Renovación y cambio

    Con un bajísimo índice de penetración, el
    mercado &endash;uno de los hermanos menores de la comunicación
    inalámbrica&endash; espera dar su salto. Para ello apuesta a
    innovaciones tecnológicas y a estrategias comerciales
    diferentes. Mientras tanto, el debate está instalado: ¿el
    segmento crecerá, disminuirá, se mantendrá o
    desaparecerá? ¿Tiende a integrarse a la telefonía
    celular o a mantenerse independiente? Opiniones hay para todos los
    gustos.

     

    No es el segmento estrella de las comunicaciones
    inalámbricas. Pero aun en una escala mucho menor a la de la
    telefonía celular, y casi en silencio, el mercado del paging
    se prepara para aumentar su volumen con nuevas tecnologías y
    drásticos cambios en sus estrategias de ventas. De hecho, en
    el segmento ya se está hablando de nuevos conceptos, como el
    Calling Party Pays Paging (CPP; en castellano, Paga el que llama,
    como funciona desde hace más de un año en la
    telefonía móvil), el Two Way (mensajería de
    doble vía) y otras aplicaciones industriales y comerciales.

    De acuerdo con los datos del Instituto Nacional de
    Estadística y Censos (Indec), a fin del año pasado
    había en la Argentina poco más de 142.000 pagers (o
    beepers) contra 2,1 millones de teléfonos celulares. Esos
    mercados representaban, respectivamente, US$ 53 millones y US$ 1.500
    millones. La penetración, medida simplemente con respecto a la
    cantidad de habitantes del país, era de 0,4% y 5,1%.

    En ambos casos, lejos de los índices de Estados Unidos: 15%
    para los pagers y 25% para los celulares. Precisamente por ello, el
    sector parece ser lo suficientemente atractivo no sólo para
    las empresas que ya estaban operando, sino también para otras
    que acaban de sumarse o planean hacerlo próximamente.

    La norteamericana Skytel absorbió a la local Radiomensaje
    y, con 65.000 clientes, controla 46% del mercado; Radiollamada, del
    grupo Miniphone, capta 22%; Indicom, 11%; Conectel y Movicall
    &endash;esta última pertenece a la Compañía de
    Radiocomunicaciones Móviles (CRM), que en telefonía
    celular opera bajo la marca Movicom&endash;, 10% cada una, y el resto
    se reparte entre otras ocho firmas. Pero nada garantiza que ello
    permanezca así por mucho tiempo: de hecho, acaba de aparecer
    un nuevo player, Directel, que con una inversión cercana a US$
    40 millones planea avanzar en los mercados argentino y
    brasileño.

    Las cuentas que sacan los operadores son simples: mientras en
    Estados Unidos uno de cada cinco habitantes usa un beeper, en la
    Argentina hay uno por cada 250 habitantes. “En Puerto Rico, la
    penetración del paging es de 10% y en el sudeste
    asiático llega a 30%”, asegura el mexicano Hendrik Hesselman,
    presidente de Indicom, una firma de capitales norteamericanos que
    puso a América latina como cabeza de su estrategia de
    crecimiento. Por todo eso, dicen los especialistas, el mercado
    argentino es virgen y todo está por hacerse.

    Pagers vs Celulares – 1997

    (Total de usuarios en la Argentina, en unidades)



    Hora de cambiar

    En la Argentina, Indicom tiene 16.000 clientes. De ellos, 40%
    pertenece al segmento corporativo (entre sus clientes hay hospitales,
    petroleras y la cadena de fast food Burger King). “El mercado va a
    tener una tasa de crecimiento de alrededor de 100% en los
    próximos tres años, por lo que la penetración
    llegará a estar entre 3% y 5% en el 2001”, sostiene Hesselman.

    Pero para que ello sea posible, algo hay que modificar. Patricio
    Hart-ridge, gerente de Operaciones de Conectel, señala: “Tanto
    proveedores como operadores estamos dándonos cuenta de que las
    políticas comerciales que estamos usando deben cambiarse para
    poder pasar de un mercado que no estoy seguro de tildar de nicho
    &endash;pero que es para unos pocos&endash; a uno masivo”.

    John Stupka, CEO de Skytel, tiene un argumento más
    marketinero. “Creo &endash;dice&endash; que la gente va a darse
    cuenta de que la mejor solución es tener el pager encendido y
    el celular apagado, con lo que solucionará dos problemas: las
    baterías del celular durarán más y el costo de
    las interrupciones se reducirá a cero.”

