El Crillon: A metros del Obelisco

    En 1758, el rey Luis XV le encargó al más conocido arquitecto de su época, Jacques-Angel Gabriel, el diseño de lo que habría de ser la Plaza de la Concordia. Junto a ese inmenso espacio abierto rodeado de monumentos se construyó una mansión particular que decoraron artistas y artesanos de la época.


    Veinte años después, adquirieron la mansión los duques de Crillon, que le dieron su nombre. Embargada durante la Revolución Francesa, la casa volvió luego a la familia, que la conservó hasta 1907. En ese año, la compró la Societé des Grands Magasins et des Hôtels du Louvre, con el proyecto de crear el primer gran hotel de lujo de París.


    Así nació el hotel de Crillon. Por la mansión del número 10 de la Plaza de la Concordia han pasado, desde entonces, legendarios nobles y plebeyos. El sha Reza Pahlevi, el emperador Hirohito, los presidentes norteamericanos Herbert Hoover, Theodore Roosevelt, Richard Nixon, el rey Jorge V de Inglaterra, Tyrone Power, Charles Chaplin, Jackie Kennedy, Orson Wells, Bette Davis, Silvio Berlusconi, Madonna y Michael Jackson son algunas de las firmas que acumula su libro de visitantes famosos.


    El hotel cuenta actualmente con 163 habitaciones y suites y fastuosos departamentos particulares que se instalaron en los salones del primer piso tras la última remodelación.


    El salón Marie Antoinette donde, según se dice, la reina tomaba clases de música, se asoma a una bella terraza clásica, rodeada de columnas corintias, con vista a la Plaza de la Concordia.


    En el salón que precede al restaurante, reina una singular obra de arte: una licorera de Baccarat, de cristal satinado y bronce, especialmente creada para la Exposición Universal de 1878.


    Una de las privilegiadas señas de identidad del Crillon es el obelisco egipcio que se levanta a pocos metros de su entrada. Esta obra, de 33 siglos de antigüedad, inscripta con jeroglíficos, viajó desde Luxor para ser instalada en la Plaza de la Concordia en 1836.


    El Crillon es el único hotel de lujo de París que sigue siendo propiedad de una familia francesa. Es, además, miembro de la organización Leading Hotels of the World, la misma a la que pertenece, en Buenos Aires, el Hotel Alvear.