En los últimos años, hemos enfocado nuestros esfuerzos en dos grandes ejes: asegurar la competitividad de nuestras compensaciones, alineados con el cambio de la organización, su crecimiento y la incorporación de nuevas áreas de negocio; y redefinir la manera en que reconocemos la performance individual, teniendo en cuenta la transformación cultural que buscamos y el impacto en la construcción de una cultura de alto desempeño.
En materia de beneficios, nuestra prioridad está puesta en el bienestar integral de las personas. Para nuestros profesionales con menos de cinco años de antigüedad, otorgamos una semana adicional de vacaciones, y damos un día libre durante el mes de su cumpleaños. Con respecto al bienestar financiero, incorporamos un plan de pensiones y actualizamos nuestra política de préstamos.
También desarrollamos beneficios orientados a favorecer el balance entre la vida personal/familiar y la laboral, algo muy valorado por nuestro equipo. En este sentido, consolidamos una política de trabajo híbrido con un esquema de 50% de presencialidad, más allá del contexto de la pandemia. Todas estas iniciativas han tenido un impacto positivo, reflejado en mayores niveles de satisfacción y compromiso por parte de nuestros colaboradores.
Asimismo, para nuestro personal operativo (de convenio), incluimos servicio de comedor, transporte, entrega de un kit escolar, regalo de fin de año y lo que más disfrutamos, que es el Family Day, en el que pasamos un día entero en el Parque de la Costa, con juegos, shows, premios y sorpresas para toda la familia.
Estamos convencidos de que la clave está en generar mayor transparencia para que cada empleado comprenda su paquete compensatorio, y en fortalecer la comunicación, especialmente con nuestros líderes, para que estos puedan gestionar a sus equipos de forma más efectiva.
El futuro del trabajo es humano y automatizado
En la industria automotriz, la automatización no es una novedad: llevamos décadas conviviendo con ella en nuestras líneas de producción. Sin embargo, hoy estamos entrando en una nueva etapa en la que no solo se optimizan procesos, sino que se transforma profundamente la forma en que trabajamos, con quién trabajamos y para qué lo hacemos.
Estamos siendo testigos de una evolución mucho más significativa: la inteligencia artificial, la digitalización y la conectividad están redefiniendo los roles, las habilidades y la interacción entre las personas y la tecnología.
Nuestra visión es clara: el futuro del trabajo no es humano o automatizado, sino que es humano y automatizado. La tecnología debe ser una aliada para potenciar el talento, no para reemplazarlo. Creemos firmemente que su verdadero valor está en liberar a las personas para que puedan concentrarse en lo que realmente genera valor: la innovación, el diseño centrado en el usuario, la sostenibilidad y la experiencia del cliente.
Repensar la gestión del talento
La transformación que atraviesa nuestra industria exige repensar por completo la gestión del talento. Ya no alcanza con atraer perfiles técnicos sólidos: hoy se requieren habilidades híbridas, pensamiento adaptativo y una mentalidad de aprendizaje continuo.
Anticipándonos a estos desafíos, estamos trabajando en cuatro ejes estratégicos clave:
- Cultura organizacional: fortalecemos una cultura de alto desempeño basada en nuestros principios y valores. Promovemos el rol del líder como guía, acompañando a colaboradores que asumen un papel activo y sean protagonistas de su desarrollo dentro de un ambiente de aprendizaje continuo.
- Upskilling y re-skilling: a través de nuestro Toyota Institute, impulsamos el desarrollo de nuevas competencias mediante plataformas digitales y programas internos de formación, preparando a nuestros equipos frente a los avances tecnológicos.
- Flexibilidad y experiencia del colaborador: adoptamos una visión integral del bienestar, combinando esquemas de trabajo híbridos, beneficios y propuestas centradas en mejorar la experiencia de cada colaborador.
- Diversidad e inclusión: apostamos por equipos diversos porque entendemos que la diversidad no solo enriquece, sino que también potencia la innovación. Creemos en la diversidad de ideas, de perspectivas y miradas que nos ayudan a crecer.
Estamos atravesando una transformación profunda en la forma de atraer, desarrollar y retener talento. En los próximos cinco años, la gestión del talento será más ágil, personalizada y basada en habilidades. Esto implica cambios estructurales como el rediseño de los procesos de selección y la integración de IA ética en recursos humanos.
En definitiva, entendemos que el talento es hoy nuestro principal activo competitivo, y nos estamos preparando para potenciarlo en un entorno en constante evolución.