MERCADO llega primero al futuro

    Miguel Angel DiezEn
    agosto de 1994, al cumplir 25 años, el editorial celebratorio de esta
    revista decía, entre otras cosas:


    “En pocos años más ­tal vez a comienzos del siglo­ estaremos abordando la creación de un servicio on-line, al cual se pueda acceder mediante módem/computadora para realizar todo tipo de consultas.”


    (Dos años después, una vigorosa presencia en Internet abrió el camino a las búsquedas en nuestro archivo. Desde el año pasado, está disponible un nuevo servicio que permite a los suscriptores recibir por e-mail un servicio informativo diario y/o semanal.)


    “Se desarrollarán las áreas de consultoría light. Información de base sobre los distintos mercados, nuevos productos, tendencias y hábitos de consumo, mediciones de opinión pública.”


    (El departamento de Investigaciones de MERCADO produce un informe mensual sobre los sectores más dinámicos de la economía, que se publica en la revista en forma abreviada y está disponible en la versión completa para los interesados en el tema. Las radiografías anuales del consumo y de los consumidores se han convertido en fuente obligatoria en toda las bibliotecas de referencia, lo mismo que los tradicionales rankings de ventas, de rentabilidad, de exportadores e importadores.)


    “MERCADO se involucrará en proyectos educativos específicos de alta complejidad y envergadura.”


    (Doce meses después de este anuncio, MERCADO lanzó su más ambicioso proyecto en este campo: Conceptos y Herramientas de Management ­dirigido por Santiago Lazzati­ que captó millares de estudiantes en todas las latitudes del país. Hoy, además de la programación ya habitual en este campo, estamos en plena preparación para lanzar cursos específicos de capacitación en sociedad con la Universidad Nacional de Quilmes, a través de Internet y, en algunos casos, mediante el uso del aula virtual que permite la videoconferencia.)


    En la misma ocasión, decía el editorial de la revista: “…permite avizorar lo qué serán los medios confeccionados a medida de las necesidades del consumidor”. “Aumentarán los servicios interactivos, y desde ahora se analiza la posibilidad de brindar información diaria, cambiante, sobre distintas materias específicas”.


    (Desde hace un año, MERCADO ONE TO ONE funciona con miles de suscriptores que eligen un paquete informativo, entre una decena de opciones, y a partir de allí reciben por e-mail, diariamente, la información exclusiva que necesitan como una herramienta cotidiana en la actividad en la que se ocupan.)


    Más aún, en este concepto estaba en embrión el proyecto más revolucionario encarado hasta ahora por MERCADO con el que ingresaremos al próximo siglo: la publicación hecha a medida de las necesidades de cada lector individual. Será cada lector quien nos diga exactamente qué secciones quiere recibir y cuáles no; qué proporción de temas de marketing y de management requiere; qué empresas y sectores económicos necesita monitorear; y qué tipo de tendencias desea anticipar.

    (A partir de octubre próximo en forma experimental, y desde enero del
    2000 de manera definitiva, este innovador concepto estará a disposición
    de cada suscriptor de MERCADO quien decidirá si prefiere un servicio
    diario, semanal o mensual; si combina la consulta en nuestro site de Internet
    con un servicio vía e-mail que le regala MERCADO; o si opta por reforzar
    la plataforma de entrega en papel con otros mecanismos, como fax on demand
    o también e-mail on demand.)


    La conclusión es obvia: MERCADO siempre llega primero al futuro. Su liderazgo se asienta en la innovación permanente y en la diferenciación sistemática. Por eso, la ocasión del 30º aniversario es una oportunidad excepcional para iluminar qué idea tenemos sobre el futuro; sobre la nueva economía de la información; sobre el negocio de los medios de comunicación; qué percepción tenemos de nuestros clientes-lectores; qué tipo de vinculación ofrecemos a nuestros anunciantes; y, finalmente, qué modelo de organización interna nos permitirá sobrevivir y ser eficientes en tiempos turbulentos.

    El futuro
    La sistemática incertidumbre

    Lo que caracteriza a este fin de siglo y de milenio es una diferente percepción
    del futuro. Ya no hay, como hace cien años una casi ilimitada confianza
    en el progreso y el bienestar de la especie humana (aunque los millones de víctimas
    de esta centuria dan testimonio en contrario de lo inocente de esa visión).


    Lo que predomina hoy, tanto en la zonas más prósperas, pacíficas y democráticas del planeta, como en las asoladas por la violencia, la tiranía y la pobreza, es el reino de la incertidumbre sistemática.


    Las tres grandes fuerzas sobre las que cabalga el cambio ­el incesante avance tecnológico y científico, la dinámica de la economía capitalista, y la política de masas­ comienzan a mostrar su lado oscuro, con aspectos negativos desconocidos o ignorados.


    Sobre la ciencia y la tecnología hay dos reflexiones insoslayables. La primera es que la humanidad ha disminuido la confianza o la esperanza que ponía en ellas. La segunda es que cambió la visión interna: los mismos científicos ya no creen en la explicación final y definitiva de sus logros destinados a mejorar el destino del hombre. Las ideas de la ciencia, desde hace tres décadas, comenzaron a verse como paradigmas (en palabras de Thomas Khun): conceptos con límites y fundamentos a las creencias científicas.


