Acusaciones contra Microsoft

El Departamento de Justicia de Estados Unidos, junto con otros 19 estados, están llevando a cabo acusaciones de monopolio ilegal contra el coloso de la computación, fundado por el multimillonario Bill Gates.

12 enero, 2001

(EFE).- El Gobierno de Estados Unidos pidió hoy (viernes 12) a un tribunal de apelaciones que confirme la orden de división del gigante de la informática Microsoft, y negó que el juez que tomó esa decisión estuviera predispuesto contra la empresa.

El Departamento de Justicia y los 19 estados del país, que continúan en el caso contra Microsoft por abuso de su monopolio, presentaron hoy sus argumentos al tribunal federal que estudia la apelación del gigante.

Mientras tanto, las empresas rivales de Microsoft anunciaron hoy que han contratado al ex fiscal especial Kenneth Starr, para formar parte del equipo legal que pretende derribar al gigante con sede en Redmond (Washington).

El documento presentado hoy por Justicia, de 150 páginas, rebate los argumentos de Microsoft y asegura que la denuncia contra el mayor productor mundial de programas informáticos se debió a “un caso típico de monopolización”, en el que la compañía usaba su posición dominante para extender su dominio.

El Gobierno y los estados también aseguraron que el juez federal Thomas Penfield Jackson, quien declaró a Microsoft culpable de violar la ley antimonopolio, y en junio de 2000 condenó a la empresa a dividirse en dos, no estaba predispuesto contra la compañía.

Microsoft presentó su posición ante el tribunal de apelaciones en noviembre pasado, cuando consideró que la orden de división era una solución “extrema”, y que el juez Jackson había “comprometido la apariencia de imparcialidad, incluso predisposición contra Microsoft”.

La compañía que fundó Bill Gates se basó para ello en varias declaraciones del juez a la prensa, en las que criticó la actuación de algunos directivos de Microsoft.

Pero el documento presentado hoy asegura que “esas declaraciones no suponen una base para apreciar una predisposición o parcialidad”.

El tribunal que presidió Jackson “actuó adecuadamente”, asegura el documento, que deberá decidir el futuro de la empresa, aunque cualquiera que sea su decisión, será con toda seguridad apelada ante la Corte Suprema.

El juez Jackson decidió en abril que Microsoft era culpable de violar la ley antimonopolio, debido a que sus métodos de tratar de mantener su monopolio en el campo de los sistemas operativos serían iliegales, y también por sus intentos de aumentar su posición en el sector de los navegadores para Internet.

En otro capítulo de la saga de Microsoft, el conglomerado de empresas rivales que apoyan su división en dos anunció hoy la incorporación de Starr, el hombre que puso contra las cuerdas al presidente Bill Clinton, a su equipo legal.

Esas empresas, que han creado la organización ProComp y entre las que figuran AOL Time Warner, Oracle y Sun Microsystems, no precisaron detalles sobre el papel o el salario de Starr.

Starr y Walter Dillinger, un ex alto cargo legal de la Casa Blanca contratado por AOL, han participado en la elaboración del documento separado que las empresas presentan hoy ante el tribunal de apelaciones, en el que también se respalda la orden de división de Microsoft.

El ex fiscal especial declaró que “este caso, según lo veo, es una aplicación, en el escenario de una nueva tecnología, de los principios tradicionales y bien establecidos contra los monopolios”.

La presencia de Starr en este momento de cambio de gobierno levanta aún más cuestiones acerca de si la futura administración de George W. Bush tendrá una actitud más amistosa hacia Microsoft, que estuvo vinculada con la campaña presidencial republicana.

El siguiente paso en este largo proceso legal serán los argumentos legales, que se presentarán los próximos 26 y 27 de febrero.

En la presentación de esos argumentos se verá si el nuevo gobierno decide mantener el caso contra Microsoft, aunque los 19 estados han avanzado tanto que, si el gobierno federal abandona, ellos seguirán por su cuenta.

A partir de la presentación de argumentos orales, el tribunal de apelaciones podrá estudiar su decisión durante varios meses más.

Los expertos legales aseguran que, cualquiera que sea la decisión, será apelada al Tribunal Supremo por la parte perdedora, lo que hará aún más largo y complicado el final de este proceso.

