Dentro de cinco años, los hogares serán más inteligentes que sus habitantes. Las heladeras llamarán al supermercado cuando se acaben los huevos o la leche. Los lavarropas detectarán fallas mecánicas y las arreglarán sin que sus dueños se enteren. Las computadoras y los electrodomésticos computarizados se intercomunicarán para mantener constante la temperatura, y el ruido a niveles tolerables.
El concepto de la casa inteligente viene dando vueltas desde que existe la computadora, o tal vez desde antes, desde la primera vez que alguien pensó en mecanizar las tareas domésticas. Sin embargo, salvo los millonarios y los fanáticos de las computadoras, la gente no disponía de los medios para pagar por tales artefactos.
Ahora es distinto. Las empresas desarrollan formas sencillas y económicas para conectar entre sí los más novedosos equipos digitales. Más aún, están haciendo que las operaciones sean tan fáciles que, para que funcionen sus equipos, absolutamente compatibles entre sí, bastará con enchufarlos. Se acerca la casa inteligente completamente en red.
Todos coinciden en que el deseo del consumidor de compartir el acceso a Internet entre las varias computadoras de una casa le dio a la industria informática el envión que necesitaba para hallar soluciones y trabajar en conjunto. A medida que los precios se reducen más y más, se multiplican de manera impresionante los hogares que tienen computadora.
Por otra parte, hay módems cada vez más veloces y económicos. Las redes hogareñas pueden hacer ahorrar a las familias cientos de dólares por año en periféricos tales como impresoras, módems, zips, líneas telefónicas y cuentas de Internet. A medida que millones de profesionales se suman a las legiones de quienes trabajan en sus hogares, se acelera la demanda de sistemas de redes de computación fáciles de usar.
Todo en red
En una muestra de sentido común poco frecuente dentro del extraordinariamente competitivo mundo de la informática, un consorcio de empresas denominado Phoneline Networking Alliance acordó el desarrollo de una primera generación de sistemas de redes telefónicas y virtuales basado en la tecnología Home Run de Tut Systems. El convenio asegurará al usuario que los equipos de distintas compañías podrán comunicarse entre sí. Como el sistema Home Run usa tecnología Ethernet, no es caro: aumenta el costo de una PC sólo en unos US$ 50.
Por supuesto, estos sistemas tienen algunas limitaciones: deben estar ubicados cerca de conexiones telefónicas, por ejemplo. Algunas empresas buscan alternativas inalámbricas. Aún no se ha logrado una normativa que unifique el sistema y muchos productos no pueden trabajar juntos. También se está experimentando con la conexión de computadoras y equipos domésticos en red por medio de tomas de electricidad y de televisión por cable.
Por supuesto que al compartir los periféricos, los costos relacionados con computadoras y video juegos se abaratan y las PC adquieren un mayor valor dentro del seno de la diversión familiar; sin embargo, el Santo Grial de los sistemas de redes domésticos sigue siendo que la utilidad de los electrodomésticos digitales crezca de manera exponencial, es decir, llegar a la casa inteligente.
Ejemplos notables
Desde hace una década, los electrodomésticos son cada vez más inteligentes. Se puede hacer que ellos trabajen juntos y las posibilidades serán infinitas.
El fabricante italiano Merloni Electronics desarrolla una línea de electrodomésticos que se intercomunican vía Internet. Hay un horno inteligente que baja recetas de la Web y está equipado con instrucciones de cocción activadas a control remoto.
Philips Electronics acaba de presentar Ambi, que usa sistemas de conexión inalámbricos para transformar un televisor en un segundo o tercer monitor, que puede ser usado aun cuando otra persona esté trabajando en la computadora de la casa. Su costo: entre US$ 500 y 700.
V-Syne Technology, de Japón, desarrolló el prototipo de una heladera con un procesador Pentium II y disco duro. Se controla (e ingresa a Internet) tocando un monitor.
Dispositivos compatibles conectados con el software Plug & Play Universal de Microsoft se configuran entre sí. Una cámara, por ejemplo, podría descubrir y usar una impresora en red sin que se le diga donde está en el sistema. Es más, no sería necesario que el usuario tenga una PC o Windows para que el sistema funcione.
El software Jini de Sun Microsystems también puede unirse a una red y configurarse automáticamente. Jini se basa en la tecnología Java pero no requiere de un sistema operativo o procesador específico.
Motorola se asoció con el MIT para crear dispositivos digitales más personalizados y capaces de trabajar en red. La empresa donó US$ 5.000 millones para la construcción y equipamiento del laboratorio del ADN digital, donde se le enseñará a los electrodomésticos a entender lo que quiere el usuario y a comunicarse entre ellos para anticipar su respuesta.