    También hay dos consideraciones imprescindibles con respecto al capitalismo. Una es que, a pesar del fracaso y hundimiento del comunismo, es difícil asegurar que el capitalismo ha triunfado (hay crisis de crecimiento, de empleo y de desigualdad en la distribución del ingreso). La otra es que la globalización implica que en la batalla por el reparto del poder económico mundial, los estados nacionales han quedado prácticamente excluidos; y que la fuente transformadora son los miles de empresas transnacionales en operaciones.


    Por último, con relación a la política, más allá del espejismo de una marcha inalterable hacia modelos de democracia liberal parlamentaria en todo el mundo, lo cierto es que la tendencia igualadora en los beneficios económicos ha retrocedido en forma alarmante en las últimas dos décadas. Las nuevas energías políticas liberadas ­tanto en el centro como en la periferia, para usar la vieja denominación­ van en contra de salidas constructivas a las tensiones que emergen, violentas e imprevistas.


    Cuando se trata de indagar qué forma tomará el futuro, es fácil recordar que todos los intentos por imaginar lo que vendrá suelen resumirse en fracasos. Sin embargo, la necesidad del ser humano de trascender los estrechos límites temporales de la existencia ejerce una irresistible fascinación sobre la tarea de predecir.


    Tal vez el único esfuerzo sensato sea tratar de imaginar el comportamiento de las que hoy valoramos como fuerzas transformadoras y de los esfuerzos destinados a controlar esas mismas fuerzas.


    En esa dirección, hay algo positivo: el fuerte desarrollo de una conciencia, en la comunidad científica, los gobiernos y las sociedades, sobre los peligros que se ciernen, lo que permitirá eludir ­al menos en buena parte­ las consecuencias más temibles de una tecnología científica sin control.


    La comprobación de que los principales problemas que confrontaremos son transnacionales exigirá el desarrollo de una efectiva coordinación internacional, de una disciplina planetaria que hoy parece casi imposible.


    Quizá el capitalismo no sea eterno, pero no hay indicios de que pueda ser reemplazado durante el próximo siglo. La esencia de su dinámica es la expansión perpetua y tal vez se logre canalizar esa fuerza hacia el mejoramiento de la calidad de vida de la humanidad, alejándola de aplicaciones amenazantes.


    Por ahora, el riesgo más inminente es que la tecnología impulse un crecimiento extraordinario ­si la frontera productiva se amplía de modo espectacular­ pero distinto del que impulsaron el ferrocarril o el automóvil. Ambos crearon empleo; en cambio, las perspectivas imaginables para el futuro no encuentran solución para crear tasas de empleo adecuadas. Ello obligará a un replanteo profundo sobre lo que puede hacer y lo que se debe esperar del sector público, del Estado. Cuando los problemas económicos se acercan al borde del abismo, los criterios políticos se convierten en factor decisivo.

    El gran debate
    La nueva economía

    Es un hecho. Los productos de la información (películas, software,
    videojuegos, música, datos, cotizaciones de bolsa o noticias) están
    reemplazando a los bienes industriales como los impulsores de los mercados mundiales.


    El fenómeno es de tal magnitud e involucra tantas cosas, que quienes se adentran en los laberintos de la nueva actividad, impulsada por un vertiginoso avance tecnológico, no dudan en hablar de una Nueva Economía.


    Hasta aquí llega el consenso. Los gurúes de esta avanzada del conocimiento, los que explican que el átomo es el pasado y que las redes son el futuro, van todavía más lejos. Aseguran que a una nueva economía corresponde una nueva ciencia económica, con nuevos principios y criterios para orientar el curso de la navegación por mares casi desconocidos.


    No es cierto, replican quienes aceptan que hay Nueva Economía pero no una nueva ciencia. Cuestionan a los gurúes ­venidos casi todos del campo tecnológico­ con herramientas teóricas sólidas, como que en su mayoría son economistas.


    Lo que cambia ­sostienen­ es la tecnología y el entorno, pero no los principios básicos. Entender cómo funcionan esos axiomas esenciales aplicados a los bienes de la era de la información es el único reaseguro contra el fracaso, dicen con énfasis.


    Los primeros creen que las viejas reglas han caducado, que conceptos como oferta y demanda no tienen más sentido. Que el ilimitado ancho de banda de las telecomunicaciones es el contexto en que se da esta revolución. Que las transacciones se encaminan a un mercado global donde la conectividad es todo y donde el viejo modo de hacer negocios no significa nada.


    Los segundos admiten el potencial revolucionario de este nuevo concepto de información, pero creen que hay una manera en la que los pilares básicos del conocimiento económico se aplican a las estrategias del nuevo modo de hacer negocios.


    Estos son los términos del debate central que dominará el escenario durante los próximos años, y en el que MERCADO habrá de profundizar en sucesivas ediciones.

    El formato digital
    El nuevo concepto de lo que es información

    Hay una limitada acepción del término información. Tradicionalmente,
    era material noticioso, periodístico, de actualidad. La materia prima
    de los medios de comunicación.


    Pero hoy el concepto va mucho más allá. Básicamente, los productos basados en la información son aquellos que pueden ser distribuidos en formato digital. Es esencial recordar que lo que los convierte en económicamente atractivos ­su bajo costo de reproducción­ también los torna económicamente peligrosos.


