En la última década, el número de delitos denunciados ante la policía en todo el país creció 96%: de 560.240 casos en 1990 a más de un millón en 1999. El incremento fue mucho más pronunciado en la Capital Federal: los 61.203 casos denunciados en 1990 pasaron a 191.755 el año pasado, lo que revela un incremento de 213%. En la lista de provincias con mayor índice de crecimiento de denuncias siguen Tierra del Fuego, Mendoza, y Neuquén.
Las estadísticas se agravan si se considera que los casos denunciados representan menos de un tercio de los que realmente se producen.
En este contexto, no resulta sorprendente que se haya formado un verdadero mercado de la seguridad privada, en el que los consumidores invierten cada vez más en elementos que les permitan sentirse protegidos. Su crecimiento es constante: en 1997 la facturación total del sector era de US$ 820 millones; en 1999 llegó a 1.150 millones y se espera que este año trepe a 1.300 millones (ver gráfico 2).
Puede estimarse que, de ese total, 77% corresponde al rubro de vigilancia privada, y 23% a la venta de distintos sistemas electrónicos aplicados a la seguridad.
No sólo los bancos
Lo que antes era un servicio casi exclusivo de la actividad bancaria y de grandes empresas, hoy se ha extendido a todos los ámbitos de tránsito o permanencia de personas. Los sistemas de seguridad se utilizan actualmente en casas particulares, supermercados, salas de juego, industrias, túneles viales, grandes espectáculos, partidos de fútbol, transporte de mercaderías, y vehículos particulares, además, claro, de los bancos.
Aunque se trata de un fenómeno mundial, el incremento de los delitos y una creciente sensación de inseguridad se suman a la escasez de recursos de la policía pública, para promover el desarrollo de nuevas alternativas de seguridad privada.
En este momento, están en actividad aproximadamente 150.000 vigiladores, de los cuáles sólo alrededor de 90.000 se encuentran debidamente registrados, según datos del mercado.
La actividad fue regulada en 1988 y colocada bajo el control total y excluyente de la Policía Federal, encargada de habilitar y registrar a las empresas del rubro. Los alcances de la investigación privada se limitaban, además, a los ámbitos civil, comercial y laboral.
Pero nuevas normas legales están en vías de promulgación. La ley nacional 1.002, de 1999, tiene media sanción de la Cámara de Diputados; el decreto 118 de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires ya está promulgado pero no fue aún reglamentado; la ley 12.297 de la provincia de Buenos Aires está vigente.
Esta carencia, hasta ahora, de legislación vigente en los ámbitos nacional y de la Capital Federal, lleva a las empresas a funcionar libremente en el mercado.
El costo del agente propio
Cada agente de seguridad privada trabaja, según el convenio laboral, unas 200 horas por mes. Las empresas cobran por el servicio a razón de $ 5,5 por hora.
Las categorías, según el convenio, son:
- vigilador general, con un salario básico de $ 310;
- vigilador bombero, que cobra 10% más, y
- vigilador principal, cuya remuneración crece 10% con respecto al
anterior, siempre con esas cifras como básico de convenio de la Unión
de Trabajadores de Seguridad Privada.
Quedan excluidos de estos valores los servicios especiales para personalidades especialmente reconocidas, que no tienen límite de facturación y usan sofisticado instrumental, armas especiales, intercomunicadores de última generación y hasta blindajes especiales en autos o casas.
El rango de salarios que se paga a los vigiladores parte de los US$ 350 mensuales y alcanza los US$ 5.000 para el grupo de elite de vigiladores o custodios, además de viáticos y estadías.
Se puede estimar, por ejemplo, que el costo de dar seguridad en un recital en un estadio de fútbol, donde intervienen unos 500 agentes, es de aproximadamente US$ 25.000 por función.
Del total del personal empleado por las agencias puede establecerse que la mitad cumple con todos los requisitos de habilitación; el resto trabaja en forma irregular, en muchos casos son efectivos en actividad de las fuerzas públicas, que contravienen la ley para mejorar sus ingresos. La edad promedio de los vigiladores es de 45 años, y sólo 20% está armado.
Se detectan hoy tres tipos de empresas que trabajan en el mercado con características diferentes de las que están agrupadas en las cámaras, y que cobran precios mucho más bajos:
- pequeñas firmas que evaden impuestos y no forman a sus agentes;
- cooperativas de trabajo, que tercerizan la responsabilidad en sus agentes-socios;
de este modo reducen sus obligaciones impositivas y laborales; - grandes empresas extranjeras que están llegando al país y
que por tener acceso a financiación a tasas internacionales pueden
ofrecer sus servicios a precios que están por debajo de los costos
del mercado local.
Historia reciente
Hacia 1996, el mercado crecía a razón de 10 a 15% anual. Existían 172 empresas asociadas directamente a las dos principales cámaras del sector, y otras 40 se encontraban agrupadas en ocho cámaras regionales. Alrededor de 65.000 personas estaban empleadas en el sector.
Hoy, la cámara suma 250 compañías en todo el país, con una demanda creciente. Pero se calcula que hay 1.200 empresas más, no asociadas a la cámara, algunas muy pequeñas o no habilitadas. Suelen aparecer en el mercado con contratos precarios y puntuales con uno o dos clientes.
La dotación de personal en las empresas asociadas a la cámara ronda los 90.000 hombres. La suma del personal total ocupado considerando también las no asociadas se estima entre 150.000 y 160.000 personas.
