El Banco Urquijo, uno de los más añejos y tradicionales de España, y especializado en la atención de particulares de alta renta, llegó a la Argentina. La entidad, controlada por el grupo luxemburgués KBL y con activos superiores a US$ 4.000 millones, se propone captar a los clientes vip de los grandes bancos comerciales locales que no se sientan atendidos adecuadamente.
Esta filial, que comenzó a funcionar en marzo con una oficina en el piso 17 de la Torre Alem Plaza (Catalinas), inició en 1998 el trámite de radicación ante el Banco Central, pero sólo un año después definió su incorporación a esta plaza, tras realizar una serie de estudios de prefactibilidad que dieron sentido a su apuesta.
“Comprobamos un alto grado de desencanto en la parte alta de la clientela de los bancos más tradicionales, producto de la pelea que iniciaron hace unos años por ampliar su base de clientes”, explica Mariano Imaz, ex director comercial de Banca Privada del Banco Río y ahora principal ejecutivo local del Urquijo. Y agrega: “Se puede decir que es un proceso natural que, para nosotros, implica una muy buena oportunidad de negocio”.
Contrariamente a lo que realizan otros prestigiosos bancos de inversión que sólo mantienen en Buenos Aires oficinas de representación (algo que los limita a invertir sólo en el exterior), y casi como si se tratara de una prueba de que su apuesta no es a medias, el Urquijo desembolsó los US$ 20 millones que exige el BCRA a las entidades que llegan para radicarse.
Esta decisión lo coloca un paso adelante del resto de los bancos de inversión, ya que le permite combinar todos los servicios tradicionales de la banca transaccional (abrir cajas de ahorro o corrientes, entregar tarjetas, tomar depósitos, realizar transferencias, dar préstamos o custodiar valores) con el asesoramiento integral en productos de inversión (que incluye consejos en materia impositiva), explica el español Claudio Nowack Diez, encargado de la operación argentina del Urquijo, la primera de la entidad en América latina.
-¿Qué los trajo ahora a la Argentina?
C. N. D.: Vinimos porque creemos que están dadas las condiciones para poner en práctica aquí el modelo de banca que nos hizo exitosos en España y Europa. La Argentina tuvo en los últimos años un fuerte crecimiento de su economía que, paralelamente, implicó concentración de la riqueza. Entendemos que muchas personas que pertenecen a ese sector social hoy no se encuentran contenidas en los bancos con los que operaban tradicionalmente y necesitan otro tipo de servicio. Precisamente el tipo de servicio en el que nosotros nos especializamos.
M. I.: Apuntamos a aquellas personas que tienen patrimonios superiores a US$ 300.000 y están buscando la posibilidad de combinar un servicio transaccional de eficiencia con asesoramiento personalizado, para saber leer las oportunidades de inversión que aparezcan para su tipo de demanda y ponderarlas integralmente; es decir, teniendo en cuenta las expectativas, los posibles rendimientos y el impacto impositivo que, de acuerdo con el marco tributario local vigente, puede tener esa operación.
-¿El único negocio al que apuntan es la administración de patrimonios?
M. I.: No. Sólo en un principio nos concentraremos en ese tipo de negocio y las operaciones en el mercado de capitales. Luego vamos a ir trasladando a la Argentina lo que llamamos el modelo Urquijo, que incluye un sector de atención a empresas.
-¿Cómo definen el tipo de servicio que ofrecen?
C. N. D.: Diría que no somos un banco de productos sino de servicios.