Boga, boga, con ánimo valiente

    Lawrence Larry Ellison deja el sofá y se sienta en el piso,

    acurrucado, con sus largas piernas incómodamente dobladas

    debajo de la mesita ratona. Su bronceado casi ha desaparecido, las

    ojeras son prominentes y no puede disimular sus 53 años. Su

    jardín de estilo japonés está totalmente

    florecido -es pleno verano- y llama la atención

    a través de las grandes ventanas. Pero el sosiego que ofrece

    la vista rebota contra él.

    Su evidente estado de fatiga es el resultado de trabajar 12 a 14

    horas día tras día durante meses para sacar a flote a

    Oracle, la compañía de la que fue cofundador en 1977.

    Después de la hiperactividad de fines de los ´80, Oracle

    ingresó en un estado casi letárgico. “En esa

    época teníamos que tomar Ritalin -dice,

    sacudiendo la cabeza-; ahora necesitamos más bien

    cafeína.”

    No alcanza con que los ingresos mundiales de Oracle hayan crecido

    26% en el último ejercicio fiscal, a US$ 7.100 millones, y que

    sus ganancias brutas hayan aumentado 7,7%, a US$ 955 millones. En

    Silicon Valley, este tipo de crecimiento equivale a un estado de

    inactividad total. Sap, la compañía alemana, ha dejado

    atrás a Oracle en el negocio del software empresario para

    grandes corporaciones. PeopleSoft y Oracle van cabeza a cabeza.

    Mientras tanto, su archirrival Microsoft amenaza con apoderarse del

    negocio de las bases de datos, el caballito de batalla de Oracle.

    Hace cinco años la capitalización de mercado de

    Microsoft era tres veces y media la de Oracle; ahora es 10 veces

    superior.

    Hace un año que los juguetes favoritos de Ellison

    están quietos. Su jet caza Marchetti S.211 rara vez sale de su

    hangar. El verano pasado salió a navegar en su yate, Sayonara,

    durante tres meses, pero fue un error. Cuando volvió, la

    fuerza de ventas estaba totalmente desmoralizada, la

    transformación de Oracle Applications 11 -un software

    para personal financiero, fabricación y otros departamentos

    corporativos- estaba atrasada un mes y los desarrolladores de

    software se habían dividido en bandos rivales. “La mala onda

    se había adueñado del lugar; ni siquiera los gerentes

    podían ser corteses entre sí”, reconoce Ellison.

    Así, pues, adiós juguetes y hola trabajo duro.

    Ellison se compenetró en su compañía como

    hacía tiempo no sucedía y hoy su compromiso sigue firme

    como el primer día. Hace dos semanas asumió el control

    del departamento de Marketing de manos del lugarteniente de su jefe,

    el presidente y CEO, Raymond Lane. Al cierre de esta nota estaba

    reescribiendo el texto para una campaña publicitaria en la que

    va a invertir más de US$ 40 millones este año.

    Además, está instando a sus desarrolladores a producir

    una versión para Internet, con lenguaje Java, del software de

    base de datos de Oracle que coincidirá con el lanzamiento de

    la campaña. Ellison se propone duplicar prácticamente a

    2.000 la cantidad de personal de ventas para las aplicaciones.

    He aquí el plan que tiene para Oracle 8.i: los

    tecnólogos especializados perfeccionarán una base de

    datos corporativa utilizando el lenguaje Java de Sun Microsystems y

    los usuarios finales simplemente verán Netscape Navigator, o

    el browser que normalmente utilizan. “Quienes usaban aplicaciones

    empresariales eran empleados profesionales administrativos que

    estaban capacitados para usar el sistema y lo utilizaban para hacer

    transacciones”, dice Ellison, y agrega: “Queremos que cualquier

    persona que trabaje en una empresa pueda acceder fácilmente a

    la información”.

     

    Bill Gates en la mira

    Lo que quiere es facilitar la informática a sus clientes,

    pero, sobre todo, complicarle la vida a Bill Gates. Si el mundo

    entero puede ver los datos a través de un browser de Netscape

    y puede manejarlos con texto Java, los sistemas operativos de

    Microsoft perderán relevancia.

    Pero Microsoft no se queda de brazos cruzados. El 29 de junio

    lanzó una versión de prueba de su Servidor SQL,

    versión 7.0. Construido por algunos de los genios más

    geniales de la industria, se trata de una base relacional de datos

    que le asesta un terrible golpe al producto principal de Oracle.

    Hasta el momento, el éxito de Microsoft frente a Oracle ha

    sido moderado. “Están años luz detrás”, se jacta

    Ellison. Sin embargo, luego hace una pausa y dice en voz baja: “Pero

    van a seguir apretándonos, estoy seguro”.

    Oracle tiene el mérito de haber sido la

    compañía que unificó la manera en que las

    empresas almacenan y manejan la información. Con una base de

    datos relacional, las firmas pueden acceder a los datos

    específicos que necesitan desde las tablas con millones de

    datos en los que están almacenados y hacer las conexiones que

    antes llevaban horas, días o hasta meses con las bases de

    datos jerárquicas, siempre y cuando fuera posible hacerlas.

    Con una base de datos relacional. se puede tener una colección

    completa de los registros de producción de una fábrica,

    por un lado, y los pedidos de vendedores, por el otro, y conectarlos

    a través de los códigos de producto. De acuerdo con

    Data Corp., 40% de los US$ 8.600 millones que se gastan en todo el

    mundo en comprar y mantener bases de datos relacionales va a parar a

    Oracle.

