El segundo descubrimiento

    “Este es el gran secreto que guardan los argentinos para el
    mundo”, dijo Greg Harney, director de la entidad organizadora de los
    Juegos Panamericanos, cuando visitó Mar del Plata por primera
    vez. Pese a las dificultades, la ciudad se alza con personalidad y
    fuerza propia, reasume su destino y busca concretarlo en
    términos de competitividad y desarrollo económico,
    social y cultural.

    El esfuerzo involucra iniciativas singulares, como una
    campaña de marketing específicamente diseñada
    para devolverle su esplendor. La investigación encarada para
    respaldar la acción indica que 29% del público
    argentino la elige como su destino turístico preferido, por
    encima de Carlos Paz, Punta del Este, Pinamar y Bariloche.

     

    La historia de Mar del Plata se remonta a 1747, cuando la
    Compañía de Jesús fundó, a orillas de la
    Laguna de los Padres la misión de Nuestra Señora del
    Pilar. Casi cien años después, Coelho de Meyrelles, en
    representación de un consorcio
    brasileño-portugués, estableció allí un
    saladero que daría nacimiento al pueblo Puerto Laguna de Los
    Padres. En 1873 Patricio Peralta Ramos compró el saladero y
    las tierras aledañas y gestionó ante el gobierno de la
    provincia el reconocimiento del pueblo, al que pidió llamar
    Mar del Plata. Poco después, en 1879, se fundó a su
    alrededor el partido de General Pueyrredón.

    Pero Mar del Plata adquirió definitivamente
    carácter de ciudad en 1907, dos décadas después
    de la llegada del ferrocarril y 15 años antes de la
    fundación del puerto. Y su vocación turística se
    selló en 1938, con la inauguración de la ruta 2.

    La ciudad cuenta hoy con 660.000 habitantes permanentes, y
    atiende las demandas de más de un millón y medio de
    personas en temporada alta y de casi tres millones de visitantes
    anuales.

    Detrás del negocio turístico, Mar del Plata
    despliega, además, un escenario económico
    multifacético. Es el primer puerto pesquero del país,
    con una extracción de más de 450.000 toneladas de peces
    y mariscos, lo que equivale a más de un tercio de lo que
    produce la actividad en la Argentina. Cuenta también con un
    cinturón hortícola muy importante. Produce granos y
    carnes, y desarrolló, a partir de su producción
    primaria, una industria procesadora de alimentos de importancia
    nacional e internacional. A lo que hay que sumar las plantas
    metalmecánicas especializadas en maquinaria para la industria
    alimentaria, como envasadoras, cerradoras, freidoras, lavadoras
    automáticas y equipos de refrigeración.

    En total, su producto bruto suma unos $ 3.300 millones, de los
    cuales 75 % proviene del sector terciario (ante todo,
    turístico), 18% de la industria manufacturera y 7% de
    actividades primarias. Mar del Plata también exporta: casi US$
    400 millones en el último año, de los cuales 93% se
    origina en la actividad pesquera.

    “Pero no hay que olvidar que todo esto tuvo su origen en la
    enorme y concentrada demanda turística de temporada alta. El
    turismo definió y sigue definiendo el perfil de la ciudad”,
    advierte Elio Aprile, intendente de Mar del Plata. “Algo más
    de la mitad de la población ha venido a instalarse desde otras
    partes del país y del extranjero: tenemos 60 comunidades
    nacionales. Esto le confiere a la ciudad el carácter
    cosmopolita y diverso que tanto atrae a los turistas y a sus propios
    habitantes, pero que impone también un permanente
    desafío de renovación y de coordinación de
    esfuerzos.”

    En esa diversidad tradicionalmente relacionada con el mar, la
    playa y el esparcimiento encuentra la ciudad sus rasgos más
    fuertes. Más de 1.500 establecimientos gastronómicos
    matizan una oferta que oscila entre el refinamiento y la comida al
    paso. Casi 700 hoteles recorren también una amplia gama de
    opciones, desde los cinco estrellas, como el Costa Galana y el
    Sheraton, hasta las variantes más rústicas y sencillas,
    pasando por los apart, las hosterías y los hoteles gremiales,
    hoy remozados y abiertos al público. Un total de 61.500 plazas
    para todos los gustos y presupuestos.

