Convergencia digital, un proceso a dos velocidades

Maxtor Corp se especializaba en grandes clientes. Hoy obtiene 10% de sus ingresos vendiendo rígidos a fabricantes de electrónicos para el público. Su demanda crece 40-60% anual, contra 5-15% en el mercado empresario. Esto es sólo un síntoma.

4 diciembre, 2003

Tras una década en cuyo curso el gasto institucional dominaba en materia
de insumos informáticos, los grandes proveedores se reorientan hacia productores
de bienes para uso final. Así lo demuestran Cisco, comprando -este año-
Linksys (redes hogareñas), Microsoft (consolas de juegos Xbox) y Apple,
con un éxito: iPod, dispositivo musical portátil.

Al mismo tiempo, empresas como Dell, Hewlett-Packard o Gateway incursionan
en electrónicos destinados al público. Productores de chips, pantallas
de cristal líquido y software también se suman a la nueva tendencia.
En síntesis, la digitalización de música “pop”,
video, fotografía y telefonía móvil genera una convergencia
entre tecnología informática y electrónica de consumo.

Esencialmente, el rígido de un videograbador es como el de una PC. Sólo
se diferencian en capacidad: la PC viene con un disco de 40 gigabytes, en tanto
la videograbadora contiene uno de 160.

La clave está en las ventas de televisores con pantalla líquida
o de plasma, que en Estados Unidos aumentaron 260% en los primeros nueve meses
del año, respecto de igual lapso en 2002. Eso de acuerdo con cifras de
NPD, especialista en investigaciones de mercado. A su vez, la venta de equipos
para uso hogareño y MP3 subieron más de 100% en igual período.

Inclusive un segmento del mercado de computadoras muestra señales de
vida, tras una larga invernada, gracias a la demanda del público por
“notebooks” inalámbricas. Por supuesto, esto pasa sólo
en algunas economías centrales. Así, en EE.UU., la venta minorista
de portátiles subió 16% en enero-septiembre, contra 12% de baja
en PC comunes.

El contraste entre el interés de la gente y el desinterés de
las empresas no podría ser más marcado. Los presupuestos en insumos
tecnológicos aumentarán apenas 6% anual entre 2004 y 2009, contra
ritmos superiores a 12% en los 90.

“Históricamente, existen ciclos largos de inversión, asimilación
y refinamiento. Estamos atravesando ahora una fase asimilatoria que tomará
algunos años”, sostiene Andrew Bartels, analista de la consultora
Forrester Group. “No esperamos un repunte de inversiones en TI hasta fin
de la década. En ese momento, surgirán dos estímulos: nanotecnologías
y computación cuántica”.

Las tecnológicas con áreas orientadas al usuario directo ya aventajan
a las que siguen centradas en empresas e instituciones. El primer grupo, donde
figuran Nokia o Lexmark, creció a razón de 9% anual en el III
trimestre de 2003. El otro (Sun Microsystems, IBM y similares) avanzó
apenas 4 a 5%.

Esta ruta de dos carriles a distinta velocidad también la recorren los
microprocesadores. El segmento de memoria instantánea (“flash”)
proyecta 44% de expansión en 2003, seguido por chips lógicos (42%)
y procesadores de señales digitales (27%). A la inversa, los semiconductores
para PC y servidores se sentirán felices si llegan a 15% de crecimiento.

Las fabricantes de microprocesadores que vieron primero las oportunidades ofrecidas
por la convergencia digital son las que hoy mejor partido le sacan. En los últimos
90, Texas Instruments -segundo productor norteamericano- se aplicó a
procesadores de señales digitales y chips analógicos, comunes
en celulares, cámaras y televisores de pantalla grande. La firma domina
ahora esos segmentos y estima que 40% de sus ingresos provienen de ellos.

Intel, líder mundial en semiconductores, se diversificó hacia
insumos para telecomunicaciones. Así, ha desarrollado una generación
de chips de baja potencia, destinados a “notebooks” con nexos inalámbricos.

Entre las compañías dedicadas a PC, Apple fue pionera en convergencia
digital. Mientras las rivales recortaban costos y eliminaban puestos laborales,
la firma optó por innovar lanzando una gama de productos. Entre ellos,
el iPod, que ha captado más de la mitad del mercado norteamericano de
música vía MP3.

