El peligro es no cambiar

La introducción de programas como TQM enfrenta a la organización y a todos sus integrantes a la necesidad de abandonar el statu quo. Esto genera fuertes resistencias que a su vez pueden precipitar el fracaso de cualquier iniciativa. La clave, por lo tanto, reside en la atención que preste la empresa a los mecanismos para instalar el cambio como la mejor opción posible. James Harrington plantea estos conceptos desde la perspectiva que le otorgan sus 30 años como gerente de calidad en IBM y su actual posición en la consultora Ernst & Young, donde se desempeña como asesor de calidad internacional.

17 noviembre, 2012

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