Para parecerse a Soros
La movida la inició el año pasado Samap, una de las empresas
&endash;las otras son Irsa y Cresud&endash; que se encargan de
canalizar las inversiones del financista húngaro George Soros en
el país. En un impresionante raid de compras, y a través
de la adquisición de los centros comerciales Paseo Alcorta, Alto
Palermo, Alto Avellaneda y Buenos Aires Design, y el ambicioso proyecto
inmobiliario del Abasto, la empresa se aseguró en pocos meses el
primer lugar entre las operadoras de shoppings de la Argentina.
Ahora, dispuesto a emular el dinamismo de la empresa de Soros, el grupo
inversor mendocino Pérez Cuesta &endash;en el cual la propia
Samap participa con 25% del capital&endash; apuesta a ocupar el mismo
lugar entre los centros comerciales del interior.
El grupo &endash;integrado, además de Samap, por la familia
Pérez Cuesta, que controla 62,5% de las acciones, y las tiendas
departamentales de origen chileno Falabella, que poseen 12,5% de las acciones&endash;
apuesta a sumar en los próximos años centros comerciales
en las ciudades de San Juan y Corrientes, que se agregarían al Mendoza
Plaza, inaugurado en 1991, y al Bahía Blanca Plaza, que, con una
inversión de US$ 20 millones, abrirá sus puertas este año.
La expansión de Soros y sus socios mendocinos hacia el interior
no contempla el desembarco en el Gran Buenos Aires y la Capital, donde
Samap se hizo fuerte con sus compras del ´97. Las inversiones previstas
para cada uno de los emprendimientos &endash;en los que el grupo actuará
como operador&endash; llegarían a una cifra estimada entre US$
20 millones y US$ 25 millones. La inauguración del centro comercial
en Bahía Blanca y otros proyectos &endash;la posibilidad de
erigir uno en Mar del Plata y la ampliación de 80% a 90% de la superficie
que ocupa el shopping mendocino&endash; demandarán del grupo
una inversión cercana a US$ 100 millones.
DNI: identidad con acento alemán
En medio de un proceso signado por las controversias, el consorcio Siemens
IT Service (integrado por Siemens de Alemania y su filial local) logró
superar todos los obstáculos y hacerse del negocio que generará
el recambio de 24 millones de Documentos Nacionales de Identidad, por el
que podría recaudar unos US$ 870 millones &endash;aunque en
Siemens aseguran que la cifra rondará los US$ 650 millones&endash;
durante los próximos seis años.
Plagada de marchas y contramarchas, la adjudicación a un grupo
privado de las tareas de otorgamiento y renovación de los DNI, la
impresión de los padrones electorales y el funcionamiento de un
sistema informático de control para vincular on line a más
de 250 puestos fronterizos se instaló como uno de los frentes de
batalla más calientes entre el oficialismo y la oposición
durante el ´97.
Desde 1991 el proyecto acumuló en su haber la renuncia de un
ministro &endash;Julio Mera Figueroa, quien había firmado un
precontrato directo con la empresa francesa Sofremi que José Luis
Manzano, su sucesor al frente de la cartera de Interior, se encargó
de anular&endash; y varias postergaciones por parte del gobierno.
La sorpresiva compra de las empresas que se le adjudicaban al empresario
Alfredo Yabrán por parte del grupo inversor The Exxel Group, a fines
de diciembre, contribuyó a descomprimir el clima enrarecido que
se había creado en torno de la licitación.
Así, luego de más de seis años de tropiezos, el
negocio terminó inclinándose a favor de los alemanes, que
el 27 de enero se impusieron en la fase de calificación técnica
&endash;representaba 75% del puntaje general&endash; y el 5 de
febrero también superaron la oferta económica realizada por
el consorcio liderado por Itrón, la empresa de informática
del grupo Macri. En esa instancia, Siemens fijó el precio de un
DNI nuevo en $ 30, el de la actualización en $ 6,05, el de la impresión
de cada 5.000 hojas de padrón electoral en $ 11,90 y el de la tasa
migratoria en $ 205,70.
