Tercerizar tiene sus privilegios

    -¿Por qué eligió el outsourcing como tema de estudio?


    -Por un lado, hay que pensar que a los departamentos de sistemas informáticos de las empresas les resulta muy difícil retener a su personal, puesto que muchos migran, atraídos por las oportunidades que brinda el desarrollo del comercio electrónico y el e-business en general. De esta manera, surgen firmas que están dispuestas a brindarles a las empresas los servicios informáticos que necesitan, pero desde afuera.


    -Sin embargo, siempre se pensó que los procesos que manejan los departamentos de informática son estratégicos para la compañía y, por lo tanto, no se pueden tercerizar.


    -Esto fue así hasta 1989, cuando Kodak lo hizo y todos comenzaron a seguir ese ejemplo; descubrieron que así les iba bien y ahorraban dinero. Las empresas comprendieron que también podían tercerizar algunas operaciones, como el mantenimiento del parque de computadoras o las redes. De esta manera surgieron muchas firmas que se especializaron en esos servicios, buscando economía de escala. Por ejemplo, hay empresas de outsourcing que sólo dan servicios de mesa de ayuda para grandes compañías. Lo cierto es que, con la tercerización, las organizaciones bajan costos, ya que no necesitan tener un gran departamento de sistemas.


    -Y ese proceso de tercerización del hardware parece continuar con el software…


    -Luego de la irrupción de los Internet Service Providers (ISP) que, además de brindar acceso a Internet, ofrecen soluciones para alojar páginas Web, llegan los Application Service Providers (ASP) que les dan a las compañías la posibilidad de alquilar sus productos, en lugar de tener que comprar licencias de software. Un ASP es una empresa que provee servicios de software y hardware a varios clientes y les cobra por transacción o por usuario. La ventaja para las organizaciones es que no tienen que preocuparse por la renovación de equipos y los programas informáticos.


    -¿Qué diferencias encuentra entre el mercado argentino y el estadounidense en cuanto a los ASP, teniendo en cuenta que la tercerización parece tener más aceptación entre las Pymes que entre las compañías grandes?


    -El mercado de ASP apunta específicamente a las Pymes, de manera que la Argentina es un mercado perfecto para ellos. Una de las ventajas de este modelo es que el costo de entrada se reduce fuertemente, ya que las inversiones en infraestructura casi no existen. Las empresas que contratan a un ASP no necesitan adquirir grandes servidores ni software. Sólo tienen que concentrarse en hacer bien su negocio.


    -En la Argentina, el grupo ASSA desarrolló una alianza con Telecom para brindar este servicio. Sin embargo, hay consultores que aseguran que las empresas grandes no saben cómo tratar a las Pymes, y que éste no será un negocio rentable.


    -Existe una asociación que se llama ASP Industry Consortium que tenía sólo 25 miembros en 1999 y hoy reúne a más de 450. La mayoría de ellos son pequeñas empresas. Con esto quiero decir que va a haber mucha oferta de ASP desde empresas que no serán grandes jugadores. También habrá una oferta cada vez más interesante de servicios de ASP desde compañías pequeñas, formadas por cinco o seis personas que se entenderán muy bien con las Pymes. Coincido con la idea de que los grandes oferentes tendrán problemas en darles servicios a las pequeñas empresas, pero pueden ofrecérselos a las grandes.


    -¿Cuáles son las oportunidades y amenazas para las empresas que quieren entrar en el negocio de los ASP?


    -Las oportunidades son muy grandes porque los ASP nacieron para reducir costos. Pero surgen algunos problemas que hay que resolver. Entre ellos, asegurar la solidez de la infraestructura de quien ofrece el servicio, ya que los sistemas de comunicaciones que los vinculan con sus clientes no deben caerse nunca. Se presenta otro problema cuando una compañía quiere cambiar del ASP que tiene todos sus datos y debe pasárselos a otro.


    -¿Cuánto dinero estima que moverá el mercado de ASP?


    -Para el año 2002 se cree que el mercado total de outsourcing manejará cerca de US$ 21.000 millones, y más de 26% de ese dinero se lo llevarán los ASP. En el caso argentino, la tendencia a buscar costos muy bajos hará que el mercado progrese por arriba de la media mundial.