Otra que reaccionó, aunque más tarde, es Gateway. En 2002 presentó
su primer televisor con pantalla de plasma. Desde entonces, esta fabricante
de PC se ha ampliado y hoy abarca cámaras digitales, dispositivos MP3,
etc. Igual que en Apple, las ventas al público representan casi la mitad
de los ingresos. Ambas compañías tratan ya de sacarles clientes
a gigantes como Sony y Matsushita o minoristas especializados como Best Buy
y Circuit City.

También está Hewlett-Packard que, tras comprar Compaq por US$
19.000 millones en 2002, es un coloso de la convergencia digital. Con ventas
anuales por US$ 18.000 millones a usuarios más 110.000 bocas de expendio
en el mundo (computadoras, impresoras, cámaras digitales), en algunos
aspectos supera aun a Sony.

Pero hay preguntas todavía sin respuesta. ¿Hasta qué punto
ampliará H-P su gama de productos de uso final? En el II trimestre de
2004, la empresa lanzará una gama de pantallas líquidas y plásmicas.
¿Significará un asalto frontal al mercado de televisores? Y, después,
¿seguirá a Apple, Dell y Gateway rumbo al segmento MP3?

Aunque estas organizaciones tengan estrategias diferentes, afrontan el mismo
reto: hacer, simultáneamente, marketing para clientes institucionales
que gastan cientos de millones en sistemas y para el público menudo.
“Es difícil tener éxito en ambos universos al mismo tiempo”,
afirma la consultora Sandford Bernstein.

Por cierto, muy pocas empresas han logrado convertirse en “ambidextras”.
La solución clásica es la de General Electric: management y marketing
segmentados. Pero este camino no está abierto para Apple, Gateway, Dell
o H-P, que actúan con marca e identidad únicas. Cada cual, pues,
debe competir con especialistas tipo Sony -95% de las entradas proviene de ventas
minoristas- y, simultáneamente, con Sun o IBM, expertas en clientes institucionales.

Tras una década en cuyo curso el gasto institucional dominaba en materia
de insumos informáticos, los grandes proveedores se reorientan hacia productores
de bienes para uso final. Así lo demuestran Cisco, comprando -este año-
Linksys (redes hogareñas), Microsoft (consolas de juegos Xbox) y Apple,
con un éxito: iPod, dispositivo musical portátil.

Al mismo tiempo, empresas como Dell, Hewlett-Packard o Gateway incursionan
en electrónicos destinados al público. Productores de chips, pantallas
de cristal líquido y software también se suman a la nueva tendencia.
En síntesis, la digitalización de música “pop”,
video, fotografía y telefonía móvil genera una convergencia
entre tecnología informática y electrónica de consumo.

Esencialmente, el rígido de un videograbador es como el de una PC. Sólo
se diferencian en capacidad: la PC viene con un disco de 40 gigabytes, en tanto
la videograbadora contiene uno de 160.

La clave está en las ventas de televisores con pantalla líquida
o de plasma, que en Estados Unidos aumentaron 260% en los primeros nueve meses
del año, respecto de igual lapso en 2002. Eso de acuerdo con cifras de
NPD, especialista en investigaciones de mercado. A su vez, la venta de equipos
para uso hogareño y MP3 subieron más de 100% en igual período.

Inclusive un segmento del mercado de computadoras muestra señales de
vida, tras una larga invernada, gracias a la demanda del público por
“notebooks” inalámbricas. Por supuesto, esto pasa sólo
en algunas economías centrales. Así, en EE.UU., la venta minorista
de portátiles subió 16% en enero-septiembre, contra 12% de baja
en PC comunes.

El contraste entre el interés de la gente y el desinterés de
las empresas no podría ser más marcado. Los presupuestos en insumos
tecnológicos aumentarán apenas 6% anual entre 2004 y 2009, contra
ritmos superiores a 12% en los 90.