    Obtener la primera versión suele ser costoso, pero producir las siguientes es muy barato. Una empresa editorial como MERCADO, por ejemplo, gasta cientos de miles de pesos mensuales en mantener una operación que le permite imprimir el primer ejemplar de la revista. Pero una vez impresa la primera, el costo industrial se reduce sustancialmente. En otras palabras, los costos fijos de producir información son altos, pero los costos variables de reproducirla son bajos.


    Los costos fijos tienden a estar dominados por los costos irrecuperables: aquellos que no se pueden amortizar si se detiene la producción. Los costos variables de producir información tienen una característica única: el costo unitario de crear una copia adicional del producto generalmente no aumenta aun cuando se produzca una gran cantidad de copias.


    La mayoría de los productos basados en la información pueden reproducirse con un alto nivel de automatización y a muy bajo costo. Una vez lista una copia, de allí surgirán un millón o diez millones más prácticamente al mismo costo unitario.


    Por su estructura de costos, los productos basados en la información ofrecen grandes economías de escala: cuanto más se produzca, menor será el costo promedio. Esa es la razón por la que Microsoft, con su dominio en el terreno de los sistemas operativos para PC y las aplicaciones comerciales, disfruta de márgenes de ganancias brutas de 92%. Pero esa estructura de costos tiene también su lado negativo. Dado que los costos fijos son altos e irrecuperables, las empresas que no dominan el mercado pueden verse atrapadas en devastadoras guerras de precios. Si la competencia obliga a una empresa a reducir sus precios a un nivel cercano a los costos marginales de producción, no podrá recuperar nunca sus grandes inversiones iniciales.


    Cuando la información digital se envía por red, los costos variables pueden desaparecer casi por completo. Dado que el producto no tiene forma física ­sólo existe como sucesión de bits de datos­ no existe costo de fabricación, ni costo de packaging, ni costo de envío. Una vez producida la primera versión de la información, transmitir las copias adicionales es virtualmente gratis.


    Muchos se han maravillado con la cantidad de información gratuita que circula por Internet, pero para los economistas no es una sorpresa. La información genérica que fluye por el ciberespacio ­números telefónicos, notas periodísticas, precios de las acciones, mapas y cosas por el estilo­ se está vendiendo a su costo marginal: cero.


    Los costos marginales extremadamente bajos de la producción de información excluyen muchas de las estrategias de precios tradicionales. Es imposible utilizar la política de precios basada en el costo. La única estrategia viable consiste en fijar los precios según el valor que el cliente le asigna a la información.

    Autosegmentación de clientes
    Técnicas de versioning

    Hay una manera práctica de fijar precios diferentes para básicamente
    la misma información sin incurrir en altos costos ni ofender a los clientes:
    ofrecer la información en diferentes versiones destinadas a atraer a
    distintos tipos de clientes. Esta estrategia, conocida como versioning,
    permite que, a través de la versión elegida, los clientes se segmenten
    a sí mismos. La versión que eligen revela el valor que asignan
    a la información y el precio que están dispuestos a pagar por
    ella.


    Antes, las versiones de los productos de información se basaban generalmente en el factor tiempo o, más acertadamente, en el factor demora. Para casi cualquier tipo de información, siempre habrá algunas personas más ansiosas que otras por utilizarla. Esa es la razón fundamental por la que los libros siempre salen primero en versión tapa dura y luego en tapa blanda, y por la que las películas se exhiben primero en los cines y luego se trasladan a una cinta de video.


    Hay otras maneras de que los compradores revelen el valor que le asignan a la información:

    • Restringir el tiempo ­o el lugar­ que un cliente puede acceder
      a la información, o restringir la duración del acceso.
    • Profundidad de la información. Algunos clientes están dispuestos
      a pagar una diferencia de precio por la información que ofrece numerosos
      detalles o datos estadísticos. El site de MERCADO en Internet,
      por ejemplo, es de acceso libre para cualquier visitante en determinadas áreas,
      pero para ver el contenido completo de una edición o investigar en
      los archivos de una década, hay que ser suscriptor.
    • Manipulación. Otra dimensión importante es la capacidad del
      usuario para almacenar, duplicar, imprimir o, de algún otro modo, manipular
      la información.
    • Velocidad. Una estrategia común de los fabricantes de software
      consiste en vender versiones de sus programas que corren a distintas velocidades.


    No hay una respuesta concreta a la pregunta sobre cuántas versiones de un producto habría que ofrecer. Dependerá de dos consideraciones: las características de la información que se esté vendiendo y el valor que los diferentes clientes le asignan.


    Quienes producen información regalan versiones gratuitas todo el tiempo. Al comprar una computadora, es muy probable encontrar un paquete de software sin cargo en el disco rígido. Al navegar por la Web se descubren no sólo océanos de notas periodísticas, datos estadísticos y otra información distribuida gratuitamente, sino también demos de programas y herramientas gratuitas que se pueden bajar con sólo cliquear el mouse.


    Las versiones gratuitas de los productos digitales son comunes por dos razones. En primer lugar, el bajo costo marginal de crear copias de información significa que no hace falta demasiada inversión ­y muchas veces hasta ninguna­ para regalar información. En segundo lugar, la información es un producto basado en la experiencia, lo que quiere decir que los clientes no saben lo que vale hasta que lo prueban. Las versiones sin cargo brindan a esos clientes una manera sencilla y atractiva de probar un producto digital.