El juez Jackson, a petición del Departamento de Justicia y sus aliados, pidió al Tribunal máximo del país que se hiciera cargo directamente de la apelación, pero éste rechazó la solicitud en septiembre pasado, y envió el caso al tribunal de apelaciones.

(EFE).- El Gobierno de Estados Unidos pidió hoy (viernes 12) a un tribunal de apelaciones que confirme la orden de división del gigante de la informática Microsoft, y negó que el juez que tomó esa decisión estuviera predispuesto contra la empresa.

El Departamento de Justicia y los 19 estados del país, que continúan en el caso contra Microsoft por abuso de su monopolio, presentaron hoy sus argumentos al tribunal federal que estudia la apelación del gigante.

Mientras tanto, las empresas rivales de Microsoft anunciaron hoy que han contratado al ex fiscal especial Kenneth Starr, para formar parte del equipo legal que pretende derribar al gigante con sede en Redmond (Washington).

El documento presentado hoy por Justicia, de 150 páginas, rebate los argumentos de Microsoft y asegura que la denuncia contra el mayor productor mundial de programas informáticos se debió a “un caso típico de monopolización”, en el que la compañía usaba su posición dominante para extender su dominio.

El Gobierno y los estados también aseguraron que el juez federal Thomas Penfield Jackson, quien declaró a Microsoft culpable de violar la ley antimonopolio, y en junio de 2000 condenó a la empresa a dividirse en dos, no estaba predispuesto contra la compañía.

Microsoft presentó su posición ante el tribunal de apelaciones en noviembre pasado, cuando consideró que la orden de división era una solución “extrema”, y que el juez Jackson había “comprometido la apariencia de imparcialidad, incluso predisposición contra Microsoft”.

La compañía que fundó Bill Gates se basó para ello en varias declaraciones del juez a la prensa, en las que criticó la actuación de algunos directivos de Microsoft.

Pero el documento presentado hoy asegura que “esas declaraciones no suponen una base para apreciar una predisposición o parcialidad”.

El tribunal que presidió Jackson “actuó adecuadamente”, asegura el documento, que deberá decidir el futuro de la empresa, aunque cualquiera que sea su decisión, será con toda seguridad apelada ante la Corte Suprema.

El juez Jackson decidió en abril que Microsoft era culpable de violar la ley antimonopolio, debido a que sus métodos de tratar de mantener su monopolio en el campo de los sistemas operativos serían iliegales, y también por sus intentos de aumentar su posición en el sector de los navegadores para Internet.

En otro capítulo de la saga de Microsoft, el conglomerado de empresas rivales que apoyan su división en dos anunció hoy la incorporación de Starr, el hombre que puso contra las cuerdas al presidente Bill Clinton, a su equipo legal.

Esas empresas, que han creado la organización ProComp y entre las que figuran AOL Time Warner, Oracle y Sun Microsystems, no precisaron detalles sobre el papel o el salario de Starr.

Starr y Walter Dillinger, un ex alto cargo legal de la Casa Blanca contratado por AOL, han participado en la elaboración del documento separado que las empresas presentan hoy ante el tribunal de apelaciones, en el que también se respalda la orden de división de Microsoft.

El ex fiscal especial declaró que “este caso, según lo veo, es una aplicación, en el escenario de una nueva tecnología, de los principios tradicionales y bien establecidos contra los monopolios”.

La presencia de Starr en este momento de cambio de gobierno levanta aún más cuestiones acerca de si la futura administración de George W. Bush tendrá una actitud más amistosa hacia Microsoft, que estuvo vinculada con la campaña presidencial republicana.

El siguiente paso en este largo proceso legal serán los argumentos legales, que se presentarán los próximos 26 y 27 de febrero.

En la presentación de esos argumentos se verá si el nuevo gobierno decide mantener el caso contra Microsoft, aunque los 19 estados han avanzado tanto que, si el gobierno federal abandona, ellos seguirán por su cuenta.

A partir de la presentación de argumentos orales, el tribunal de apelaciones podrá estudiar su decisión durante varios meses más.

Los expertos legales aseguran que, cualquiera que sea la decisión, será apelada al Tribunal Supremo por la parte perdedora, lo que hará aún más largo y complicado el final de este proceso.

El juez Jackson, a petición del Departamento de Justicia y sus aliados, pidió al Tribunal máximo del país que se hiciera cargo directamente de la apelación, pero éste rechazó la solicitud en septiembre pasado, y envió el caso al tribunal de apelaciones.

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