Banda ancha, hotspots y una puja entre tecnologías

El negocio de datos inalámbricos viene se consolida. Al menos en los estamentos de ingresos altos y empresas. Ahora “anuncian la tecnología EDGE, en un mercado que aún no ha descifrado la sigla GSM”.

29 marzo, 2004

Así señala un informe de Carrier & Asociados, aludiendo a CTI y su conexión inalámbrica móvil para PC vía tecnología EDGE. Pero también está “la carrera entre Speedy y Arnet, ver quién sale primero en los medios anunciando servicios en WiFi. Ambos con la misma estrategia: comienzan hablando de hotspots para luego ofrecer WiFi”.

Más allá de que ambos productos se basen en esa tecnología LAN inalámbrica, cada negocio es totalmente distinto. “Una cosa –señalan los expertos- es acceso público a Internet (hotspot) y otra, muy distinta, es ofrecer redes LAN para uso privado”.

Por el lado de los “hotspots” (nodos), parece haber más búsqueda de posiciones que un negocio cierto. La idea sería “mostrar vanguardia tecnológica (relativa, si se considera que en los comercios norteamericanos de electrónicos se vende todo lo necesario para montar redes WiFi desde hace más de cuatro años), con un aura exitista”.

No en vano los primeros “hotspots” están en Puerto Madero, aeropuertos, hoteles internacionales, universidades privadas y restaurantes en Recoleta y Palermo. De todos modos, recuerda la consultora, “la viabilidad del negocio está en duda, aquí y en otras geografías. De hecho, estos servicios serán gratis al principio y, en el caso de Telecom, un adicional para clientes de Personal GSM y Arnet Highway”.

En cuanto a redes inalámbricas privadas, “el asunto tiene mucho más sentido, aunque no sea novedad. Desde hace casi un año, Ciudad Internet viene ofreciendo este servicio a clientes residenciales, si bien su esfuerzo publicitario o su convocatoria en medios no sea como las de Telefónica o Telecom”. Por supuesto, es una gama muy atractiva, no sólo para empresas que ya cuentan con redes LAN sino, también para hogares que puedan solventarla.

Tomando usuarios residenciales ya conectados a Internet, 18% tiene dos o más PC y, de éstos, 84% tiene una LAN, según un reciente trabajo de la firma. Si se considera que, en banda ancha, los usuarios permanecen más tiempo conectados, compartir acceso mediante de una red inalámbrica (de rápida y fácil instalación) con otras PC tiene extremada lógica económica.

Ante esta fiebre de nodos, surge una duda: ¿no era que las nuevas tecnologías permitirían tener datos a gran velocidad? ¿cuál es la utilidad de transladarse a un hotspot si, con una tarjeta en la “notebook” el usuario se libra de esa necesidad?

La indagación de la consultora va más lejos. “Comparando precios, la banda ancha móvil (lo de ancha es relativo, pues no llega a 100k en situaciones reales) parece más económica. CTI ofrece acceso ilimitado en horario no pico por $ 99 mensuales, mientras Telecom ofrece dos horas conectado a un hotspot por $ 30. Hay algo que no cierra. ¿Será, como dicen los defensores de CDMA, que con GSM el camino para la banda ancha móvil es más tortuoso o, por lo menos, más largo?”.

En esta línea de pensamiento, varios apóstoles de CDMA (con Qualcomm a la cabeza) están visitando a ejecutivos de Telefónica en Madrid para pedirles no desactivar la red de BellSouth. En el caso argentino, un periódico económico de propiedad española especula con la posibilidad de mantener ambas redes. Para ello, considera que la CDMA permitiría desarrollar ofertas atractivas para empresas. El peso de Telefónica Móveis en Brasil (la mitad de los clientes CDMA en la región) es un punto no menor.

Así señala un informe de Carrier & Asociados, aludiendo a CTI y su conexión inalámbrica móvil para PC vía tecnología EDGE. Pero también está “la carrera entre Speedy y Arnet, ver quién sale primero en los medios anunciando servicios en WiFi. Ambos con la misma estrategia: comienzan hablando de hotspots para luego ofrecer WiFi”.

Más allá de que ambos productos se basen en esa tecnología LAN inalámbrica, cada negocio es totalmente distinto. “Una cosa –señalan los expertos- es acceso público a Internet (hotspot) y otra, muy distinta, es ofrecer redes LAN para uso privado”.

Por el lado de los “hotspots” (nodos), parece haber más búsqueda de posiciones que un negocio cierto. La idea sería “mostrar vanguardia tecnológica (relativa, si se considera que en los comercios norteamericanos de electrónicos se vende todo lo necesario para montar redes WiFi desde hace más de cuatro años), con un aura exitista”.

No en vano los primeros “hotspots” están en Puerto Madero, aeropuertos, hoteles internacionales, universidades privadas y restaurantes en Recoleta y Palermo. De todos modos, recuerda la consultora, “la viabilidad del negocio está en duda, aquí y en otras geografías. De hecho, estos servicios serán gratis al principio y, en el caso de Telecom, un adicional para clientes de Personal GSM y Arnet Highway”.

En cuanto a redes inalámbricas privadas, “el asunto tiene mucho más sentido, aunque no sea novedad. Desde hace casi un año, Ciudad Internet viene ofreciendo este servicio a clientes residenciales, si bien su esfuerzo publicitario o su convocatoria en medios no sea como las de Telefónica o Telecom”. Por supuesto, es una gama muy atractiva, no sólo para empresas que ya cuentan con redes LAN sino, también para hogares que puedan solventarla.

Tomando usuarios residenciales ya conectados a Internet, 18% tiene dos o más PC y, de éstos, 84% tiene una LAN, según un reciente trabajo de la firma. Si se considera que, en banda ancha, los usuarios permanecen más tiempo conectados, compartir acceso mediante de una red inalámbrica (de rápida y fácil instalación) con otras PC tiene extremada lógica económica.

Ante esta fiebre de nodos, surge una duda: ¿no era que las nuevas tecnologías permitirían tener datos a gran velocidad? ¿cuál es la utilidad de transladarse a un hotspot si, con una tarjeta en la “notebook” el usuario se libra de esa necesidad?

La indagación de la consultora va más lejos. “Comparando precios, la banda ancha móvil (lo de ancha es relativo, pues no llega a 100k en situaciones reales) parece más económica. CTI ofrece acceso ilimitado en horario no pico por $ 99 mensuales, mientras Telecom ofrece dos horas conectado a un hotspot por $ 30. Hay algo que no cierra. ¿Será, como dicen los defensores de CDMA, que con GSM el camino para la banda ancha móvil es más tortuoso o, por lo menos, más largo?”.

En esta línea de pensamiento, varios apóstoles de CDMA (con Qualcomm a la cabeza) están visitando a ejecutivos de Telefónica en Madrid para pedirles no desactivar la red de BellSouth. En el caso argentino, un periódico económico de propiedad española especula con la posibilidad de mantener ambas redes. Para ello, considera que la CDMA permitiría desarrollar ofertas atractivas para empresas. El peso de Telefónica Móveis en Brasil (la mitad de los clientes CDMA en la región) es un punto no menor.

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