    Pero debe haber una lógica comercial sólida detrás de una oferta gratuita. Muchos de los productores de información sólo ofrecen versiones gratuitas cuando tienen la posibilidad de alcanzar una o más de las siguientes metas:

    • Crear conciencia acerca de la existencia de los productos.
    • Incrementar las ventas de productos adicionales.
    • Crear una red.
    • Llamar la atención.

    Los medios
    El futuro previsible

    No hay empresa de medios de comunicación, en cualquier lugar del planeta,
    que no esté enfrentada a enormes desafíos de cuya resolución
    dependerá el encumbramiento, el fracaso o la mera sobrevivencia.


    Entre las grandes tendencias que dejan su impronta sobre los medios, hay que rescatar:

    • las inmensas presiones competitivas de la globalización,
    • la incesante batalla entre los medios por captar publicidad,
    • las preferencias segmentadas de los clientes,
    • los sustitutos electrónicos a los medios impresos,
    • los continuos desarrollos tecnológicos; y
    • la convergencia de industrias, mercados y aplicaciones.


    Hasta la Argentina han llegado ya los primeros coletazos de esa globalización en el accionar de protagonistas mundiales que comienzan a tomar posiciones.


    La batalla por la publicidad se libra sobre la geografía (América latina y la Argentina en particular tienen un interesante potencial de crecimiento en el volumen de inversión publicitaria) y sobre otra variable: la relación entre fuente de ingreso y cada medio específico. Así, los libros y la televisión por cable dependen más del aporte del consumidor que de los anunciantes. Las revistas y diarios están en la mitad de la escala: reciben importantes aportes de ambas fuentes. La TV abierta y la radio, en cambio, dependen exclusivamente del ingreso publicitario.


    La tasa de crecimiento del marketing directo y del telemarketing suponen nuevos desafíos para los medios impresos que ­como en su momento lo hizo la radio frente a la televisión­ se ven obligados a reinventarse en un doble aspecto: por una parte, utilizando esas actividades como motor del crecimiento de la propia actividad; y por la otra, integrándose al mix de marketing, como vehículos privilegiados del marketing directo. Para lo cual deben saber cada vez más sobre sus lectores, que es lo que desde ahora les reclama el anunciante.


    El proceso de sustitución electrónica, o el pasaje del entorno papel al de los vehículos de soporte electrónico, exige para las revistas un enorme poder de adaptación: para seguir con una oferta valiosa para el lector en el soporte papel; y para desarrollar una nueva generación de productos informativos aptos para la plataforma electrónica.


    No es posible sobrevivir en esta nueva etapa si no se tienen claros los principios esenciales de esta nueva realidad. Todos los medios están fragmentando sus audiencias y lectores, y las revistas no son la excepción.


    El primero de estos principios es la desmasificación. Supone:

    • la habilidad del lector para comprar a la carta de un vasto menú
      de medios;
    • elegir el modo de transmisión (satélite, teléfono,
      fibra óptica, módem, etc.);
    • y escoger la plataforma de entrega (PC, computadora conectada a Internet,
      televisor inteligente, teléfono inteligente, etc.).

    El segundo es la interactividad. Implica que:

    • el lector puede responder o interactuar con el proveedor de información;
      y
    • puede escoger el contexto de esa relación (el ritmo, la privacidad,
      el contenido selectivo, en texto/gráfico/audio o video).

    El tercero es el asincronismo. Permite que:

    • el lector elija el momento en que recibe el medio, y la porción
      que desea recibir;
    • almacene el contenido para verlo a su conveniencia;
    • manipule el contenido, tanto para modificarlo como para enviar parte de
      él a otro receptor.


    Los datos centrales del proceso que se está desarrollando vertiginosamente son:

    • la consolidación de los medios en torno de grandes jugadores internacionales,
      algunos tradicionales del sector, y otros recién llegados, en especial
      del campo tecnológico;
    • el papel creciente del entretenimiento en relación con la información,
      la educación y la publicidad, en un combate incesante por una porción
      del tiempo libre de la gente;
    • la segunda oleada revolucionaria en telecomunicaciones, caracterizada por
      una extensión ilimitada del ancho de banda, y donde el tráfico
      de datos muy pronto superará y empequeñecerá al de voz;
      y, finalmente,
    • la elección de dónde estar en la nueva cadena de valor: en
      la creación y empaque del contenido (definitivamente, el lugar de MERCADO);
      en el acceso a la red; en el transporte y proceso en la red; en el acceso
      al servicio; o en la entrega del producto.

    La percepción del cliente
    El único camino es el marketing one to one

    En esta Nueva Economía de la Información, en esta era de la interactividad,
    lo esencial para cualquier empresa es cómo tratar de manera diferente
    a clientes diferentes. Esta es la esencia de lo que se ha convenido en denominar
    marketing one to one. En lugar de vender un producto al mismo tiempo
    a la mayor cantidad de clientes, lo que se busca aquí es vender a un
    cliente por vez, la mayor cantidad de bienes y servicios, durante toda la vida
    que tenga esa relación.


    La tecnología de la información aporta tres nuevas capacidades a las empresas.

    • La base de datos permite dirigirse a cada cliente y recordar a cada uno
      de ellos individualmente.
    • La interactividad implica que cada cliente puede hablar y responder ante
      cada mensaje de la empresa, en lugar de ser sujeto pasivo de los mensajes
      de la empresa.
    • Y la tecnología de customización masiva permite que
      las empresas hagan productos a medida como una simple rutina.