    El actual intendente, un joven dirigente radical y profesor
    universitario, lleva adelante una gestión abierta a la
    consulta y la participación de la ciudadanía y
    particularmente concentrada en resolver los principales
    déficit de la región. Al iniciar su mandato, en 1996,
    Aprile realizó una consulta popular inédita: propuso un
    programa de 25 obras y solicitó el apoyo de la
    población para un aumento de $ 4 mensuales en el impuesto
    municipal.

    “Muchos de mis colegas me trataron de loco”, recuerda ahora,
    “pero 60% de la población aceptó pagar más, y de
    ese modo, por decisión ciudadana, se puso en marcha el plan de
    obras, que incluye pavimentación, iluminación,
    ampliación y renovación de espacios verdes, cloacas,
    desagües, forestación y mejoramiento de las playas y las
    plazas, todo lo cual generará, por cierto, alrededor de 6.000
    puestos de trabajo”. Para una segunda etapa “pero siempre antes del
    2000, vamos a descentralizar las funciones municipales, siguiendo los
    modelos de Barcelona o Córdoba, mediante una serie de
    municentros que serán no sólo entes municipales
    tradicionales, sino centros culturales y vecinales”.

     

    Convocar y coordinar

     

    Por su parte, el Ente Municipal de Turismo (Emtur)
    inició una fase de actividad profesionalizada y
    autónoma dirigida a desarrollar un plan de trabajo acordado
    con las organizaciones de nivel intermedio que representan al
    conjunto de los sectores de la población. “Transformamos el
    directorio del Emtur, incorporando representantes de las 16
    principales cámaras de la ciudad, el Concejo Deliberante, la
    CGT y la Universidad, lo que da continuidad a la plana directiva,
    porque, más allá de los cambios de funcionarios, la
    totalidad de las instituciones representadas seguirá
    perteneciendo al organismo. Así, en el directorio se realiza
    un permanente proceso de negociación entre los diversos
    sectores de la ciudadanía y las decisiones se toman por
    consenso. La pérdida de poder de decisión del
    funcionario tiene la gran ventaja de que todas las medidas reciben el
    apoyo de los representados, porque fueron tomadas en forma conjunta”,
    explica Carlos Patrani, presidente del Ente.

    “Para orientar esas decisiones hemos encargado un estudio de
    demanda potencial que nos permita definir cuáles son los
    atractivos que busca el turista argentino, hoy bombardeado por una
    amplia demanda nacional e internacional. De este modo, lo que se pone
    en marcha pertenece de inmediato a la población en general, no
    a este o aquel gobierno”, razona Patrani. “Empieza a haber una
    conciencia clara de la pertinencia y la necesidad de los acuerdos, de
    la construcción de proyectos comunes y de su puesta en
    práctica mediante un trabajo colectivo.”

    Entre los proyectos del Emtur se destacan la
    remodelación de Playa Grande, la mejora de la
    prestación de servicios en todas las playas, incluida su
    iluminación; la remodelación del Paseo Costero, la
    expropiación y demolición de la manzana ubicada tras el
    Casino, que se parquizará por completo; la
    privatización del Hotel Municipal, que se transformará
    en un centro de convenciones, y el rescate de las playas
    aledañas al puerto.

     

    Sorprender al turista

     

    Todo se encuadra en el marco de “dos esfuerzos de
    interés ciudadano: la promoción del turismo de
    temporada baja, no sólo de vacaciones sino también de
    fin de semana, que está creciendo y que se potenciará
    cuando se complete la autopista, con lo cual estaremos a tres horas
    de Buenos Aires, y la promoción de nuestra ciudad como centro
    de congresos y convenciones. No hay que olvidar que tenemos 63.000
    camas hoteleras y 250.000 extrahoteleras que durante unos ocho meses
    exhiben una capacidad ociosa de más de 60%”, dice Patrani.

    La ciudad se encuentra, además, comprometida en un
    proceso de recategorización de sus hoteles, “para poner
    nuestra oferta de acuerdo con los cánones internacionales: es
    mejor no prometer en exceso y que el turista se sorprenda”,
    argumenta.

