El imparable avance de Compaq

    Primero, con su controlada Wintel, conquistó el mercado de clones
    en PC de escritorio. Ahora quiere llevar la victoria hasta el terreno del
    procesamiento de datos de las grandes corporaciones. Vende 30% de los servidores
    que operan con Windows NT, tanto como la suma de las tres firmas que la
    siguen. Sólo está detrás de HP e IBM en instalación
    de servidores que operan con R/3 de Sap. Según Forbes, fue la empresa
    del año en 1997.

     

    Walt Disney abrirá su primer centro de entretenimientos de alta
    tecnología, llamado DisneyQuest, en Orlando, Florida, durante el
    próximo verano del norte. Luego habrá 30 más en otras
    ciudades. El edificio, de cinco pisos, estará plagado de computadoras
    con las que se podrá hacer infinidad de cosas. Disney está
    usando tecnología para poder instalar, en un edificio de tamaño
    estándar, la mayoría de las experiencias que antes necesitaban
    varios kilómetros cuadrados de tierra.

    No es una sorpresa que la centena de terminales que tendrá el
    edificio &endash;para las atracciones basadas en computadoras, entre
    otras cosas&endash; vayan a ser Compaq. Pero ésa será
    sólo la parte visible del sistema. Escondidas a los ojos de los
    visitantes habrá grandes computadoras que serán el control
    central y darán respuesta a la mayoría de las necesidades
    más urgentes: por ejemplo, alojar el web site DisneyQuest y realizar
    la función de emitir entradas y procesar otras operaciones comerciales.

    ¿Las mainframes serán IBM? No: también serán
    Compaq. Unos pocos años atrás habría sido muy probable
    que esos fierros fueran provistos por empresas como IBM, Hewlett-Packard
    o Digital: eran los fabricantes con la suficiente experiencia para manejar
    el procesamiento crítico de datos. Cada una tenía su propio
    sistema operativo, lo que significaba que el software escrito para alguna
    de esas grandes vendedoras de hardware no serviría en el equipo
    del vecino.

    Ultimamente Compaq hizo su entrada triunfal en el mercado de las grandes
    computadoras con una línea de productos basada en microprocesadores
    estándar de Intel que operan el sistema operativo Windows NT de
    Microsoft. Si usted le compra a Compaq no queda atrapado con Compaq. Eso
    significa que Compaq no tiene un público cautivo, pero también
    que Compaq es más fácil de vender. Para usar un término
    algo peyorativo, Compaq sería una empresa de cloneo, si definimos
    clon como una pieza de hardware que no nos ata al vendedor de una marca
    determinada. Primero Compaq conquistó el mercado de clones Wintel,
    en computadoras de escritorio. Ahora quiere llevar la victoria hasta el
    territorio de las operaciones delicadas de procesamiento de datos de las
    grandes corporaciones.

    Los antiguos departamentos de procesamiento de datos todavía
    siguen trabajando con las viejas companías de mainframes. Pero ahora
    hay para conquistar todo un mundo de negocios como los nuevos centros Disney.
    Cada vez son más las empresas que abren nuevas divisiones o desarrollan
    novedosas aplicaciones de negocios con los modernos y más baratos
    servidores Windows NT y no en costosos sistemas patentados.

     

    Algo más que ensambladora

    En suma, si usted cree que Compaq es sólo una ensambladora o
    una empresa que comercializa cajas, está atrasado de noticias. Desde
    que en 1991 Eckhard Pfeiffer se hizo cargo de Compaq, en Houston, se ocupó
    de organizar la compañía Wintel, con ventas por valor de
    US$ 25.000 millones en 1997. Ninguna otra compañía &endash;ni
    Dell, ni HP, ni IBM&endash; llega siquiera a acercarse a esa cifra
    en el negocio de los clones.

