De multinacional a global

    (En Amiens)


    Procter & Gamble comenzará el nuevo milenio con un excepcional desafío. Organización 2005 se denomina el plan estratégico que el presidente y CEO de la corporación, Durk Jager, trazó en Cincinati, Estados Unidos, sede central de la empresa que en 1837 fundaron William Procter y James Gamble.


    El objetivo de este plan maestro es duplicar, en los próximos cinco años, las ventas globales, que este año sumarán US$ 38.125 millones. Se trata de un desafío notable, sobre todo si se considera que la facturación de la compañía vino evolucionando a un promedio anual de 3% durante el último quinquenio.


    El gran obstáculo a superar es, sobre todo, el desempeño de su rival, Univeler. Los índices de eficiencia favorecen, en principio, a P&G. En 1998, cada uno de los 270.000 empleados de la compañía anglo-holandesa generó ventas por US$ 178.000 y ganancias por US$ 11.500. En Procter, el índice de ventas por empleado (alrededor de 100.000 en todo el mundo) se elevó a US$ 336.000, y el de ganancias a US$ 34.545.


    Pero en la larga y resonante competencia que disputan P&G y Unilever, los volúmenes totales de facturación y el dominio del mercado son los factores que, en última instancia, definen los liderazgos mundiales. Y en esa tabla de posiciones Unilever gana la partida: factura globalmente unos US$ 10.000 millones más que P&G.


    Justo a tiempo


    Los directivos de P&G afirman que su compañía es global, a diferencia de Unilever “que es una multinacional”. A la hora de definir qué diferencia un concepto de otro, señalan que P&G trabaja exclusivamente con marcas globales, una estrategia que responde a un criterio de eficiencia de los procesos industriales, que a su vez lleva a una alta concentración de los puntos de producción de sus marcas líderes.


    Un ejemplo claro de ello es Ariel Futur. La nueva estrella de los detergentes de Procter se formula, fabrica y fracciona en la planta francesa de Amiens, ubicada 128 kilómetros al norte de París.


    Esta fábrica modelo, que da trabajo a unas 1.100 personas, produce alrededor de 600 versiones diferentes de las marcas líderes de P&G (Ariel, Bold, Febreze, Mr. Poper, entre más las conocidas por el mercado argentino) que se distribuyen en Europa, Latinoamérica, Africa y Medio Oriente. Este año llegará a un total de 500.000 toneladas, de las cuales 80% se exporta.


    Los técnicos de Amiens conocen de cerca las preferencias de las argentinas a la hora de lavar la ropa. Una investigación realizada con 5.000 potenciales consumidoras indicó que a las mujeres les gusta que, además de limpieza, el detergente aporte a la ropa un perfume duradero.


    El control de “la calidad final del producto y de la logística” y “la mejora de la rentabilidad que se consigue cuando estos parámetros son eficientes” justifican la alta centralización de los procesos productivos, según explican los técnicos franceses. Y en esto, la operatoria industrial de Procter produce una fuerte derivación de criterios organizacionales hacia sus clientes regionales.


    La planta de Amiens trabaja con un sistema de producción a medida de la demanda, similar al just in time de la industria automotriz. En sus instalaciones, las materias primas no se almacenan por más de 16 horas y los productos terminados no permanecen allí por más de ocho horas. Esta norma se aplica a las 40 fórmulas para elaborar 600 versiones diferentes de productos que se exportan a mercados de tres continentes.

    Para mantener este complejo sistema en funcionamiento, la planta de Amiens
    impone a las sucursales regionales de P&G la exigencia de planificar mensualmente
    los volúmenes de venta. “Por esta razón somos globales y no sólo
    multinacionales”, argumentan los directivos franceses de Procter.

    Certificado de
    calidad

    El laboratorio
    internacional SGS (Société Générale de Surveillance)
    con más de 100 en años en el negocio de la certificación
    de calidad en 140 países, apoyó el lanzamiento argentino
    de Ariel Futur, tras un “análisis de superioridad”, en el que se
    comparó la acción del detergente de Procter con los resultados
    obtenidos por otras marcas líderes del mercado, sobre un conjunto
    de 17 tipos de manchas consideradas difíciles y en condiciones
    de lavado similares a las que se observan en el mercado argentino.

    Los resultados
    oficiales de la prueba son escuetos, aunque contundentes: “Ariel Futur
    es superior a los mejores jabones disponibles en la Argentina, incluyendo
    los jabones en polvo y en tabletas, aun usando quitamanchas”.

    Procter
    & Gamble en el mundo
      millones
    de US$
    Facturación
    en 1998
    37.200
    Inversiones
    totales
    4.500
    Inversiones
    en investigación y desarrollo
    1.700
    Activos
    32.000
    Empleados
    100.000
    Presencia
    de los productos de P&G
    140
    países
    Productos
    que comercializa en todo el mundo
    ±300

    Herederos de Ariel

    La rápida
    obsolescencia de los productos en los mercados globales también
    tiene su correlato en el sector de los detergentes y productos de tocador.
    Unilever ha hecho de la innovación permanente su propia religión,
    y para ello invierte fuertemente en desarrollo e investigación.

    En las
    instalaciones de Amiens se está trabajando sobre el desarrollo
    de tres nuevas generaciones de detergentes “superiores a la tecnología
    de Ariel”, según indican los técnicos, que se conocerán
    en seis meses o más, según lo marquen las exigencias del
    ritmo de competencia.