    La combinación de estas tres capacidades permite cerrar el círculo virtuoso: la empresa conoce y recuerda al cliente, éste le dice lo que quiere y espera, y la empresa se lo provee. Para que funcione, la empresa debe ser capaz de integrar sus procesos de producción y distribución o entrega con el retorno que recibe de esa interacción con clientes específicos.


    Los clientes son diferentes, de dos maneras: necesitan cosas diferentes de la empresa y tienen diferente valor para la empresa. Cuanto mayor es el valor de la vida de un cliente, mayor es el tiempo que permanece leal.


    Saber qué quiere el cliente es más que saber qué compra. Dos clientes pueden comprar lo mismo, pero por razones muy distintas.


    En la base de datos de clientes de cualquier empresa se pueden encontrar diferencias entre las necesidades y las valoraciones de los clientes. Conocer con exactitud esta distinción permite a una empresa elegir el marketing adecuado: masivo, de segmento, de frecuencia o el que sea más apropiado. Lo ideal, a partir de la realidad conocida es poner a la empresa en el camino de hacer marketing uno a uno.


    En ese proceso, lo esencial es la flexibilidad en la producción, en la logística, o en la entrega del producto o servicio; y también la flexibilidad en la capacidad de comunicarse con los clientes.


    Para ser efectivo en el marketing one to one es preciso que la empresa se concentre (no en la oferta de productos disponibles) sino en las necesidades de cada cliente individual. Para lo cual debe mantener un diálogo permanente con él, que se traducirá en mayor lealtad hacia la empresa (lo que explica los periódicos cuestionarios y encuestas entre lectores de MERCADO). El resultado más evidente es el desarrollo de una relación de aprendizaje a dos puntas, que inexorablemente aumenta el valor percibido por el cliente.


    Desde la perspectiva de la empresa este aprendizaje tiene un enorme valor adicional: en algún punto del proceso estará en condiciones de anticiparse a lo que requerirá el cliente, aunque este mismo no lo tenga en claro.


    Por último, la tarea esencial de una revista ­de todas, incluida MERCADO­ era percibida como la de poner en contacto, vincular, al anunciante con el cliente que consume sus productos o servicios.


    Incluso en la nueva era a la que estamos ingresando esta función se mantiene, en tanto el medio tenga el canal de acceso al cliente y produzca los contenidos que éste demanda. Pero ahora puede aportar algo más gracias al marketing one to one: la memoria, la posibilidad de saber a cada momento lo que el lector quiere y espera. Ese conocimiento es de extraordinario valor para los anunciantes. Sin hablar de la posibilidad del medio de actuar como anfitrión, poniendo en contacto directo al vendedor con el cliente potencial.

    Desafío a la publicidad y al marketing
    Comunicaciones de marketing integradas

    En la actual economía, ninguna empresa puede darse el lujo de tener
    un mensaje fragmentado. MERCADO no pretende diseñar las comunicaciones
    de marketing de las empresas, pero puede ser un auxiliar imprescindible
    en esta tarea.


    Para ello, sus cuatro unidades de negocios ­publicaciones en soporte papel; productos en formato digital; área de capacitación y desarrollo educativo; y de servicios para el cliente y el anunciante­ ofrecen una variada gama de herramientas combinables para hacer efectiva una estrategia integradora.

    Comercio electrónico
    “Es un hecho ahora que si una compañía
    no está en la Web, preparada para el comercio electrónico, no
    existe” ( J. G. Sandom, director de medios interactivos de Ogilvy Interactive,
    Nueva York).


    Para aquellas compañías que aún no tienen un .com con su nombre, las oportunidades de ingresar en la era del comercio digital están llegando a su fin rápidamente.


    A la vez, los sitios Web se han vuelto más complejos en atraer, reunir y generar compras por parte de los clientes.


    Los catálogos ya quedaron atrás. La tecnología está haciendo posible la verdadera interactividad, con un intercambio en tiempo real entre el cliente y la gente de marketing.


    Nadie está hoy en Internet porque es interesante o nuevo. Las empresas están ahí porque, cada vez más, les ahorra dinero y les permite llegar a los clientes en forma individual.


    MERCADO dispone de un site de última generación (www.mercado.com.ar) que es un verdadero portal de ingreso a todo el público interesado en la temática de economía y negocios (más de 30.000 visitantes mensuales). También MERCADO MAIL, un servicio de cuentas de correo electrónico que se otorgan sin cargo a miles de clientes, por donde transitan servicios informativos semanales consensuados con el auspiciante.


    Además, MERCADO ONE TO ONE, avanza en el camino de la revista confeccionada a la medida de los intereses específicos de cada lector. Se trata de un servicio concebido exclusivamente para suscriptores. Cada uno de ellos recibe una cuenta e-mail gratis y elige uno de ocho paquetes informativos, según su interés vital y para utilizarlo como herramienta en su actividad cotidiana. El suscriptor recibe un servicio informativo diario en su correo electrónico.

    Refuerzo y consolidación de marca
    “No existe un sustituto
    para la publicidad que promueve y solidifica la reputación de una compañía,
    y en 1999 las empresas continuarán con campañas publicitarias
    para ayudar a sus compañías a destacarse entre una competencia
    global más intensa” (Business Marketing).


    Una parte esencial de la reputación de cualquier empresa es la eficacia con que comunica su imagen y posición al mundo empresarial, la comunidad financiera y el público en general.