    Claro que no todas las opiniones son coincidentes. Daniel Marazzo,
    director de la filial local de la consultora International Data
    Corporation (IDC), compara la evolución de la telefonía
    celular y el paging, y sentencia: “Si la preocupación es
    quién va a subsistir, parece que el mercado respondió
    muy rápidamente por la opción celular”.

    Incluso si aquí se repitiera el modelo de Estados Unidos,
    donde el paging tuvo un desarrollo mucho más saludable, la
    telefonía celular crecería más rápido en
    los próximos años: según las proyecciones de
    IDC, allí la telefonía móvil aumentará de
    los 50 millones de clientes actuales (18% de penetración) a 76
    millones (28%) en el 2000, en tanto el número de usuarios de
    beepers saltará de los 40 millones actuales (15%) a 50
    millones (17%) dentro de dos años. “Si se compara la
    penetración con la de Estados Unidos, también para los
    celulares la Argentina sigue siendo un mercado virgen”, advierte
    Marazzo.

    A igual distancia de los más optimistas y de los más
    pesimistas se ubica el presidente de CRM, Mauricio Wior: “Tanto el
    paging como el trunking &endash;opina&endash; son productos de nicho.
    El segmento podrá ir transformándose a lo largo del
    tiempo, pero no va a dejar de ser un pequeño nicho. Pero los
    dos servicios tienen validez conceptual a largo plazo y no van a
    desaparecer”.

    El mercado del paging comenzó a desarrollarse en la
    Argentina en la década de los ´70. “La publicidad
    &endash;señala Marazzo&endash; se concentraba en la idea de la
    llamada o el mensaje, pero era difícil que la
    comunicación se completara. Hay que recordar que hasta hace
    unos años era imposible encontrar un teléfono
    público que funcionara para contestar el mensaje y que un
    departamento valía US$ 1.000 o US$ 2.000 más si
    tenía teléfono.”

    Algo por el estilo plantea Jorge Quitegui, director de
    Planificación Estratégica de Telefónica
    Comunicaciones Personales (TCP), la operadora de telefonía
    celular que, bajo la marca Unifón, compite con CTI en la mitad
    sur del interior del país. “El pager &endash;dice&endash; tuvo
    un buen desarrollo en Estados Unidos porque la telefonía
    pública estaba en buenas condiciones. Además, en la
    Argentina saltamos una etapa: el celular llegó antes de que se
    privatizara Entel y resolvió muchas fallas de la
    telefonía básica.”

    Para Juan Pelizzatti, gerente de Desarrollo de Servicios de CRM,
    hay que observar más detalladamente cómo están
    conformados los mercados estadounidense y argentino. “El americano
    &endash;dice&endash; tiene operadores celulares muy fragmentados y
    los costos de roaming son muy altos; entonces, el pager da una
    cobertura nacional muy barata. Esa fue la estrategia de Skytel. En
    cambio, el mercado argentino tiene costumbres mucho más
    locales: la cantidad de clientes que hacen roaming más de una
    vez por año, es decir fuera de las vacaciones, es
    despreciable.”

     

    ¿Guerra o matrimonio?

    Según Hesselman, en Estados Unidos 40% de los usuarios de
    telefonía celular también tiene beeper y 30% de los
    clientes de paging también posee teléfono móvil.
    “Pagers y celulares son totalmente complementarios”, sostiene
    Quitegui, quien reconoce que el beeper “da más privacidad” que
    el celular.

    Hartridge destaca las ventajas competitivas del pager: “Para la
    recepción de mensajes &endash;dice&endash; es mucho más
    efectivo que el celular. Tiene mayor penetración en edificios.
    Las estadísticas aseguran que 99,7% de los mensajes son
    recibidos, cosa que con los celulares no ocurre porque muchas veces
    las celdas están saturadas”.

    “Sin duda, la mensajería es un complemento del celular,
    pero el dispositivo en que uno desea recibir las comunicaciones puede
    ser un pager o no”, advierte Pelizzatti, para quien la manera
    más racional y económica de resolver la cuestión
    es integrar todo en un mismo aparato, tal como ya está
    ofreciéndolo CRM.

    Con esa opinión coincide el francés Richard Gluzman,
    presidente de Tesam Argentina &endash;representante exclusiva de
    Globalstar, una de las operadoras del servicio de telefonía
    celular satelital&endash;, quien también considera que “el
    mercado del pager solo no ha muerto” y que celulares y beepers pueden
    convivir, atendiendo a segmentos diferentes.

    Stupka, en cambio, tiene dudas acerca de la integración:
    “Cuando se construye un servicio de red &endash;advierte&endash; hay
    que tomar decisiones sobre cuál va a ser su diseño
    técnico. Las redes pensadas para la transmisión de voz
    son muy ineficientes para transmitir mensajería simple”.

