Con el objetivo de conocer cómo la segunda ola afecta el normal funcionamiento de los consorcios, ConsorcioAbierto, sistema de gestión de barrios y edificios, realizó una encuesta de la que se desprende que actualmente la principal demanda de los vecinos a sus administradores es el retraso en la prestación de servicios por parte de los proveedores, seguida por la inclusión de los adultos mayores en la digitalización de la comunicación y la posibilidad de realizar votaciones online.
“La mayor parte de estas demandas de los vecinos tiene que ver con la digitalización de los consorcios y con la posibilidad de resolver las necesidades operativas como el pago de expensa o la reserva de un amenitie desde su celular o computadora”, destacó Albano Laiuppa, Director de ConsorcioAbierto. “En cuanto a la inclusión de los adultos mayores, sabemos que los vecinos y los administradores se esfuerzan por encontrar alternativas para aquellos que tienen dificultades con la tecnología. En nuestro caso, desde el área de experiencia del usuario tenemos muy en cuenta las necesidades de los adultos mayores a la hora de diseñar el sistema de gestión para que la interfaz sea lo más amigable posible”, agregó.
Para Héctor González, de Administración Chillari, hay dos etapas muy marcadas en relación a este tema. “La primera es la que va de marzo a octubre del año pasado donde se hizo lo mínimo indispensable en los consorcios porque no había permisos para realizar trabajos y tampoco había fondos. En los consorcios que administramos, en 2020 se moderó el gasto de expensas. La segunda etapa arranca en octubre 2020 donde al volver al trabajo los proveedores se encontraron con una avalancha de pedidos”.
Entonces, por la cuarentena se suspendieron varios meses los trabajos, a lo que se agregó la falta de proveedores por la sobredemanda que se generó al reiniciar las actividades. “Hay que tener en cuenta que frenar la actividad del consorcio llevó 3 o 4 meses y ponerlo en marcha nuevamente también puede llevar 3 o 4 meses. Eso es lo que la gente percibió como demora; la demora fue real”, explicó González.
Otro de los puntos a tener en cuenta es que muchas veces lo que se planifica luego se demora como consecuencia del Covid-19. “En muchos casos, sucede que los proveedores tienen equipos de trabajo completos afectados y hasta que se reponen tienen que reprogramar todos los trabajos”, comenta el administrador.
En las demoras también influyen las dificultades económicas. “No hay forma de mantener los consorcios operativos si la expensa no aumenta como la inflación”. Según el vocero, hay que sostener la expensa en un nivel donde pueda pagar los gastos y a los proveedores. “Es una ilusión que pueda mantenerse quieta la expensa si tenemos en cuenta que el 80% de la expensa es de sueldos y servicios que se actualizan solos por paritaria o inflación”, remarca González, quien además afirma que “la única variable de ajuste es el mantenimiento, es decir, se puede moderar la expensa postergando mantenimiento, el resto es un corset”.
“Cabe destacar que la digitalización de los consorcios contribuye a una mejor relación de administradores con proveedores. Los sistemas de gestión le brindan al administrador una visión general del estado de caja de los diferentes consorcios y esto ayuda a la gestión con proveedores. Asimismo, también se puede tener esta visión general por proveedores, lo que contribuye a mejorar la negociación, por ejemplo, obteniendo prioridad a la hora de solicitar un servicio o un mejor precio”, concluyó Laiuppa.