Hubo poco; va a haber más

    Aunque se concretaron sólo tres absorciones en 1997 (una de ellas
    aún pendiente de autorización), el proceso de concentración
    seguirá firme este año. Afianzar ya se puso el cartel de
    venta. Se calcula que, a fin del ´98, de las 18 administradoras actuales
    quedarán únicamente 12.

     

    Sin duda, 1997 registró una escasa actividad en cuanto a fusiones
    y adquisiciones de administradoras. Sin embargo, el año que terminó
    no sólo profundizó la concentración del sector, sino,
    sobre todo, marcó un hito: esas dos transacciones se realizaron
    con fondos propios de las administradoras.

    Por otra parte, está claro que el proceso de concentración
    seguirá profundizándose. El ´96 había terminado con
    20 administradoras, a fin del ´97 llegaron 18 &endash;dos de ellas
    en trámite de fusión, por lo que podría considerarse
    que, en realidad, eran 17&endash;, y se calcula que este año
    terminará con sólo 12 AJFP. Hoy hay varias firmas que parecen
    castillos de naipes próximos a derrumbarse, y la fusión se
    insinúa como la única vía de escape.

    Las absorciones del año pasado se relacionaron, aunque de modo
    indirecto, con el proceso de concentración del sector bancario y
    fueron compras más económicas que tácticas, según
    sus operadoras, ya que persiguieron ahorrarse los altos costos de las rotaciones.

    Calcular el precio de una administradora es una tarea sumamente compleja.
    La cantidad de aportantes es un factor crucial en la determinación
    del valor. Sin embargo, adquirir una AFJP no asegura elevar la ratio de
    la relación contribuyente-cliente. “Una absorción permite
    sumar cantidad de aportantes, pero no mejorar ciertos indicadores; existen
    además valores económicos y valores tácticos”, reconoce
    Ricardo Morini, gerente general de Orígenes. “Se puede pagar una
    cifra mayor por una administradora pues permite escalar posiciones, pero
    siempre se tienen en cuenta los contribuyentes”, agrega.

     

    Las compras del ´97

    La operación pasó por momentos duros: cuando estaba a
    punto de concretarse arreciaron las versiones, luego desmentidas, según
    las cuales el Deutsche Bank se retiraba de la propiedad de Máxima.
    Patrimonio (del Banco Indosuez y el grupo Bisel) quería fusionarse
    desde hacía tiempo, y en ese sentido había mantenido conversaciones
    con muchas AFJP. Hasta que a fines de 1996 llamó a licitación.
    Consolidar, Fecunda, Máxima y Orígenes fueron invitadas a
    participar.

    Sólo la administradora de los bancos BBV-Banco Francés
    y Galicia, y la del grupo HSBC-Roberts hicieron ofertas. Aunque no hubo
    información pública al respecto, trascendió entonces
    que Consolidar habría ofrecido casi $ 17 millones y que Máxima
    habría llevado la apuesta a un nivel considerado demasiado alto
    por los expertos, al pagar &endash;en mayo&endash; más de
    $ 600 por cada afiliado de la cartera de Patrimonio.

    En junio Orígenes adquirió MásVida. La AFJP de
    los bancos Santander y Provincia de Buenos Aires había comenzado
    el ´97 anexando Activa-Anticipar, una AFJP nacida de la asociación
    de dos carteras medianas y una chica. Activa-Anticipar se había
    convertido en un proyecto interesante para ser comprado, y así sucedió.

    Esa fusión marcó un nuevo ritmo en el mercado. Por un
    lado, aceleró el proceso de concentración. Por otro, permitió
    el ingreso de Orígenes al pelotón de las líderes.
    “No adquirimos MásVida porque si no pasábamos al segundo
    puesto; de hecho, si ahora descendiéramos a ese lugar, no saldríamos
    a adquirir ninguna AFJP”, recalca Morini.

    El ejecutivo explica que MásVida “tenía una cartera interesante,
    acorde con el precio pagado ($ 19 millones más encaje), y permitía
    efectivizar una absorción sin grandes movimientos ni grandes erogaciones”.
    Pese a que se trató de la incorporación de una AFJP chica,
    para Orígenes tuvo sus ventajas, ya que hubo pocos traspasos de
    afiliados de MásVida a otras administradoras y la compradora pudo
    retener la mayoría del portafolio luego de la adquisición.

