A diferencia de otros productores de software, la estadounidense
J. D. Edwards no se instaló directamente en el mercado local.
Prefirió asociarse a un partner nacional &endash;Application
Software&endash; que es desde hace más de diez años su
representante exclusivo para la Argentina, Uruguay, Paraguay y
Bolivia. David Girard, vicepresidente senior para Operaciones
Globales en la Costa Atlántica, explica: “Hay dos maneras de
ingresar a un mercado. Una es mudarse a él, hacerlo crecer en
forma orgánica y desarrollar la experiencia. Es un proceso
lento y algo arduo. Nuestra estrategia fue encontrar un líder
en el mercado que se dedicara a proveer soluciones y tuviera
antecedentes en tecnología y servicios de consultoría”.
De la mano de las petroleras &endash;sus primeros clientes&endash;
la empresa salió pronto de su Denver natal a conquistar el
mundo. Fundada en 1977, hoy tiene 4.500 clientes en 103 países
y 54% de su base instalada está fuera de Estados Unidos.
“Somos una compañía muy internacional”, dice Travis
White, vicepresidente de Estrategia de Productos.
“Nuestra habilidad central es dedicar tiempo a proporcionar una
solución, en lugar de preocuparnos excesivamente por la
tecnología; los clientes suelen usar una gran variedad de
hardware, especialmente en un entorno mundial”, afirma Girard, y cita
el ejemplo de una empresa farmacéutica que adoptó la
tecnología cliente-servidor en Estados Unidos pero en el resto
del mundo trabaja en un entorno AS 400. “¿Cómo hacen para
interactuar esas dos organizaciones? La solución que hace
falta &endash;sostiene&endash; es algo compatible con HP9000 y AS400.
Por eso, para mí, no es una cuestión técnica
sino una solución que alguien tenía que desarrollar. Y
nosotros lo hemos hecho. Ninguna otra empresa ha integrado realmente
toda esa variedad de entornos.”
Para Roberto Wagmaister, titular de Application Software, el
singular crecimiento registrado en los últimos años se
debe a que la firma ha sabido captar cuál es la demanda.
“Más que software &endash;dice&endash; hemos entregado
soluciones de negocios integradas que cubren todos los ciclos del
negocio para diferentes tipos de mercado. En particular, desplegamos
una estrategia de desarrollo de valor agregado por mercado vertical
que fue muy bien recibida por las grandes empresas.”
Lo que viene
White ve el futuro estrechamente relacionado con la Internet: “La
usaremos &endash;expresa&endash; para distribuir nuestras
aplicaciones y unir las operaciones de toda la cadena
logística de nuestros clientes. En el pasado nos hemos
concentrado en aumentar la eficiencia dentro de sus
compañías, con sus empleados, operaciones internas,
plantas y canales de distribución. Ahora estamos ampliando e
incluyendo también a sus proveedores y clientes. Esto implica
que vamos a ejecutar nuestras aplicaciones no solamente en las
máquinas de nuestros clientes sino también en las de
los suyos”.
Los cambios derivados de esta nueva situación no
serán menores. Según explica White, antes una
compañía podía requerir que sus empleados
asistieran a un curso de capacitación para usar las
aplicaciones, pero hoy una empresa no puede exigir eso a sus
clientes. “Por lo tanto, debemos integrar y simplificar cada vez
más toda la estructura, para que el usuario unitario sin mucha
capacitación pueda entrar a nuestro sistema y usar todas las
funciones”, señala.
Más allá de ello, para Girard la tendencia es un
movimiento de todos los proveedores de software de aplicación
hacia las necesidades de las pequeñas y medianas empresas. Y
explica: “Las compañías más grandes del mundo,
con US$ 1.000 millones de ingresos anuales o más, ya han hecho
su jugada. Al moverse el sector hacia el mercado medio, el tema
principal pasa a ser el costo. ¿Pueden las empresas pagarlo?
Debemos hacer todo lo posible para reducirlo. Vemos también
una necesidad de los proveedores de software &endash;incluidos
nosotros&endash; de encontrar partners que ayuden a llevar soluciones
a menor costo a mercados en los que los clientes no se encuentran en
grandes concentraciones, como sucede en América latina.
Sólo así podrán tener éxito en alcanzar
los segmentos pequeños y medianos del mercado”.
H. C.
Las ventajas competitivas
En J. D. Edwards sostienen que sus aplicaciones se distinguen por
dos características. En primer lugar, los módulos de
producción, distribución, recursos humanos, finanzas,
transportes y control de stock, entre otros, están totalmente
integrados. “Por eso es mucho más fácil implantar la
aplicación, adiestrar a los empleados y prestar servicios a
los clientes, porque la misma información es visible a
través del sistema”, dice Travis White, vicepresidente mundial
de Estrategia de Productos. La segunda característica es la
flexibilidad. “Usamos módulos case &endash;software para
producir software&endash;, lo que hace mucho más fácil
cambiar la funcionalidad”, añade el ejecutivo.
David Girard, vicepresidente senior para Operaciones Globales en
la Costa Atlántica, dice: “Vivimos en un tiempo en el que
están cambiando la tecnología y las reglas del negocio.
Estamos globalizándonos y nuestros clientes tienen que ofrecer
sus productos en varios mercados con requerimientos diferentes. Tanto
las compañías multinacionales como las empresas
pequeñas necesitan una solución integral y no quieren
tener que escribir muchas líneas de código ni programar
con personal muy especializado. Muchas ni siquiera tienen presupuesto
para tener un staff informático, así que necesitan una
solución ya empacada”.
En poco tiempo más, la empresa va a comenzar el desarrollo
de AC Express, una solución preconfigurada para diferentes
mercados, con un proceso de implementación muy rápido.
Su finalidad es llevar la tecnología leading edge, a todo tipo
y tamaño de empresa. “Para eso no sólo hace falta un
software que sea flexible como el nuestro, adaptable a cualquier tipo
de empresa, sino que también es necesario sumarle conocimiento
para entregarlo preconfigurado según los diferentes tipos de
mercados”, dice Roberto Wagmaister, presidente de Application
Software, la representente local de J. D. Edwards.
Novedades desde Denver
Entre los más de 3.500 asistentes a la Conferencia Anual
del Grupo de Usuarios de J. D. Edwards, que se realizó entre
el 20 y el 25 de junio en Denver, estuvieron representantes de Arcor,
Johnson´s Clothes, Ledesma, SanCor y Sadesa, cinco de los clientes de
Application Software, la representante local de J. D. Edwards.
Las principales novedades anunciadas en la reunión
incluyeron avances de interoperabilidad para OneWorld con
aplicaciones mejor en su clase de terceros para proveer a los
consumidores un marco de trabajo para encadenar procesos de negocios
dentro de ambientes heterogéneos.
Asimismo, se anunció el rápido crecimiento de J. D.
Expert, un programa de servicio e implementación que incluye
más de 5.750 consultores certificados y la disponibilidad de
OnTrack, una herramienta diseñada para facilitar la
implementación. También se presentaron mejoras de
integración entre OneWorld y las tecnologías BackOffice
de Microsoft.