    Hasta hace algunos años la definición de un vendedor de
    computadoras Wintel era simple: una empresa que usaba una estructura operativa
    barata para vender PC de escritorio con un microprocesador Intel, software
    Microsoft y otros componentes estándar. Hoy eso sigue definiendo
    a la mayoría de las compañías Wintel. Firmas como
    Gateway 2000 y AST Research siguen ancladas en la desktop.

    Lo que Compaq ha hecho es extender el modelo Wintel hasta llevarlo al
    centro de datos de la empresa, robando, cada vez más, nuevos negocios
    a las viejas compañías fabricantes de minicomputadoras y
    mainframes.

    El vehículo para la expansión territorial de Compaq es
    un servidor, una poderosa computadora diseñada para instalarse en
    el corazón, ya sea de una red de pequeñas desktops como de
    otros servidores. Una década atrás, un servidor podría
    haber sido simplemente otra PC que operaba algo más rápido
    o tenía más memoria que las demás en una pequeña
    red departamental. Hoy un servidor de Compaq puede ser un monstruo con
    cuatro gigabytes (miles de millones de caracteres) de memoria RAM, 708
    gigabytes de capacidad de almacenaje en disco y 9.100 computadoras personales
    conectadas a su alrededor, con un precio de medio millón de dólares.
    Alternativamente, podría no tener computadoras personales conectadas
    sino simplemente brindar información a un mundo de hambrientos clientes
    de Internet. En el ámbito de las intranets y las extranets, en permanente
    y vertiginoso crecimiento, los dos mundos se cruzan en un servidor que
    actúa como una máquina Internet dedicada a un definido grupo
    de empleados, clientes y proveedores.

    A medida que los servidores crecen y van convirtiéndose de máquinas
    departamentales a máquinas centrales de las empresas, ponen de cabeza
    a toda la industria informática. Las viejas compañías
    de mainframes o minicomputadoras como Unisys o Digital ya han sido severamente
    dañadas. IBM y HP hicieron un mejor trabajo de adaptación,
    pero también están bajo la mira de Compaq.

    Consideremos estos hechos:

     



    • Compaq vende tantos servidores que operan con Windows NT (alrededor de
      30%) como la suma de las tres firmas que la siguen.

    • La mitad de los servidores de Internet e intranets que usan las empresas
      funcionan con Windows NT, lo cual despeja el terreno a Compaq. Unix se
      ubica segunda, con aproximadamente la tercera parte del ercado.

    • Con 1.460 instalaciones desde el 31 de agosto, Compaq se ubica sólo
      detrás de HP e IBM en número de servidores que operan con
      software R/3 de Sap. Ese es el software que integra las delicadas bases
      de datos de las grandes corporaciones. Dos años atrás Compaq
      ni siquiera aparecía en los rankings.

    • Compaq superó a EMC para convertirse en el segundo proveedor, después
      de IBM, de sistemas multiuso de almacenamiento.

    • El Nasdaq opera con un sistema de procesamiento Compaq. La jornada de octubre
      en que se transfirieron 1.400 millones de acciones no fue afectado.


     

    Los ingresos de Compaq siguen muy atados a la computadora de escritorio.
    La compañía movió 9,5 millones de PC el año
    pasado, lo que representa unos dos tercios de sus ingresos. Como fabricante
    número uno de clones de PC, Compaq puede repartir sus costos de
    marketing y desarrollo a lo ancho de una base más amplia que las
    de sus competidores y así ganar más con cada PC que vende.
    El margen estimado de ganancias netas para 1997, de 8,4%, la coloca cómodamente
    por delante de IBM y Dell. Con la acumulación de esas utilidades,
    Compaq tiene US$ 6.000 millones en el banco y casi nada de deuda.

    Ahora Compaq se prepara para la próxima etapa de su crecimiento.
    Su futuro radica en esos servidores Intel que controlarán las instalaciones
    de Disney y, algún día, de los bancos y aerolíneas.
    ¿Cómo hizo Compaq para transformarse de una empresa casi
    totalmente dependiente de la PC a una que en 1998 recibirá tal vez
    US$ 10.000 millones de ingresos por servidores?