    Los clientes típicos de Oracle son las empresas grandes

    dispuestas a invertir mucho dinero en la base de datos y en el

    hardware que necesitan para operar. Pueden requerir un servidor de 16

    procesadores con Unix y 300 gigabytes de memoria, capaz de permitir

    la operación simultánea de 200 usuarios. Por una

    instalación de este tipo, Oracle cobra hasta US$ 500.000.

    El problema de Ellison es que la mayoría de las

    corporaciones ya posee bases de datos y difícilmente

    estén dispuestas a comprar otras. Además, en el caso de

    las Pymes que aún no cuentan con una base de datos relacional,

    SQL de Microsoft es una opción más barata y,

    según algunos, más sencilla.

     

    Las otras preocupaciones

    Ellison tiene otras preocupaciones. De los ingresos de Oracle, 35%

    proviene de aplicaciones para empresas; es decir, programas capaces

    de manejar todo, desde liquidación de sueldos a cronogramas de

    producción. Como las aplicaciones para empresas requieren una

    base de datos para ser útiles, Oracle debería dominar

    este mercado, así como Microsoft convirtió a sus

    sistemas operativos para PC en líderes para todas las

    aplicaciones de procesamiento de texto y planillas de cálculo.

    Sin embargo, Oracle va a la zaga de Sap en lo que respecta a

    software para empresas y, además, cuesta abajo. Las ventas de

    Oracle en este mercado cayeron 1% en el último trimestre.

    Empatado en segundo lugar está PeopleSoft, una firma fundada

    hace más de una década, después de Oracle.

    PeopleSoft creció un notable 76% en software de aplicaciones

    para empresas el año pasado y lo más probable es que

    supere a Oracle este año.

    Ellison no está dispuesto a perder su jet o su yate, pero

    es consciente de los precios de las acciones. En el trimestre que

    cerró el 30 de noviembre, las ganancias de Oracle estaban US$

    0,04 por debajo de lo estimado. Wall Street hizo caer tanto las

    acciones que el patrimonio de Ellison bajó US$ 2.100 millones,

    a US$ 5.190 millones. Hasta hoy, las acciones no se han recuperado.

    Para sacar a flote a Oracle, Ellison está, en cierto

    sentido, atado de pies y manos por su método de trabajo. Nunca

    fue un ejecutivo de esos que gustan hacerse ver por los pasillos de

    la empresa, como David Packard o Andy Grove. Suele trabajar en su

    casa y durante algún tiempo sus apariciones en la

    compañía fueron tan poco frecuentes que los empleados

    lo bautizaron Elvis y hasta anotaban cada avistaje.

    Raymond Lane, el ejecutivo de Booz, Allen & Hamilton convocado

    para liderar la fuerza de ventas de la compañía en

    1991, ahora está a cargo de las operaciones diarias. Pero

    Ellison se está empapando del negocio. “Decidí que lo

    mejor que podía hacer era entrevistar a la gente, averiguar

    qué estaba pasando e interiorizarme de los detalles del

    desarrollo de las aplicaciones”, dice.

     

    Estilo atípico

    Evitando un estilo de liderazgo más típico, Ellison

    prefería trabajar con un equipo de programadores de la elite

    en algunos de sus proyectos favoritos, como el procesamiento

    paralelo, la televisión interactiva o, últimamente, las

    computadoras de red. A veces, esto lo hacía apartarse de la

    supervisión general de la empresa.

    Según se dice, puso US$ 80 millones de su bolsillo para

    Ncube, un desarrollador de computadoras paralelas masivas, y

    probablemente nunca recupere ese dinero. Aun así, Ellison

    sigue creyendo con pasión que será necesario

    algún tipo de procesamiento en paralelo para poder utilizar

    las bases de datos de audio y video en Internet.

    ¿Puede acaso algo tan mundano como una aplicación de

    liquidación de sueldos interesar a Ellison? “A Larry le gusta

    resolver los problemas técnicos difíciles, y

    diseñar una aplicación no es difícil”, dice un

    ex programador de Oracle que trabajó cerca de él. Las

    turbulencias en el negocio de aplicaciones de Oracle han generado

    rumores de que Ellison, frustrado, vendería la

    compañía o la dividiría. “Ridículo

    -dice-; nunca lo pensamos siquiera.”

    Pero no hay que subestimar a Ellison. Cuando Oracle cayó en

    1990, pocos esperaron que Larry conservara el control de la

    compañía, aunque posee 23% de las acciones. Pero se

    mantuvo firme al timón y levantó la cotización

    de US$ 0,80 por acción a US$ 41,13 en 1997. Su última

    cotización: US$ 28.

    Cualesquiera sean los problemas, Ellison no se echa atrás.

    El departamento de Marketing se siente orgulloso de distribuir un

    colorido folleto que detalla las instalaciones de Sap que han tenido

    problemas.

    Larry no puede resistir darle un zarpazo al cofundador de Sap

    Hasso Plattner. Ellison y Plattner son marineros y, como

    multimillonarios que son también, pueden darse el lujo de

    tener las mejores embarcaciones y tripulaciones que el dinero pueda

    comprar. Una o dos veces al año juegan carreras, y la

    competencia no es amistosa. Ellison se jacta de haber derrotado a

    Plattner todas las veces. “El debería ganar porque su

    embarcación es más grande, más nueva y

    más cara”, dice.

    Ahora, sin embargo, Plattner vende tres veces más que

    Ellison en aplicaciones para empresas. Las jornadas de trabajo de 14

    horas de Ellison aún no han terminado.