El futuro en tres dimensiones

    Hace 2.500 años, cuando el campo del conocimiento estaba infinitamente
    más acotado que en la actualidad y los avances fundamentales de
    la humanidad se medían en términos de eras, el filósofo
    griego Heráclito sentenció que lo único permanente
    es el cambio.

    Hoy lo comprobamos a cada momento: la evolución se ha vuelto
    tan vertiginosa como para reducir las eras a períodos temporalmente
    brevísimos. Valga un ejemplo: en 1983, mientras continuaban desarrollando
    la todavía muy incipiente tecnología celular, los científicos
    de los Bell Labs se atrevieron a pronosticar que en el 2000 habría
    900.000 teléfonos móviles funcionando en todo el mundo. Como
    se sabe, esa cifra ya había sido holgadamente superada a comienzos
    de los ´90 y la previsión actual es que dentro de dos años
    habrá 295 millones de teléfonos celulares.

     

    El cambio diario

    La explosión tecnológica es permanente: casi a diario
    nos enteramos de la aparición de algún nuevo producto o servicio
    que permite transformar procesos y hábitos. Esa realidad genera
    &endash;en todos, pero muy especialmente en quienes producen y venden
    bienes y servicios&endash; la necesidad de indagar y de pensar en tres
    dimensiones temporales: el presente, el futuro inmediato y el futuro mediato,
    que, paradójicamente, se inmediatiza cada vez más aceleradamente.

    Esta edición refleja las tres dimensiones de las preocupaciones.
    Para cada una de ellas hay respuestas, aunque, claro, ninguna es absoluta.
    La mejor prueba es la nota de Portada, en la que un conjunto de notables
    &endash;que sin duda forman parte de la elite del pensamiento universal
    contemporáneo&endash; debate acerca de la herencia que el siglo
    XX le dejará al siguiente y, muy especialmente, sobre cuáles
    serán las consecuencias de la actual revolución tecnológica.

    Como el lector podrá observar, la pasión con que esas
    figuras abordan el ejercicio de imaginar cómo será el futuro
    mediato &endash;cada vez menos mediato&endash; no es necesariamente
    proporcional al grado de consenso de muchas de sus ideas. No obstante,
    hay en esos artículos un sustantivo conjunto de pistas imprescindibles
    para no perder el tren de la historia.

     

    El futuro inmediato

    La preocupación por el corto plazo sigue, obviamente, teñida
    por el curso de la crisis internacional originada en Asia. De ello se ocupan,
    en dos artículos, Alvin y Heidi Toffler. En uno de ellos, que se
    incluye a partir de la página 69, recomiendan a los países
    afectados evitar mezclarse en una guerra comercial y concentrarse en su
    especialización como proveedores de alta tecnología.

    En el otro, que integra el menú de MERCADO Plus (ver página
    4), analizan los aspectos sociales que resultan de la situación
    económica y advierten que ellos podrían generar conflictos
    importantes que podrían incluso potenciar otra clase de dificultades,
    como los problemas étnicos que hay latentes en muchos de esos países.

     

    Las dudas de Friedman

    Pese a que ya cumplió 85 años de edad, también
    Milton Friedman está obsesionado por el futuro. En la Entrevista
    de esta edición pronostica que habrá un par de años
    sin inflación, e incluso con la posibilidad de una leve deflación,
    pero asegura que ello no provocará una depresión. Y, pese
    a todos los avances aparentes en ese sentido, mantiene su apuesta a que
    la anunciada unificación monetaria de Europa no va a poder concretarse.

    Otras dudas, pero más próximas, son las que ofrece la
    economía de América latina: según el balance anual
    de la Cepal, durante 1997 la región creció en promedio 5,5%,
    lo que representa la mejor performance de los últimos 25 años,
    y tuvo una tasa media de inflación de 11%, la más baja en
    50 años. Sin embargo, según el secretario de ese organismo,
    la mitad de la población no percibe esas mejoras. Para 1998, las
    previsiones auguran una desaceleración del crecimiento y dificultades
    en la situación del empleo (ver MERCADO Plus, página 5).

     

    La vuelta de Fiat

    Claro que también hay casos para los cuales el futuro se presenta
    más optimista (generalmente, porque el presente es alentador). Es
    la situación de Fiat Auto Argentina, la subsidiaria de la terminal
    italiana cuya historia se cuenta en la sección Empresas. Planeaba
    retornar paulatinamente al país y asumir totalmente el manejo de
    la marca a comienzos de este año, pero la drástica pérdida
    de mercados y de imagen que caracterizó a los últimos tiempos
    de la gestión de Sevel precipitó el regreso.

    Con una política de reposicionamiento tan rápida como
    profunda, en menos de dos años la terminal recuperó el primer
    lugar del ranking de venta de automóviles y de automotores en general.
    Sus ingresos saltaron de $ 797 millones en el ´96 a $ 2.000 millones el
    año pasado, y la expectativa para el ´98 llega a $ 2.800 millones.
    Espera fabricar 210.000 unidades este año y llegar a 250.000 en
    el 2000.

     

    Más futuros promisorios

    Fuera del país el futuro parece mostrarse más que optimista
    para Compaq, distinguida por la revista Forbes como la empresa del año
    en 1997. Después de hacerse fuerte en el mercado de clones para
    PC de escritorio, quiere extender su liderazgo al campo del procesamiento
    de datos de las grandes corporaciones. De hecho, hoy ya vende 30% de los
    servidores que operan con Windows NT, tanto como la suma de las tres empresas
    que la siguen (ver página 98).

    Después de muchos años de dificultades parece haber llegado
    la hora de la revancha para las líneas aéreas norteamericanas,
    que ahora están creciendo en forma sostenida. Sin embargo, hay una
    que se destaca nítidamente del resto: United Airlines, con la particularidad
    de que quien dirige semejante despegue es un ejecutivo importado de la
    industria automotriz, Gerald Greenwald, vicepresidente de Chrysler durante
    el reinado de Lee Iacocca. Su singular historia está descripta en
    MERCADO Plus (ver página 5).

     

    Volver a empezar

    Como ya es habitual en febrero, esta edición contiene el ranking
    de las AFJP, acompañado por un exhaustivo análisis sobre
    lo que sucedió en el sector durante el año pasado y lo que
    es razonable esperar para éste. La característica principal
    del ´97 fue la sucesión de modificaciones al marco regulatorio de
    la aún joven actividad &endash;que, dicho sea de paso, parece
    no haber terminado, ya que hay en el Congreso algunos proyectos de ley
    que esperan ser considerados&endash;, lo que determinó, en más
    de un aspecto, la sensación de barajar y dar de nuevo.

    En cuanto a la actividad estrictamente comercial de las administradoras,
    el año que pasó dejó algunos datos interesantes para
    el análisis. Uno de ellos es que el proceso de concentración
    no tuvo la velocidad del ´96; pero para el ´98 se espera tal aceleración
    que, según los expertos, dejaría al mercado con las dos terceras
    partes de los jugadores actuales y con la mitad de los que iniciaron el
    negocio a mediados del ´94, cuando el sistema se puso en marcha.

    Otro es la transformación del perfil de la mayoría de
    las administradoras. Hoy, por ejemplo, son pocas las que mantienen la aspiración
    de masividad, mayoritaria en los comienzos del sistema. Muchas van segmentándose,
    ya sea por niveles de ingresos, por sectores de actividad o por áreas
    geográficas. Sin embargo, también en este caso el futuro
    deparará novedades, ya que hay segmentos que, según los especialistas,
    tienden a desaparecer, como los más vinculados con las economías
    regionales y con las asociaciones sindicales de trabajadores.