     

    El líder del avance

    El crédito es para Pfeiffer, un alemán de 56 años
    con un MBA, que está a cargo de Compaq desde 1991. Si su idea de
    líder es Steven Jobs, Pfeiffer tal vez no lo impresione. De conversación
    baja y monótona, hace dormir a muchos asistentes a sus conferencias.
    Pero es vehemente, concentrado y perfectamente familiarizado con la frenética
    conmoción de la industria de la computación. “El es la prueba
    viva de que uno no tiene que tener una personalidad carismática
    para tener éxito como director ejecutivo”, dice Noel Tichy, profesor
    de la Escuela de Negocios de la Universidad de Michigan que ha relizado
    un análisis de la gestión de Pfeiffer.

    Pfeiffer entró a trabajar a Texas Instruments a los 22 años
    de edad; permaneció allí 20 años y llegó a
    vicepresidente de Marketing Empresario. Ingresó en Compaq en 1983,
    un año después de la fundación de la compañía.

    Cuando el capitalista Benjamin Rosen orquestó la salida del fundador
    Rod Canion y su reemplazo por Pfeiffer, Compaq atravesaba una crisis. Una
    compañía que había crecido acostumbrada a un cómodo
    margen bruto de ganancias de 35% se encontraba sitiada por cortadores de
    precios como Dell y AST Research.

    Pfeiffer encontró una forma de que la compañía
    viviera con un margen bruto de 27%. Redujo precios, compensó lo
    perdido en ganancias despidiendo a casi la cuarta parte de su fuerza de
    trabajo &endash;2.700 empleados&endash; y aumentó el número
    de revendedores que manejaban computadoras personales Compaq. Las ventas
    respondieron, subiendo de US$ 4.100 millones en 1992 a US$ 7.200 millones
    en 1993.

    Pero si el impacto más visible de Pfeiffer está en el
    aspecto commodity del negocio, el más duradero tal vez puede estar
    del otro lado. Pfeiffer sabía que si quería ser más
    que un ensamblador y vendedor de cajas, Compaq tendría que pasar
    de las PC baratas a las máquinas de alto valor que utilizan las
    grandes corporaciones. Compaq había introducido su primer servidor
    en 1989, pero el producto languidecía.

    A escasas semanas de asumir el control, Pfeiffer reorganizó la
    compañía. Reacomodó las divisiones funcionales (fabricación,
    ventas, ingeniería) en divisiones de producto (servidores, computadoras
    de escritorio, portátiles, productos de red). Luego pidió
    a la división Servidores que se tomara mucho más en serio.
    Invirtió en una tecnología que él llama PCI Hot Plug,
    que permite a los usuarios reemplazar disqueteras, caseteras y fuentes
    de energía sin tener que apagar el servidor. La división
    realizó asociaciones con organizaciones como Corollary Inc., que
    produce un complicado software que permite a un servidor mantener funcionando
    simultáneamente ocho procesadores Intel sin que se choquen entre
    sí.

     

    Aliados inesperados

    Además de Pfeiffer, hay otras dos personas a quienes se les debe
    dar crédito por convertir a Compaq en una potencia. Ninguno de ellos
    trabaja para Compaq: son Andrew Grove, de Intel, y William Gates, de Microsoft.
    Ambos desarrollaron productos que Compaq supo aprovechar brillantemente.

    La marcha sostenida de la Ley de Moore ha significado que un microprocesador
    Intel Pentium II de US$ 738 pueda realizar por segundo 10 veces las instrucciones
    que realiza una mainframe construida en 1990. El procesador Merced de la
    próxima generación de Intel será todavía más
    poderoso.