    MERCADO es la publicación líder en el segmento de las revistas especializadas en economía y negocios. Vende casi el doble que sus dos competidores sumados (datos del Instituto Verificador de Circulaciones de mayo de 1999). En cuanto a circulación, el IVC certifica que MERCADO es la revista de mayor circulación en su género: 25.000 ejemplares de venta neta paga mensual.


    Los paquetes publicitarios se combinan con otros servicios al anunciante (fax on demand, auspicios de ciclos de conferencias con el target adecuado, suministro de bases de datos específicas, etcétera).

    Extensión de la marca en la publicación líder
    del sector

    MERCADO está desafiando a los anunciantes y agencias a ir más
    allá de los descuentos sobre las tarifas y programas de avisos gráficos
    comunes.


    Hay un nuevo arsenal de herramientas listas para ser usadas en las que MERCADO es el único medio con la expertise requerida: publicaciones personalizadas, advertorials e informercials, marketing por base de datos, conferencias, convenciones y cartas de noticias dirigidas a nichos específicos. Todo lo que promueve el mismo punto de vista de marketing integrado.

    Retorno sobre la inversión
    Las técnicas de marketing
    medidas, que comienzan con tasas de respuesta o conversión tradicionales
    e incorporan costos e ingresos, cada vez más entran en los planes de
    la gente de marketing.


    MERCADO es la herramienta más eficaz y más económica como medio de marketing directo, donde los resultados se pueden medir con toda precisión.


    Cada vez más, la gente de marketing explota sus bases de datos en busca de patrones de conducta evidentes de los clientes que puedan aplicarse directamente a las campañas de marketing.


    La amplia base de datos de MERCADO permite reunir toda la información posible sobre un determinado cliente, descubrir patrones y actividades que pueden llevar a oportunidades de eventos de marketing o de servicio al cliente. Estos datos se pueden utilizar de manera inteligente, integrándolos a programas de comunicaciones de marketing permanentes.

    Mayor utilidad de las exposiciones
    “Existe hoy en día
    una aceptación mayor de las exposiciones y ferias comerciales como una
    parte viable de la mezcla de marketing” (Jane Lorimer, directora senior
    de Desarrollo Comercial de Exhibitgroup/Giltspur, Roselle, Illinois).


    Está comprobado que los visitantes siempre actúan después de haber concurrido a una exposición. Existen oportunidades comerciales cada vez más grandes y ahora se cuenta con la tecnología para dar soporte a las principales oportunidades, tanto en comunicación como en el seguimiento de los posibles clientes.


    MERCADO ofrece una herramienta sin par: la exposición anual Business to Business que todos los años, durante tres días, concentra a 200 expositores y millares de visitantes empresarios que toman sus decisiones de compras anuales y actualizan su conocimiento sobre la oferta disponible en todos los rubros. Una herramienta que se potencia combinada con las anteriores.

    MERCADO como empresa
    El modelo de organización

    MERCADO es una empresa innovadora, líder en el campo de la información
    de economía y negocios. Es el sistema informativo más completo
    en formato múltiple. Presta servicios diferenciadores. Tiene alcance
    regional, y el negocio es creciente y rentable.


    Esta es la definición de la visión y misión de MERCADO. Las consecuencias de esta definición son:

    • Ser coherente con la propuesta de valor: “el mejor producto siempre”.
    • Asumir las tendencias de desmasificación, asincronismo e interactividad
      y, en consecuencia, desarrollar nuevos productos.
    • Reducir el tiempo de penetración de nuevos productos.
    • Actuar con la disciplina que caracteriza a los líderes, gestionando
      el negocio por resultados medibles.
    • Cumplir con estándares de gestión en la operación
      y la relación con el cliente.
    • Construir un modelo de gestión dedicado a entregar mayor valor a
      los clientes.

    En cualquier empresa, hay dos cosas para hacer simultáneamente: una,
    ejercitar al máximo la capacidad de innovar y darle uso creativo a la
    nueva tecnología disponible; y la otra, desarrollar organizaciones flexibles
    capaces de adaptarse al cambio permanente en el que estamos inmersos.


    El efecto combinado del impetuoso avance en telecomunicaciones y software modifica definitivamente la forma en que se conducirán los negocios en el futuro cercano, tanto en la actividad editorial como en cualquier otro sector económico.

    En este contexto, los objetivos de MERCADO son: perfeccionar las capacidades
    técnicas del negocio (marketing de base de datos, marketing
    directo, interactividad con clientes, y distintas versiones de productos según
    las necesidades y valoraciones de los lectores) y también segmentar multidimensionalmente
    la base de clientes (según el perfil socioeconómico, psicografía,
    atracción al conocimiento y afinidad con productos y servicios como los
    que ofrece nuestra empresa). Todo esto, en el marco de la creación, transferencia
    y gestión del conocimiento.

    Internet:
    amenaza y oportunidad

    Hay que definir
    una estrategia

    El comercio
    electrónico ­es decir, las compras on line­ comienza
    a tener cifras. Según Internacional Data, hay actualmente casi
    100 millones de navegantes en todo el mundo, y sumarían 320 millones
    para el 2002.

    Las proyecciones
    en la Argentina apuntan también a un crecimiento vertiginoso. A
    fines de 1998 se estimaba que había 250.000 conexiones a Internet.
    Cuando concluya este año se supone que habrá entre 600.000
    y 700.000. Y se calcula que para finales del 2000 la cifra superará
    largamente el millón.