Lo que sigue no será sencillo: Siemens tendrá que apurar
el paso para cumplir con los plazos previstos para la puesta en marcha
del entramado tecnológico que debería permitir acceder a
la nueva documentación a partir de los primeros días del
´99. “Sólo en tecnología invertiremos más de US$ 200
millones”, asegura Ricardo Bernhardt, gerente de Prensa de la filial local.
De no mediar nuevos inconvenientes, en pocos días se firmaría
el contrato. “Y en los próximos nueve meses deberemos instalar la
base de datos que constituirá el corazón del sistema, renovar
el hardware y el software de los 64 centros de captura electrónica
&endash;las dependencias donde se realizará el trámite
para la obtención de los DNI&endash; y realizar la conexión
de Ezeiza, el primer puesto fronterizo que estará ligado a la base;
estimamos que el proceso completo para vincular a todos los puestos demandará
por lo menos tres años”, agrega el ejecutivo.
Casino apostó a la Libertad
Desde mediados de febrero la cadena minorista francesa Casino se convirtió
en la flamante propietaria de los hipermercados Libertad, una cadena cordobesa
que durante 1997 facturó por US$ 370 millones &endash;que podrían
elevarse hasta US$ 500 durante este año&endash; y que opera
siete grandes superficies: tres en Córdoba, dos en San Miguel del
Tucumán, una en Santiago del Estero y otra en Resistencia.
Si bien ambas partes demoraron en reconocer la operación, el
12 de febrero los matutinos cordobeses La Voz del Interior y La Mañana
de Córdoba ya aseguraban que Casino &endash;un gigante mundial
del retail con presencia en Francia, Estados Unidos, México y Polonia
y ventas que en el ´97 superaron los US$ 14.500 millones&endash; era
el nuevo controlante de la empresa cordobesa. Un día después,
los franceses comunicaban oficialmente la operación a la bolsa de
París.
Los franceses habrían logrado adquirir la totalidad de los papeles
que se hallaban en manos de Ricardo Bugliotti y Miguel De Biassi. El tercer
socio, Euclides Bugliotti, quien poseía una participación
superior a 40%, era el más renuente a vender. De acuerdo con los
primeros datos difundidos luego de concretado el negocio, Euclides Bugliotti
retuvo 25% de las acciones y se aseguró seguir ocupando el sillón
de la presidencia de Libertad.
En cuanto a las cifras que habrían permitido el desembarco francés,
La Voz del Interior señaló que Casino tuvo que desembolsar
US$ 202 millones. El precio se constituye en récord dentro del sector,
si se considera que The Exxel Group &endash;que también había
mostrado interés por la empresa cordobesa&endash; pagó
hace poco más de un año US$ 440 millones por la totalidad
del paquete accionario de Norte, que entonces facturaba cerca de US$ 1.000
millones al año.
Para Casino, que este año cumplirá 100 años, la
compra de Libertad supone entrar con pie firme al supermercadismo: le permitirá
hacer negocios en ciudades como Santiago del Estero y Resistencia, en las
que todavía no se produjo el desembarco de otros grandes jugadores.
La Patagonia, otra vez en la vía
El consorcio Canarail, uno de los principales operadores ferroviarios
de Canadá, está llevando a cabo los primeros estudios de
factibilidad para construir una red ferroviaria que vinculará a
todas las provincias de la Patagonia. Se estima que la puesta en marcha
del ferrocarril transpatagónico podría demandar una inversión
cercana a US$ 1.000 millones, que serían desembolsados por los canadienses
a cambio de una futura concesión para operar la red.
La ciudad rionegrina de Choele Choel sería el punto de partida
del tendido, que enlazaría a distintas localidades de las provincias
de Río Negro, Neuquén, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego
y terminaría su recorrido en Ushuaia. Entre las posibles conexiones,
el tren podría llegar a cruzar la cordillera de los Andes, para
tener una salida al Pacífico uniendo Comodoro Rivadavia y la ciudad
chilena de Puerto Chacabuco.
En febrero los representantes de Canarail en la Argentina se reunieron
con el gobernador de Chubut, Carlos Maestro, a quien transmitieron la intención
de construir y operar el ferrocarril. Dentro de cuatro meses, el consorcio
deberá presentar a todos los gobernadores patagónicos el
estudio de factibilidad que habilite el tendido de las vías.