Un elefante norteamericano en un bazar ruso

La ex Unión Soviética puede ser un terreno minado para los inversores extranjeros. El caso de una legendaria fábrica de porcelana resulta particularmente ilustrativo. Un consorcio estadounidense adquirió el paquete mayoritario de acciones, sólo para encontrarse con el boicot de un grupo de ex gerentes rusos. El actual director de la fábrica debe reconstruir una planta en ruinas, desterrar prácticas ilegales y ganarse la lealtad de 1.750 trabajadores.

17 noviembre, 2012

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