bien.
También es fácil alterarlo proactivamente con un dispositivo saturador. Como la señal es tan débil y como la frecuencia que se usa para GPS es muy conocida, es muy fácil construir un dispositivo que cubra un área con ruido de radiofrecuencia ahogando así la señal de GPS.
Guando el GPS falla
Como hay muchas tecnologías y actividades diferentes que están respaldadas por GPS, las consecuencias de un fallo son también muy variadas. Para alguien a pie, un error podría solo ser una inconveniencia que le obliga a dar vueltas un poquito más en busca del bar que figura en la guía. Para un auto que se maneja solo, o tal vez el conductor de ambulancia tratando de encontrar la casa de alguien, las repercusiones de un fallo de GPS son muy poco más importante. Para un barco, especialmente los grandes buques de carga, una pérdida de GPS puede significar una total pérdida de control, lo cual es un problema si se está aproximando a puerto a atoda velocidad o si termina a la deriva en el medio del océano.
De todo esto se deduce que hace falta un GPS de backup. La gran fuerza detrás de la creación del GPS es que uno puede obtener cobertura global con una constelación de apenas dos docenas de satélites. GPS consiste en 32 satélites orbitando la tierra y asegurando que vea nueva de ellos en un momento determinado, más que suficiente para más que suficientes para obtener una ubicación con toda precisión. A raíz de la distancia entre nosotros y los satélites, las señales son muy fáciles de saturar.
Por lo tanto, un sistema con base en la tierra sería mucho más flexible y preciso que el GPS, aunque la contrapartida sería que haría falta combrir la superficie de la tierra con cientros o miles de transmisores, que son caros de construir, difíciles de mantener y en algunos casos sencillamente inconveniente4. Pensemos por ejemplo, en cómo se cmonitorea el océano Pacífico o el océano ïndico,
Con todo, la dificultad de crear un sistema de posibionamiento global con base en la tierra se compensa con crecer si se piensa en la catástrofe que resultaría de una ataque sorpresivo o una caída prolongada del GPS. E$s por este movtivo que algunas naciones están analizando seriamente alternativas terrestres, para el caso de que se genere un escenario como el descripto.