     





































    El paging en la Argentina


    * Facturación global 1997:


    $ 53.253.700


    * Cantidad de empresas instaladas en Buenos Aires y
    GBA:


    13


    * Porcentaje de abonados con servicio
    alfanumérico:


    88,1


    * Cantidad de mensajes transmitidos durante 1997:


    69.162.832


    * Facturación por cliente (promedio
    mensual):


    $ 31


    * Mensajes por cliente (promedio mensual):


    40,3


    * Personas ocupadas por el sector:


    1.200


    Fuente: Indec.

    Lo que viene

    Seguramente, antes de fin de año el mercado del paging
    sentirá un sacudón: Skytel y Conectel ya anunciaron la
    llegada del beeper de doble vía y otras operadoras
    están tramitando las licencias para operar este sistema, que
    permitirá contestar las llamadas. Skytel ya lo tiene muy
    probado en Estados Unidos. “Cuando uno está en movimiento
    &endash;dice Stupka&endash; las respuestas tienden a ser muy simples,
    habitualmente sí o no. Entonces lo que se hace es preprogramar
    respuestas y lo único que se requiere es seleccionar la
    respuesta y enviarla.”

    También hay dispositivos similares a una agenda
    electrónica con teclado, que permiten escribir las respuestas.
    En Estados Unidos el precio básico, que incluye 6.000
    caracteres de uso, es de US$ 24,95, una cifra bastante menor que lo
    que cuesta el pager tradicional en la Argentina, donde el promedio
    del abono mensual supera los $ 30.

    Otra de las novedades será el Call-ing Party Pays Pager.
    “En un futuro cercano, todas las ofertas inalámbricas van a
    tener su CPP”, asegura Stupka, y agrega: “El CPP nos permitirá
    acceder a jugosos mercados masivos. Por ejemplo, supongamos que un
    hipermercado quisiera dar su propio servicio de paging a sus clientes
    para informarles, a través de él, sus promociones y
    ofertas. A esa clase de empresas no les interesa generar
    tecnología; por lo tanto, la van a contratar”.

    De hecho, esa clase de alternativa ya está funcionando con
    empresas de TV por cable como la operadora Multicanal y las
    señales ESPN y TyC Sports, que comercializan beepers a
    través de los cuales comunican a sus abonados sus carteleras,
    promociones y demás novedades. Lo que da pie a Quitegui para
    subrayar otra ventaja comparativa: “La transmisión de los
    pagers es broadcasting; es decir que se puede enviar el mismo mensaje
    a muchas personas, mientras en el celular la comunicación es
    uno a uno”, dice.

    Claro que no todo es optimismo. Hesselman manifiesta algunas
    dudas: “En Europa &endash;dice&endash; el mercado del paging se
    desarrolló sobre la base del CPP; hay un abono fijo muy barato
    y el resto del costo lo afronta el que llama. Si esto sirve para
    desarrollar el mercado, estoy de acuerdo, siempre y cuando haya un
    reparto equitativo de los ingresos de las empresas telefónicas
    y los que ofrecemos el servicio. Pero en el caso argentino, con
    sólo dos telefónicas, que tienen el poder de imponer el
    porcentaje que nos van a retener de las llamadas, hay que ver
    cómo se desarrollan las negociaciones”.

    Y Pelizzatti agrega las suyas: “El CPP Pager es otro
    desafío complejo &endash;comenta&endash; porque con el celular
    la gente habla y en el paging se dejan mensajes. Entonces hay que ver
    si la gente está dispuesta a pagar por dejar un mensaje si la
    llamada cuesta 35 centavos”. Como siempre en estos casos, el mercado
    tendrá la última palabra.

     

    Rodolfo Manuel Barros

     







    Quién es
    Quién



    El negocio de las comunicaciones en la
    Argentina


     

    Educación y algo más
     

    “Los próximos 12 meses representarán un
    capítulo interesante en la historia de las comunicaciones
    inalámbricas en la Argentina”, pronostica John Stupka, CEO de
    Skytel. Pero, paradójicamente, la proclamada
    integración del paging a la telefonía celular puede
    llegar de la mano de la confrontación. El propio Stupka
    anticipa algo de eso: “A las empresas de telefonía
    móvil &endash;dice&endash; no les va a gustar mucho que
    nosotros digamos que lo ideal es mantener encendido el sistema de
    mensajería y apagado el celular. Pero creemos que el concepto
    fundamental es usar el control”.