    Los ejecutivos de la por ahora líder del mercado afirman que
    esa adquisición fue, simplemente, una compra económica. Por
    ello, no la anunciaron con bombos y platillos. Un dato a tener en cuenta:
    la mayor parte de esa fusión se realizó con dinero de la
    AFJP. Los socios no hicieron un aporte extra, como sucedió con la
    absorción de Activa-Anticipar.

     

    La tercera operación

    Aún pendiente de aprobación, el año pasado hubo
    una tercera venta: fue la de Fecunda. Su historia arranca con la privatización
    de los bancos de Mendoza y de Previsión Social. Ambas entidades
    eran socias, con 27,45% de las acciones, de la administradora cuyana.

    Esas participaciones quedaron en manos del poder ejecutivo mendocino
    al efectivizarse la venta de los bancos al grupo Magna-República.
    Más tarde, en junio, los accionistas de Fecunda invitaron a Consolidar,
    Máxima y Siembra a concursar por la compra de todo el paquete accionario
    de la administradora.

    El tema no avanzó, hasta que el gobierno mendocino llamó
    a licitación pública para vender su parte. Compraron pliegos
    varios grupos, entre ellos Previnter y Corpbanca, propietario del ex banco
    mendocino Buci y de la AFP chilena Provida. Sin embargo, sólo Consolidar
    se presentó al concurso, luego de haber hecho una oferta a los socios
    privados para adquirir la totalidad de la AFJP si ganaba la licitación.

    Así ocurrió y, por $ 20,9 millones, se quedó con
    27,45% de Fecunda. “Hoy por hoy, la transacción está sujeta
    a la aprobación de la Superintendencia y, al mismo tiempo, avanzamos
    en el proceso de auditoría para comprar el resto”, explica Carlos
    Peguet, gerente general de Consolidar. Aunque el ejecutivo prefirió
    no hablar de cifras, dijo que la negociación con los accionistas
    privados de Fecunda era similar a la realizada con la gobernación
    provincial. De ser así, por el resto de las acciones pagaría
    una cifra aproximada a $ 45,7 millones.

     

    Afianzar, la próxima

    Con las primeras campanadas del ´98 el ministro de Economía de
    la provincia de Entre Ríos, Marcelo Casaretto, le puso el cartel
    de venta a Afianzar, al anunciar su privatización. La decisión
    obedece a que la administradora no alcanzó el punto de equilibrio
    operativo, debido a su bajo nivel de captación de afiliados.

    El directorio de Afianzar no habla sobre el tema y los voceros de la
    AFJP se limitan a repetir las declaraciones del ministro. Sin embargo,
    pudo saberse que la gobernación pretende obtener entre $ 9 millones
    y $ 11 millones por la compañía. La AFJP entrerriana no anda
    bien: por varios meses consecutivos, la rentabilidad de su cartera de inversiones
    se ubicó debajo del límite interior. Las privatizaciones
    le restaron socios, y esto determinó la imposibilidad de integrar
    49% más de capital.

    De ahora en más, el sector mostrará su configuración
    definitiva. Por lo menos, eso vaticinan los expertos, quienes creen que
    quedará muy polarizado. Las seis líderes se ubicarán
    en la cima, mientras la administradoras especializadas se colocarán
    en el extremo opuesto.

    Las nuevas normas sobre traspasos y reparto de indecisos dará
    un poco de aire a ciertos proyectos. De ese modo, los accionistas tendrán
    dos opciones: la primera sería ver cómo le sienta la llegada
    de nuevos clientes; la segunda, ponerle de inmediato el cartel de venta,
    ya que las AFJP cuestan más gracias a esa normativa.

    El mercado, según las opiniones autorizadas, llegará a
    fin de año con 12 a 14 administradoras. La mayoría de los
    pronósticos, incluso, se ubican más cerca de la primera cifra
    que de la segunda. Al mismo tiempo, se espera que unas cuantas AFJP cambien
    su estrategia, abandonando el mercado masivo para orientarse a algún
    segmento en particular, tendencia que, por cierto, no es nueva.

    El segmento que, para muchos, tiende a quedar vacante es el regional,
    debido a la profundización de la crisis de las economías
    regionales. Y el próximo será el de las AFJP sindicales,
    dada la creciente pérdida de prestigio e influencia de las asociaciones
    gremiales.