    La preocupación general por mejorar la calidad de los
    servicios es el tema de conversación y acción
    más común de los marplatenses. No constituye
    sólo un proyecto de gobierno, sino el objetivo de toda la
    población. En comercios, restaurantes, taxis y
    panaderías el visitante percibe la misma vocación:
    prepararse e innovar para atraer gente durante la temporada baja y
    los fines de semana, y para garantizar que quien llegue quiera
    volver.

    El esfuerzo también apunta a la resolución del
    problema que más angustia a la ciudad, el desempleo, que
    alcanza a “casi 24%, sin contar a los subempleados”, reconoce el
    intendente. “Es que tenemos una masa importante de trabajadores
    temporarios, que durante ocho meses al año no tienen
    actividad. Por eso también estamos coordinando los esfuerzos
    de la comunidad para desarrollar la microempresa y la pequeña
    y mediana industria, especialmente en el área de alimentos.”

     

    Puerto postergado

     

    En cuanto al puerto, “ha sido olvidado por el Estado
    argentino”, dispara Ricardo Polverino, presidente del Consejo
    Empresarial, formado por las cámaras textil, de armadores de
    buques de altura, de industriales del pescado y de supermercados y la
    asociación de hoteles, la sociedad rural y el centro de
    constructores. “Todavía no tiene un ente autónomo que
    pueda gerenciarlo por su cuenta, como la mayor parte de los grandes
    puertos del país. Sigue dependiendo de la Dirección
    Provincial de Puertos, con lo cual sus directivos no tienen poder de
    decisión. Como consecuencia, está virtualmente muerto,
    cuando podría ser uno de los puertos oceánicos
    más importantes del país, si no el mayor”, argumenta
    Polverino. “No es posible que nuestras exportaciones de pescado
    tengan que salir por Buenos Aires.”

    No todo anda mal, sin embargo. La Comisión Mixta de
    Defensa del Puerto tiene hoy dos representantes en la
    dirección; la provincia está realizando un Plan Maestro
    para la transformación del puerto; el Consejo Empresario,
    financiado por la Municipalidad, contrató una consultora para
    realizar un estudio de mercado potencial, y el intendente se ha
    puesto al frente del movimiento de defensa de la autonomía.

    Ventajas comparativas

    Tras recibir una municipalidad endeudada en US$ 42 millones,
    “durante 1996 nos dedicamos a pagar las deudas y a refinanciar
    ciertos préstamos”, relata el intendente Elio Aprile
    .”Renegociamos el contrato de recolección de basura y ahora,
    con el mismo proveedor, estamos pagando la mitad. También
    pusimos a valer la empresa de vialidad, que hoy es la más
    solvente de la provincia y acaba de incorporar maquinaria por valor
    de US$ 11 millones. Terminamos el ´96 en negro y así pudimos,
    en 1997, plebiscito impositivo mediante, dedicarnos a hacer obra
    pública. Tengo que decir que esto sólo es posible
    porque los marplatenses aceptaron pagar más impuestos y porque
    han hecho crecer el índice de cobrabilidad de 45% a 64% en un
    año: algo heroico en épocas de recesión para las
    mayorías”, reconoce.

    “Las 25 obras para las que se le pidió a la gente el
    aumento impositivo están hoy empezadas, terminadas o
    licitadas. Esto no sólo generó nuevas realidades
    materiales, sino también un efecto mimético. Así
    como una ciudad y una administración decadentes generan
    actitudes decadentes y espantan las posibilidades de
    inversión, una ciudad que resurge se torna atractiva para sus
    habitantes y para los posibles inversores”, explica Aprile.

    “Esto convocó un proyecto colectivo, que consiste en
    transformar a Mar del Plata en la ciudad más pujante del
    país para comienzos del siglo. Una ciudad con prestigio
    recuperado, con alta calidad de vida, que no aplaste a la gente que
    vive en ella pero amplíe el vigor de su industria
    turística y la haga compatible con sus posibilidades
    académicas y con el desarrollo de sus otros focos
    industriales: la producción primaria y secundaria de alimentos
    y la industria en general. Toda la infraestructura que está
    haciendo la Municipalidad apunta en ese sentido: tanto la mejora de
    las salidas viales, turísticas y comerciales como las obras
    que permitirán que la totalidad de la ciudadanía tenga
    cloacas y agua potable a fin de siglo.”

