El acceso al primer empleo formal representa un hito de transformación para jóvenes provenientes de entornos vulnerables en Argentina. En un contexto donde cerca del cuarenta por ciento de la población se encuentra en situación de pobreza, la posibilidad de obtener un trabajo registrado marca el inicio de un proyecto de vida y la construcción de la identidad profesional.
La Fundación EMPUJAR orienta su labor a facilitar el ingreso y la permanencia de estos jóvenes en el mercado laboral, combinando formación en habilidades blandas —competencias interpersonales y de comunicación relevantes para el desempeño profesional—, seguimiento personalizado y herramientas que favorecen tanto el desenvolvimiento en el trabajo como en la vida cotidiana. El proceso requiere que los jóvenes adquieran autonomía, responsabilidad y confianza para enfrentar dinámicas laborales desconocidas.
Según Germán Lojk, director ejecutivo de la entidad, “significa la oportunidad de mostrar lo que saben, aprender y empezar a construir un futuro con sus propias manos”. La adaptación a nuevas reglas y la comprensión de la cultura organizacional suelen representar desafíos importantes, especialmente para quienes son pioneros en sus familias con empleo formal. Sin el acompañamiento adecuado, existe el riesgo de renuncias prematuras y frustración.
La participación activa de las empresas y sus equipos resulta decisiva al ofrecer espacios de aprendizaje, retroalimentación y confianza. Este apoyo fortalece el compromiso de los jóvenes y les permite transformar su primer empleo en un verdadero proyecto de futuro. Lojk sostiene: “Nuestra misión es ser puente de estos vínculos conectando talento joven con empresas comprometidas, generando oportunidades de desarrollo profesional que trascienden la simple inserción laboral”.
El sostenimiento del primer paso laboral y el acompañamiento constante emergen como factores esenciales para convertir oportunidades en historias de desarrollo, talento y cambio social.