    Hendrik Hesselman, presidente de Indicom, agrega otro ingrediente:
    la privacidad. “Cuando uno habla por un celular, la gente que
    está alrededor se entera de la conversación”, dispara.
    Y refuerza la posición de Stupka con argumentos
    económicos: “Con el celular apagado sólo pago el abono
    básico, ya que lo usaría únicamente en casos de
    respuestas urgentes”, sostiene. El ejecutivo cree que integrando el
    pager al celular se puede ahorrar hasta 50% de los costos globales de
    los dos servicios.

    Hesselman cree que la estrategia de crecimiento del sector debe
    basarse en la educación a los potenciales clientes sobre las
    bondades del pager. Lo mismo piensa Patricio Hartridge, gerente de
    Operaciones de Conectel: “Todo el mundo sabe cómo se usa el
    teléfono, pero no todos saben cómo funciona el beeper”,
    afirma.

    El ataque por nichos parece ser la otra pata de la mesa de
    estrategias. Además de los profesionales, los empleados de
    empresas de servicios técnicos y las fuerzas de venta, los
    operadores de paging apuntan al mercado joven. “Creemos que
    ahí tenemos un importante nicho por el bajo costo y el
    tamaño del aparato”, asegura Hartridge.

    Directamente hacia allí apunta la estrategia de Movicall,
    la operadora de pagers de CRM (Movicom): “Nuestra visión es
    que existe un segmento joven, de entre 14 y 20 años, sobre
    todo de sexo femenino, que no quiere cargar baterías todos los
    días y quiere que su receptor ocupe el menor tamaño
    posible”, explica Juan Pelizzatti, gerente de Desarrollo.

     

    Paging por Internet

    La mayoría de las operadoras de paging ya tiene su web
    site, a través del que pueden enviar mensajes a los usuarios
    sin necesidad de pasar por el centro de despacho. La operación
    es simple: se abre la página en Internet, se escribe el
    número del pager al que se quiere acceder y luego se transmite
    el mensaje.

    “En la Argentina &endash;dice John Stupka, CEO de Skytel&endash;,
    la mayor parte de los servicios de mensajería se hace a
    través de una operadora, cosa que aumenta el costo del mensaje
    y reduce la privacidad. En cambio, en Estados Unidos sólo 4%
    de los mensajes pasa por el centro de despacho; el resto se transmite
    por computadora, Internet o correo electrónico.”

    Para uso corporativo ya se están vendiendo terminales que,
    instaladas en una compañía, permiten enviar mensajes a,
    por ejemplo, la fuerza de venta, sin necesidad de pasar por la
    operadora. Es una de las soluciones que ofrece Indicom que,
    además, se prepara para lanzar al mercado hogareño un
    teléfono que incluye un teclado que permite enviar mensajes a
    beepers.

     

    Control remoto

    Uno de los clientes de Conectel, la agencia privada de seguridad
    Imperium, está comercializando un beeper que se instala en el
    sistema eléctrico de los automóviles y permite que,
    mediante un llamado telefónico, se interrumpa el suministro de
    energía.

    Para el futuro, el paging de doble vía promete otros usos.
    Por ejemplo, el caso de las expendedoras automáticas de
    bebidas, que son monitoreadas por distribuidores que deben llenar
    planillas y hacer siempre el mismo recorrido. “Si se les instalara un
    beeper de doble vía &endash;dice Hendrik Hesselman, presidente
    de Indicom&endash;, desde la central se podría saber la
    situación de cada expendedora, si le falta cambio o bebidas, y
    racionalizar el sistema de distribución.”

    Patricio Hartridge, gerente de Operaciones de Conectel, cree que
    también habrá aplicaciones hogareñas: “Por
    ejemplo, si deseo encender las luces de mi casa y estoy lejos de
    ella, sólo tendré que llamar a cierto número y
    marcar una clave”, señala, y extiende el pronóstico a
    los electrodomésticos.

     

    Trunking, el otro hermano

    “Según nuestro estudio sobre telecomunicaciones en la
    Argentina, que se basó en una encuesta a las empresas
    más importantes, las opciones inalámbricas se reparten
    por igual, pero el trunking comienza a tener mayor preferencia”, dice
    Daniel Marazzo, director de la oficina local de la consultora
    International Data Corporation (IDC).

    Razones de costos son las que, principalmente, desplazan al
    celular de las preferencias corporativas, sobre todo cuando se trata
    de la logística y las fuerzas de ventas. La AFJP
    Orígenes, por ejemplo, tiene contratados 28 teléfonos
    celulares para sus gerentes y alrededor de 400 beepers para sus
    supervisores y personal de segunda línea.