    Web MercadoSegún
    la Asociación de Marketing Directo de Estados Unidos, las ventas
    en la Red durante el año pasado ascendieron a US$ 4.700 millones.
    Para Forrester Research el monto es mayor: US$ 8.000 millones y la predicción
    es que para el 2001 llegará a la colosal cifra de US$ 327.000 millones.

    El gran
    riesgo, en este campo, es la súbita aparición de un competidor
    ­que quizá no existía el año pasado y de quien
    no se tenían noticias­ que, equipado con nuevas capacidades
    y un nuevo modelo de negocio, desplace a los tradicionales jugadores antes
    de que éstos tengan tiempo de reaccionar.

    Los protagonistas
    de cada segmento económico tienen una oportunidad de convertirse
    en óptimos intermediarios para organizar comunidades. Como dice
    el Gartner Group, para el 2000, cinco portales dominarán la Internet.
    “Estos portales comandarán el market share de los usuarios
    de Internet. Por lo tanto, las empresas que quieran alcanzar la mayor
    audiencia tendrán que encontrar formas de alinearse con un sitio
    portal para realizar sus estrategias de marketing y comunicación”.

    Esto explica
    el desembarco de Star Media en el sur del continente, el fortalecimiento
    de portales locales como Ciudad Internet (de Clarín) y El Sitio,
    y el inminente arribo del portal de Microsoft y de America On Line en
    español (Yahoo, Netscape, Disney-Infoseek, y Lycos son otros nombres
    que hay que tener en cuenta).

    Este año,
    a pesar de las dificultades y las restricciones presupuestarias, cada
    empresa deberá desarrollar un abanico de alternativas para tener
    activa presencia en la Red. No se trata de invertir mucho, sino de generar
    alianzas con otros socios que tienen aportes valiosos que realizar. En
    síntesis, con pequeños esfuerzos, hay que sembrar opciones
    para el futuro.

    Las publicaciones
    (diarios y revistas) enfrentan los mismos desafíos. No es posible
    ya tener presencia en la Web como símbolo de prestigio o de modernidad.
    El esfuerzo debe tener un propósito, y un significado comercial.
    Debe haber una estrategia orientada a generar recursos.

    En esta
    búsqueda, MERCADO trabaja intensamente sobre cinco criterios básicos:

    1)
    Pretende representar a una comunidad de intereses preexistentes y brindarle
    el servicio más completo. El propósito es que toda persona
    interesada en los temas de economía y negocios pueda acceder a
    nuestro site y encontrar rápida respuesta a sus demandas
    informativas, de herramientas laborales y de capacitación, e incluso
    de entretenimiento.

    2) Busca
    articular una política inteligente en materia de links o
    conexiones a otros sitios y portales, que aumente el número de
    visitantes y, por consiguiente, torne a nuestro sitio más atractivo
    para los anunciantes.

    3) Persigue
    identificar audiencias claramente definidas por sus intereses y necesidades
    para ponerlas a disposición de empresas y anunciantes que necesitan
    conectarlas con sus mensajes.

    4) Desarrolla
    contenidos educativos y de capacitación sobre todas las materias
    vinculadas con el desarrollo empresarial, tanto a través del Speakers
    Bureau
    que MERCADO ha generado a través de sus continuos ciclos
    de conferencias y seminarios en todo el país, como de acuerdos
    específicos con la Universidad Nacional de Quilmes que lidera el
    campo educativo en Internet en la Argentina.

    5) Por
    último, MERCADO comenzará en breve actividades de comercio
    electrónico, tanto para vender productos propios como los de terceros
    vinculados con la esfera de interés de nuestros lectores y visitantes.

    Hoy, más
    de 1.000 visitantes diarios acuden a nuestro sitio en busca de información
    y capacitación. Para fin de año esperamos que, con la estrategia
    que se está poniendo en ejecución, alcancemos los 10.000
    visitantes diarios. Cifra que nos acercará al nivel de visitas
    de los sites más exitosos de la Argentina.

    Homenaje
    a los fundadores

    Conducción
    periodística en una empresa singular

    Tres décadas
    es un hito de extraordinaria importancia en la vida de una revista como
    MERCADO. Pero, además de mirar al futuro, hay que recordar el pasado
    para brindar el merecido reconocimiento a la visión y al talento
    de los fundadores.

    Mercado Nro 1En
    las tres etapas que atravesó la estructura de esta empresa, la
    conducción y el poder accionario estuvo siempre en manos de periodistas
    profesionales. Un rasgo poco usual en el panorama de los medios de comunicación
    de nuestro país.

    La primera
    etapa abarca desde la fundación, en 1969, hasta 1983. El equipo
    fundacional estuvo integrado por:

    • el director,
      Julián Delgado, inspirador del grupo y desaparecido durante la
      dictadura militar en 1978. Talentoso periodista económico y líder
      indiscutido del emprendimiento;
    • el subdirector,
      Alberto Borrini, responsable de descubrir ­en la Argentina­
      que la publicidad y el marketing eran materias noticiables; maestro
      del género ayer y hoy;
    • el jefe
      de redacción Mario Sekiguchi, quien convirtió a la sección
      Finanzas en lectura obligatoria para quienes estaban inmersos en la
      actividad y para quienes no tenían conocimiento sobre ella;
    • y el
      gerente general, Raúl H. Sarmiento, quien fue capaz de poner
      orden y organizar la frecuente tendencia al trabajo caótico que
      tienen los periodistas, dándole solidez y seriedad a la incipiente
      empresa.

