martes, 18 de marzo de 2025
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Beneficios laborales para paliar la inflación: los más valorados del 2024 y las tendencias para este año

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Según el análisis de Great Place to Work y Bonda, los beneficios adaptados a las necesidades reales de los equipos fueron cruciales para lograr culturas organizacionales que sean sólidas y sostenibles ante un contexto de estrés financiero para los colaboradores.

La inflación es una variable desafiante para el bienestar en el empleo. Los beneficios laborales han dejado de ser un “extra” para convertirse en un elemento estratégico que impacta directamente en la satisfacción, retención y productividad de los colaboradores.

En este contexto, y según los datos de Great Place to Work y Bonda, los beneficios adaptados a las necesidades reales de los equipos fueron clave para construir culturas organizacionales sólidas y sostenibles. Y lo siguen siendo.

Para abordar un 2025 con nuevos retos, estas son las tendencias, desafíos y oportunidades que las empresas deben considerar para transformar sus políticas de beneficios de manera exitosa.

Los beneficios más valorados de 2024

Con un acumulado anual del 112% y un interanual del 166%, según datos del INDEC, el poder adquisitivo de los empleados siguió bajo presión en 2024. A pesar de un crecimiento salarial del 140,5% interanual, los ingresos no lograron equiparar el costo de vida y esto generó insatisfacción en más del 50% de los colaboradores, de acuerdo con el Reporte de Remuneración de Michael Page.

En este escenario con creciente estrés financiero y con un 93% de los colaboradores reportando dificultades económicas, los beneficios laborales tomaron un rol central en las estrategias organizacionales.

Los colaboradores buscan soluciones concretas que los apoyaran en su día a día y las empresas respondieron a esta necesidad.

De acuerdo con el Ranking Bonda Top, estos fueron los beneficios más utilizados y valorados por los colaboradores durante el año pasado:

  • Combustibles y transporte: los subsidios en combustible y cargas en SUBE lideraron las preferencias, especialmente en entornos urbanos donde los costos de movilidad son significativos.
  • Compras esenciales: descuentos en comercios diversos como blanquería, supermercados y delivery de comidas se posicionaron como una forma efectiva de aliviar los gastos básicos del hogar.
  • Indumentaria y moda: beneficios en tiendas de deportes se valoraron por su impacto en la vida cotidiana de los colaboradores.
  • Gastronomía: los convenios con cadenas de comida fueron valorados por ofrecer momentos de ocio y conexión familiar.
  • Belleza y salud: accesos preferenciales a perfumerías destacaron por su contribución al bienestar personal.
  • Servicios esenciales: subsidios para servicios como internet, televisión por cable, telefonía y electricidad fueron preferidos por la tranquilidad de garantizar necesidades básicas.

Más allá de los descuentos y subsidios, los empleados destacaron que los beneficios de bienestar personal y equilibrio vida-trabajo fueron los que generaron mayor impacto en su satisfacción laboral.

Estos, combinados con incentivos tangibles para los gastos cotidianos, fortalecieron el compromiso y la conexión emocional con la organización.

En este marco, el dato clave fue que un 68% de los colaboradores consideró fundamental que su empresa cuente con un programa de beneficios que los ayude a gestionar los gastos diarios.

Esta tendencia no solo es una respuesta a la coyuntura económica, sino también un reflejo del compromiso de las organizaciones por mejorar la calidad de vida de sus equipos.

Cuáles son las tendencias clave para el 2025

El 2025 trae consigo desafíos y oportunidades únicas para las empresas que buscan optimizar su estrategia de beneficios.

En un entorno económico donde el bienestar de los colaboradores está estrechamente vinculado a las decisiones organizacionales, los beneficios laborales se perfilan como una herramienta estratégica que es clave.

Las siguientes son las tendencias más relevantes que marcarán este año:

  1. Personalización como norma

Las organizaciones que logren adaptar sus beneficios a las necesidades específicas de sus colaboradores se destacarán en el mercado laboral.

La capacidad de aliviar preocupaciones económicas, como los altos costos de servicios esenciales, mejorará el bienestar financiero de los empleados y potenciará su compromiso y satisfacción laboral.

  1. Beneficios como complemento a los ajustes salariales

Equilibrar los ajustes salariales con una oferta atractiva de beneficios será crucial.

En contextos de inflación y expectativas económicas cambiantes, los colaboradores valoran programas que les permitan maximizar sus ingresos y reducir gastos esenciales.

  1. Medir para mejorar

A pesar del impacto positivo que los beneficios generan, muchas empresas enfrentan desafíos al medir su efectividad.

Según datos recientes, el 53% de las organizaciones señala que medir el impacto de los beneficios es su mayor desafío. Mientras que la falta de presupuesto afecta al 24% de las empresas.

En tanto, la comunicación deficiente y la falta de herramientas adecuadas, ambas con un 12%, también complican la gestión.

  1. Soluciones prácticas y accesibles

El enfoque en beneficios que impacten directamente el día a día de los colaboradores será una prioridad.

La proyección de Bonda muestra que, en 2025, los beneficios centrados en resolver necesidades cotidianas como supermercados, servicios, salud y educación ganarán aún más protagonismo.

En 2025, las empresas que lideren el cambio en beneficios laborales construirán culturas organizacionales más fuertes y resilientes.

Priorizar la personalización, medir el impacto y garantizar la comunicación efectiva de estas ventajas serán las claves para destacar en el competitivo mercado laboral de este año.

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