    Microsoft introdujo Windows NT hace cuatro años y desde entonces
    viene mejorando constantemente el producto. Si bien al producto todavía
    le falta para poder ofrecer toda la potencia del OS/390 de IBM o del Solaris
    de Sun Microsystems, evidentemente está orientado en esa dirección.
    El NT Server 5.0, que aparecerá en 1998, podrá manejar hasta
    32 gigabytes de memoria principal, terminales bobas y un directorio mejorado
    de nombres de usuarios, todo esencial si NT se propone reemplazar a Unix
    en las instalaciones de los servidores más grandes.

    Otro factor que aumenta las posibilidades del NT es el crecimiento del
    mercado de las compañías que están desarrollando productos
    para incorporar al NT. Una de ellas es Tandem Computers, que Compaq compró
    en 1997 por más de US$ 3.000 millones. Tandem se originó
    hace 20 años fabricando máquinas que toleran errores y que
    tenían su propio sistema operativo. Pero últimamente convirtió
    su tecnología para que pueda operar sobre servidores NT.

    Lo bueno de Wintel es que Compaq puede aprovechar los esfuerzos de investigación
    y el volumen de manufactura de Intel y Microsoft. Eso permite a Compaq,
    aun después de la adquisición de Tandem, mantener su presupuesto
    de investigación en un escaso 3,5% de las ventas. Por el contrario,
    Sun gasta 9,6% en investigación y Hewlett-Packard, 7,2%.

    La virtud de Wintel &endash;que está “abierta” a todos los
    fabricantes de computadoras&endash; es también su debilidad,
    desde el punto de vista de Compaq: si virtualmente todos los fabricantes
    compran las entrañas de sus máquinas a Intel y Microsoft,
    ¿qué es lo que va a diferenciar a una máquina de la
    otra?

     

    Andy Grove tiene razón

    Nada, y eso explica por qué la máxima de Grove &endash;que
    dice que hay que estar paranoico para sobrevivir&endash; probablemente
    se aplique más al negocio de Pfeiffer que al de Grove. Durante el
    último año Dell dio vuelta su negocio de servidores demostrando
    que las ventas por correo, que tan bien habían funcionado con las
    computadoras personales, podían también funcionar en el nivel
    más bajo del mercado de servidores.

    En el nivel más alto del mercado de servidores, Compaq debe afrontar
    un desafío proveniente de otro conjunto de compañías.
    Hewlett-Packard e IBM continúan teniendo ventaja sobre Compaq en
    la venta de grandes servidores (sistemas que cuestan más de US$
    1 millón, capaces de manejar bases de datos de terabytes o de manejar
    muchos miles de transacciones bancarias por día). IBM ha estado
    trabajando con bancos, compañías petroleras y aseguradoras
    el quíntuple del tiempo que Compaq ha estado en el negocio.

    Pero sus gigantescos rivales ya no podrán apretar a la compañía
    de Pfeiffer en el terreno de los servidores más que en el de las
    PC. Compaq tiene economías de escala funcionando a su favor. Es,
    lejos, el cliente más grande que tienen Intel y Microsoft. Por ese
    motivo, Compaq se asegura obtener de ambas firmas los mejores precios,
    la entrega más rápida y las notificaciones más tempranas
    sobre los planes sobre productos futuros.

    “De la boca de Andy al oído de Eckhard”, dice Howard Anderson,
    presidente de Yankee Group, de Boston, una analista del mercado. Compaq
    tiene también la posibilidad de elegir socios cuando los vendedores
    del software NT busquen una compañía de computación
    con la que engancharse.

    Una de las más importantes es Sap, el gigante alemán de
    software, que es el principal proveedor para realizar las operaciones de
    las grandes compañías. Sap es, por su tamaño, la cuarta
    compañía de software del mundo, con ingresos que crecen a
    razón de 60% al año.

