La cadena de hipermercados Jumbo cerró 1999 con ocho locales en la Argentina, a los que hay que sumar tres en Chile. Tiene 700 proveedores activos y otros 2.300 que le venden sus productos en distintas épocas del año. Por eso no es de extrañar que sus oficinas de compras estén abarrotadas de ejecutivos de cuentas que pasan a buscar las órdenes de compra del supermercado y consultar, entre otras cosas, fechas y modos de pago.
A mediados de 1999, Eduardo Ettlin, gerente de Soluciones Informáticas de Centros Comerciales Sudamericanos (Cencosud), el grupo que controla la cadena de hipermercados y el shopping Unicenter, entre otros negocios, le dijo a Alejandro Lampropulos, gerente de Redes Transaccionales de Impsat, que no quería ver más gente en esos despachos.
“Muchos de nuestros proveedores venían a la oficina, retiraban sus órdenes de compra, las pasaban en su notebook y se conectaban a un teléfono para transmitirlas a sus sistemas”, cuenta Ettlin.
La necesidad de realizar estas transacciones en forma electrónica adquiere mayor importancia si se tiene en cuenta que Jumbo emite 6.000 órdenes de compra por semana.
Pero, como señala Lampropulos, más allá de las órdenes de compra, a Jumbo le resulta importante manejar otra información de gestión, como remitos, envíos y órdenes de pago. “Cuando se implementa este tipo de tecnologías, que impactan sobre los propios procesos, surge la oportunidad de desarrollar nuevas relaciones con el proveedor, que hacen más eficiente el negocio”, dice el ejecutivo de Impsat.
Durante el año pasado, la firma de transmisión de datos, que pertenece al grupo Pescarmona, decidió diversificar sus negocios y creó la división de Integración de Sistemas. Para atacar al negocio supermercadista desarrolló una alianza estratégica con Edi, una firma de prestigio en el sector y con experiencia en la implementación de sistemas de transacciones electrónicas entre cadenas y proveedores.
Impsat también homologó sus soluciones ante Código, la asociación sin fines de lucro que pertenece a la Cámara Argentina de Supermercados que administra los códigos de barras e impulsa la implementación de sistemas de transacciones electrónicas.
El proyecto Jumbo-Impsat se encuentra en etapa piloto y su éxito depende de la adopción del sistema por parte de los proveedores. “Muchos de ellos ya se sobrepusieron al problema del año 2000 y están en condiciones de enfrentar estas implementaciones que también les producirán ahorro de tiempo y dinero”, se entusiasma Ettlin. El directivo de Jumbo espera lograr transacciones seis veces más baratas que las tradicionales y tener 200 proveedores conectados antes de junio.
La confianza de Jumbo en Impsat se originó cuando la empresa de telecomunicaciones comenzó a ofrecerle servicio de transmisión de datos, hace ya varios años. “Es un proveedor conocido que tiene una base tecnológica local muy importante para darnos soporte, mientras otras empresas nos planteaban tener los servidores para las transacciones en Estados Unidos, propuesta que descartamos, ya que no nos imaginábamos, por ejemplo, llamando a una mesa de ayuda en inglés en medio de una caída del servicio”, dice Ettlin.