Si el sector no genera más empleo se debe en buena medida a que los sistemas electrónicos, aunque no eliminan la participación humana, la disminuyen sensiblemente. Según los expertos, una alarma bien ubicada reemplaza a cuatro o cinco vigilantes. Un sistema integral de seguridad, con alarmas, monitoreo y hasta circuitos cerrados de TV, demanda una inversión mayor en el momento de su instalación, pero con el tiempo disminuye sustancialmente el gasto mensual en salarios.
Entre las principales empresas que brindan servicios generales, y que cuentan con planteles superiores a 1.000 empleados, se destacan Prosegur, Seguridad Argentina, Seguridad y Custodia, Imperium, Investigaciones Weckesser y Organización Fiel. Ninguna de ellas supera 10% de participación en el mercado.
Teniendo en cuenta los costos de registro de antecedentes del personal, cursos de capacitación, permisos de portación de armas, seguros e indumentaria y vehículos, la inversión inicial para formar una empresa de seguridad parte de una base de US$ 30.000.
Protección electrónica
Las principales alternativas ofrecidas en cuanto a sistemas electrónicos de protección son: alarmas, monitoreo de alarmas, seguimiento satelital y localización vehicular, control de accesos y circuitos cerrados de TV.
En el ámbito bancario-financiero rigen normas regulatorias y la obligatoriedad de instalar sistemas de seguridad. Este es el único servicio de monitoreo reglamentado, y está a cargo de la Policía Federal.
La venta de sistemas electrónicos de seguridad ronda los US$ 300 millones al año. Las alarmas tienen una participación de 50 a 60%; el monitoreo se lleva alrededor de 17%, el seguimiento satelital de vehículos, entre 10 y 13%, y los circuitos cerrados de televisión (CCTV) y control electrónico de accesos, alrededor de 18%.
Un sistema de alarma básico para una propiedad cuesta alrededor de $ 400. Este cálculo es válido para una vivienda, comercio o industria, considerando sistemas estándares, no diseñados especialmente. En cuanto a los sistemas de monitoreo, el costo más importante para el usuario es la cuota de suscripción mensual, ya que el equipo, si se cobra la instalación, tiene habitualmente el valor de dos o tres cuotas mensuales, y las empresas principales que compiten en el mercado no lo cobran. El costo mensual para una vivienda ronda entre $ 25 y 35 más IVA, según la cantidad de sensores instalados.
En cuanto a los sistemas de seguimiento satelital para vehículos, hay que estimar alrededor de $ 1.000 mensuales por unidad asistida, mientras que un sistema de recuperación de vehículos comprende el valor del equipo ($ 380) y la instalación ($ 50), más un abono mensual del servicio que se estima en el uno por mil del precio de la unidad.
Un circuito cerrado de televisión se cotiza a $ 500 por cámara instalada, más una cuota mensual de $ 100. Las empresas que proponen este sistema admiten que requiere una mayor inversión inicial, pero aseguran que los costos bajan considerablemente en cuanto al mantenimiento. Se considera que para el mismo servicio la necesidad de personal baja a la mitad. Considerando el costo hora/hombre entre $ 4,5 y $ 8, se puede estimar la reducción mensual de gastos de acuerdo con cada empresa.
Un sistema para banco con cuatro cámaras, lente, monitor y videograbadora cuesta, instalado, alrededor de $ 3.000.
Las compañías de seguros representan una importante llave de entrada al mercado, ya que muchas de ellas exigen como condición de la póliza la instalación de alarmas de características determinadas, y otras bajan las primas según el grado de sofisticación de los sistemas de seguridad instalados por el asegurado.
La seguridad en el interior
Sin duda, la oferta y demanda de sistemas de seguridad está concentrada en el área de Capital Federal y Gran Buenos Aires, donde se despliega alrededor de 80% de la capacidad operativa de todas las empresas del país. Le siguen en orden decreciente Córdoba, Rosario, Santa Fe y Mendoza.
La demanda en el interior del país crece proporcionalmente con la población
de cada ciudad. La publicidad en medios masivos de las empresas de seguridad
electrónica va generando un clima de necesidad de uso de sus productos.
Dos asaltos por hora Los crecientes Algunas En la Capital En la provincia Es preciso La diferencia |
Los informes sectoriales El Departamento Esos informes En la edición El siguiente N° |
El sumario La siguiente 1.
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“Cómo convertir el hogar en una sólida fortaleza”. Marketing Hoy, abril de 1994. CD ROM de la Colección de MERCADO. “Más de la mitad de la población se siente insegura”. MERCADO Córdoba, enero de 2000. “La economía del crimen”. Clarín, suplemento Zona, 5 de septiembre de 1999. http://www.clarin.com.ar/suplementos/ zona/99-09-05/i-00401e.htm “Hechos delictuosos con intervención policial”. Cliquear en información estadística provincial. Buscar por Capital Federal y/o por provincia requerida. http://www.indec.mecon.ar/default.htm “Estadística criminal”. Home page del Ministerio de Justicia de la Nación. http://www.jus.gov.ar/minjus/ssjyal/ Reincidencia/RN_ESTADISTICAS.HTML “La tenencia de armas crece a la luz del debate”. La Nación, 13 de octubre de 1998. http://www.lanacion.com.ar/98/10/13/index.asp “Perfil de un ejército paralelo”. Clarín, martes 8 de agosto de 2000. http://www.clarin.com.ar/diario/2000-08-08/s-03103.htm “Seguridad para la nueva logística”. MERCADO, mayo de 1998. |
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