    La segunda
    etapa se cumplió desde 1983 hasta 1990 y se caracterizó
    por el relevo del elenco fundador y su reemplazo por la entonces segunda
    línea de mando de la revista. En esa instancia el nuevo equipo
    se conformó con:

    • el director
      Gerardo López Alonso ­tal vez la mejor pluma literaria de
      las tres décadas que celebramos­, un intelectual reflexivo
      amante de los temas históricos y un notable docente, como lo
      demuestra su actual tarea en la Escuela de Periodismo de la Universidad
      Austral;
    • el subdirector,
      Edgardo A. Silveti, uno de los reporteros más acuciosos de todos
      los tiempos, responsable de memorables investigaciones sectoriales que
      iluminaron casi desconocidos sectores económicos locales, y que
      hoy actúa como asesor del Ministerio de Economía;
    • el gerente
      comercial, Juan Ramón Gujis, y el gerente administrativo y financiero,
      Ricardo A. Viviano, quienes hoy dirigen El Publicitario.

    Finalmente,
    la tercera etapa, que comienza en 1991 y que aspira a ser la más
    extensa de todas, con la incorporación como director de Miguel
    Angel Diez y, como jefa de redacción, de Dolores Valle.

    A lo largo
    de esas tres décadas, los periodistas y gerentes que pasaron por
    MERCADO forman un verdadero cuadro de honor de los medios de comunicación.

    Incluso
    con el riesgo de ser injustos por omisión, es imposible dejar de
    citar a Félix Ricardo Frascara ­fue jefe de redacción­,
    Antonio Díaz Funes ­precursor de los temas de management­,
    Norberto Yaverovski ­el más ubicuo fotógrafo­,
    Aldo Rivero ­responsable de memorables portadas­, humoristas
    como Landrú y Jordán de la Cazuela; periodistas como Néstor
    Yoan, Santiago García Rúa, Carlos Arcidiácono, Orlando
    Barone, Héctor D´Amico, Diego Bonadeo, Enrique Llamas de Madariaga,
    Gustavo Silva, Enrique Bugatti, Ramón Perticarari, Norberto Malatesta,
    Alberto de Arriba, Juan María Coria, Antonio Ambrosini, Alejandro
    Matvejczuk, Fernando Vidal Buzzi, Rubén H. Mattone, Edgardo Ritacco,
    Graciela Sasbon, Raúl Veiga, Bertha Centellas, Luis María
    Cortina, Luis Tuculet, Rubén Chorny, María Eugenia Estenssoro
    y Josefina Giglio.

    Muchos
    de los gerentes que estuvieron a cargo de áreas como comercial,
    promoción, administración y circulación, durante
    estas tres décadas, triunfaron y dejaron su impronta en la actividad
    de medios de comunicación: Ignacio Dobner, Adolfo Castelo, Alberto
    G. Bochatey, Gustavo Tacconi, Roberto Reiter, Miguel Larzábal,
    Miguel García Barthe, Enrique A. Rodríguez, Jorge E. Carranza,
    Juan Milillo, y Pedro Ponsa.

    El listado
    de colaboradores y columnistas de la revista durante estos 30 años
    es impresionante y resume buena parte del talento e inteligencia en la
    vida pública argentina. En él figuran nombres como Mariano
    Grondona, Carlos Floria, Domingo Cavallo, Roque Fernández, Pedro
    Pou, Carlos García Martínez, Rafael Olarra Jiménez,
    Lorenzo J. Sigaut, Angel Alberto Sola, Carlos Alberto Lara, Marcos Lerner,
    Carlos A. López Padilla, Domingo J. Messuti, Nereo R. Parro, Federico
    Frischknecht, Juan C. Vázquez, Juan Carlos De Pablo, Carlos S.
    Brignone, Raúl Cuello, Martín Lagos, Rodolfo Rossi, Enrique
    Szewach, Pablo Tanzer, David Expósito, Carlos Escude, Domingo Trassens,
    Raúl Augusto Hernández, Carlos Alfredo Rodríguez
    y Emilio Zimmerman, entre muchísimos otros.

     
      New
    Rules for the New Economy. 10 Ways the Network Economy is changing everything
    .
    Kevin Kelly. Ed. Fourth Estate, Londres, 1998.

    Information
    Rules. Strategic Guide to the Network Economy
    . Carl Shapiro y
    Hal R. Varian. Harvard Business School Press, Estados Unidos, 1999.

    Enterprise
    One to One. Tools for Building Unbreakable Customer Relationships in the
    Interactive Age
    . Don Peppers y Martha Rogers. Ed. Doubleday, Estados
    Unidos, 1997.

    Unleashing
    Killer App. Digital Strategies for Market Dominance
    . Larry Downes
    y Chunka Mui. Harvard Business School Press, Estados Unidos, 1998.

    Blur,
    the Speed of Change in the Connected Economy
    . Stan Davis y Christopher
    Meyer. Ernst & Young Center for Business Innovation. Capstone, Londres.
    1998.

    Visiones
    del futuro
    . Robert Heilbroner. Paidós Estado y Sociedad.
    Buenos Aires, 1996.