“Históricamente, existen ciclos largos de inversión, asimilación
y refinamiento. Estamos atravesando ahora una fase asimilatoria que tomará
algunos años”, sostiene Andrew Bartels, analista de la consultora
Forrester Group. “No esperamos un repunte de inversiones en TI hasta fin
de la década. En ese momento, surgirán dos estímulos: nanotecnologías
y computación cuántica”.

Las tecnológicas con áreas orientadas al usuario directo ya aventajan
a las que siguen centradas en empresas e instituciones. El primer grupo, donde
figuran Nokia o Lexmark, creció a razón de 9% anual en el III
trimestre de 2003. El otro (Sun Microsystems, IBM y similares) avanzó
apenas 4 a 5%.

Esta ruta de dos carriles a distinta velocidad también la recorren los
microprocesadores. El segmento de memoria instantánea (“flash”)
proyecta 44% de expansión en 2003, seguido por chips lógicos (42%)
y procesadores de señales digitales (27%). A la inversa, los semiconductores
para PC y servidores se sentirán felices si llegan a 15% de crecimiento.

Las fabricantes de microprocesadores que vieron primero las oportunidades ofrecidas
por la convergencia digital son las que hoy mejor partido le sacan. En los últimos
90, Texas Instruments -segundo productor norteamericano- se aplicó a
procesadores de señales digitales y chips analógicos, comunes
en celulares, cámaras y televisores de pantalla grande. La firma domina
ahora esos segmentos y estima que 40% de sus ingresos provienen de ellos.

Intel, líder mundial en semiconductores, se diversificó hacia
insumos para telecomunicaciones. Así, ha desarrollado una generación
de chips de baja potencia, destinados a “notebooks” con nexos inalámbricos.

Entre las compañías dedicadas a PC, Apple fue pionera en convergencia
digital. Mientras las rivales recortaban costos y eliminaban puestos laborales,
la firma optó por innovar lanzando una gama de productos. Entre ellos,
el iPod, que ha captado más de la mitad del mercado norteamericano de
música vía MP3.

Otra que reaccionó, aunque más tarde, es Gateway. En 2002 presentó
su primer televisor con pantalla de plasma. Desde entonces, esta fabricante
de PC se ha ampliado y hoy abarca cámaras digitales, dispositivos MP3,
etc. Igual que en Apple, las ventas al público representan casi la mitad
de los ingresos. Ambas compañías tratan ya de sacarles clientes
a gigantes como Sony y Matsushita o minoristas especializados como Best Buy
y Circuit City.

También está Hewlett-Packard que, tras comprar Compaq por US$
19.000 millones en 2002, es un coloso de la convergencia digital. Con ventas
anuales por US$ 18.000 millones a usuarios más 110.000 bocas de expendio
en el mundo (computadoras, impresoras, cámaras digitales), en algunos
aspectos supera aun a Sony.

Pero hay preguntas todavía sin respuesta. ¿Hasta qué punto
ampliará H-P su gama de productos de uso final? En el II trimestre de
2004, la empresa lanzará una gama de pantallas líquidas y plásmicas.
¿Significará un asalto frontal al mercado de televisores? Y, después,
¿seguirá a Apple, Dell y Gateway rumbo al segmento MP3?

Aunque estas organizaciones tengan estrategias diferentes, afrontan el mismo
reto: hacer, simultáneamente, marketing para clientes institucionales
que gastan cientos de millones en sistemas y para el público menudo.
“Es difícil tener éxito en ambos universos al mismo tiempo”,
afirma la consultora Sandford Bernstein.

Por cierto, muy pocas empresas han logrado convertirse en “ambidextras”.
La solución clásica es la de General Electric: management y marketing
segmentados. Pero este camino no está abierto para Apple, Gateway, Dell
o H-P, que actúan con marca e identidad únicas. Cada cual, pues,
debe competir con especialistas tipo Sony -95% de las entradas proviene de ventas
minoristas- y, simultáneamente, con Sun o IBM, expertas en clientes institucionales.

Compartir:
Notas Relacionadas

Suscripción Digital

Suscríbase a Mercado y reciba todos los meses la mas completa información sobre Economía, Negocios, Tecnología, Managment y más.

Suscribirse Archivo Ver todos los planes

Newsletter


Reciba todas las novedades de la Revista Mercado en su email.

Reciba todas las novedades