     

    De las mainframes a las NT

    Cuando Sap comenzó, el grueso de su software operaba con mainframes
    IBM. A eso siguió un período en que las computadoras Unix
    (en las que Sun Microsystems es grande pero Compaq es insignificante) eran
    la plataforma dominante. Ahora estamos entrando en una era en la que NT
    será la plataforma dominante para las nuevas instalaciones Sap.

    En el tercer trimestre de 1997 se instalaron, en máquinas NT,
    unas 450 aplicaciones de software Sap R/3, o sea 45% del total. Eso significa
    un aumento de 25% con respecto a 1997. Este año más de la
    mitad de todas las remesas se harán sobre NT.

    Unix retiene una ventaja pequeña y decreciente en sus instalaciones
    más grandes R/3. Pero la diferencia será en gran medida irrelevante
    para finales de 1998, dice Jeremy Coote, presidente de Sap para Estados
    Unidos. Para entonces, las plataformas NT serán más poderosas,
    cuando Intel y sus socios hayan sacado el hardware NT 5.0, más rápido,
    y Sap haya mejorado su software para que pueda operar eficientemente sobre
    una red de servidores de tamaño mediano en lugar de un servidor
    grande.

    La compañía que más va a beneficiarse con esta
    movida hacia el NT será Compaq. Representa casi la mitad de todos
    los servidores NT que operan el R/3. Probablemente amplíe su liderazgo
    con una nueva oferta que acaba de armar con Sap, llamada Ready to Run R/3.
    Configurar el R/3 en un servidor ha sido siempre una ardua tarea que necesita
    ser implementada por ejércitos de consultores. Con Ready to Run,
    Sap y Compaq configurarán el software para el cliente y brindarán
    un sistema que estará a punto de desenrollar la madeja.

    Mientras orienta sus pasos hacia la competencia en los grandes sistemas,
    Compaq todavía tiene algo para crecer. En primer lugar, tiene que
    invertir en el área de ventas y servicios Una compañía
    de seguros no va a comprar un sistema de US$ 5 millones en un negocio de
    la esquina. Un banco espera que un problema con su red de cajeros automáticos
    sea corregido en una hora, no en días. ¿Compaq está
    a la altura de la tarea?

    Compaq avanzó mucho en el sentido de crear una fuerza de ventas
    cuando compró Tandem, en 1996. Instantáneamente, la adquisición
    duplicó el número de personas que Compaq tenía en
    el área. Y la gente de Tandem tenía mucha más experiencia
    en el centro de datos que los vendedores de Compaq, acostumbrados a trabajar
    con minoristas de PC.

    Aun con la adquisición de Tandem, Compaq tiene solamente 8.000
    vendedores y técnicos de apoyo, 20 veces menos que IBM. No es de
    sorprender que Compaq comprara una parte o la totalidad de Digital o Unisys.
    Digital tiene 25.000 ingenieros y personal de apoyo en el área.

    Otro desafío para Compaq es ampliar su línea de productos,
    particularmente para red. El mayor reto que enfrentan muchas compañías
    no es comprar servidores de computación sino encontrar hardware
    y software que puedan enlazar a todas sus computadoras.

    En 1996 Compaq compró Microcom, una compañía que
    ofrece aparatos para acceso remoto. Con la network de Microcom en una caja
    , una filial puede tener una LAN (red local de área) Ethernet y
    un acceso a Internet ISDN de alta velocidad por US$ 899. En septiembre
    de 1997 Compaq e Intel anunciaron un acuerdo para desarrollar conjuntamente
    productos para operar redes. Entre ellos, las cajas que enrutan los archivos
    entre computadoras. En este campo el liderazgo es de Cisco, con un envidiable
    margen de ganancias.

    Compaq fue elegida empresa del año 1997 por la revista Forbes
    por su rápida tasa de crecimiento y sus admirables ganancias. Para
    los próximos años, la apuesta es que Pfeiffer pueda aprovechar
    el actual empuje de la compañía para cimentar la posición
    como una potencia en el negocio de la computación.

     

    © Forbes / MERCADO