    Aprile destaca las ventajas comparativas de la ciudad:
    “Somos el destino turístico más importante y mejor
    equipado de la Argentina; el mayor productor pesquero del país
    y el primer productor hortícola nacional; tenemos un puerto
    oceánico de aguas profundas que puede dar salida
    atlántica a todo el centro del país; estamos
    comunicados por carretera y por ferrocarril hacia tres de los cuatro
    puntos cardinales; somos una ciudad de tamaño intermedio y
    contamos con dos universidades, una nacional y una privada, con lo
    cual tenemos también capacidad de formación de recursos
    humanos y de producción de conocimiento, lo que nos da la
    posibilidad de montar una industria procesadora de alto valor
    agregado”.

     

    Pequeños socios

    El eje de la política productiva del Partido de General
    Pueyrredón pasa por fomentar la radicación de nuevas
    inversiones y cuidar las existentes. “Desde la Secretaría de
    Producción tratamos de llevar adelante acciones conjuntas con
    los empresarios, brindamos cesiones en el parque industrial,
    exenciones de los impuestos municipales y apoyo a la creación
    de microemprendimientos”, afirma Juan Darío Sócrate, a
    cargo del organismo.

    La secretaría organizó en junio una
    misión comercial a San Pablo, en la que participaron diez
    empresas. La industria de la alimentación fue mayoritaria,
    “porque es el frente que hay que desarrollar en Mar del Plata:
    tenemos el sector de producción primaria más importante
    del sudeste bonaerense, y la demanda de alimentos crece en el mundo
    entero”, explica Sócrate. “Por eso, también
    participamos en el Salón de la Alimentación del
    Mercosur, en Buenos Aires. Toda esta actividad está destinada
    a promover el desarrollo de la pequeña y mediana empresa, que
    es la única que puede generar empleo para los 50.000
    desocupados que tiene el partido, muchos de los cuales migran hacia
    el conurbano de Mar del Plata”.

    “Fomentamos las asociaciones, porque las Pymes tienen
    que unir sus recursos si buscan fortaleza económica y volumen
    suficiente para competir en la Argentina y, sobre todo, en el
    exterior”, explica. Un ejemplo de esto es el Proyecto Góndola,
    a través del cual ocho pequeños productores de
    delicatessen conformaron una Agrupación de Colaboración
    para la Venta, destinada a colocar sus productos en las cadenas
    locales de supermercados. De ese mismo proyecto forma parte la
    creación de una cooperativa de fabricantes de dulces y la de
    un Centro de Apoyo a las Pymes desarrollado por el Instituto de
    Desarrollo Empresarial Bonaerense, las cámaras empresarias y
    la Universidad.

    “Tenemos otros cinco programas funcionando. Uno de
    promoción industrial, que contempla preparar la
    infraestructura de servicios del parque, abrir la posibilidad de
    cesión gratuita, aplicar la coadministración entre la
    Municipalidad y los industriales, y generar alternativas de
    radicación fuera del parque; en el puerto, por ejemplo. Hay un
    segundo programa de seguimiento de microemprendimientos, dedicado
    especialmente a seguirles la pista a los empresarios relevados en
    nuestra base de datos, única en la provincia. Fomentamos,
    además, la creación de microemprendimientos mediante la
    exención, por un año, de las tasas municipales.
    Completamos la tarea consiguiendo becas para capacitación en
    distintas instituciones educativas”, señala el secretario.

    “Con respecto al desempleo, realizamos un censo voluntario
    para conocer el perfil de los desocupados. Se inscribieron 9.000,
    casi 20% del total. Así tenemos una idea de quiénes son
    y podemos realizar una tarea de intermediación: mandamos a los
    trabajadores que cumplen con el perfil pedido, y así se
    generaron 350 puestos de trabajo en menos de un año. Algo es
    algo.”

    “Por último, estamos conformando el Corredor Productivo
    del Atlántico, destinado a fomentar la producción
    primaria no tradicional. Haremos producción de cerdo magro,
    miel y horticultura orgánica.”

    Un manantial de negocios

    Torre de Manantiales es uno de los emprendimientos pioneros de
    la nueva hotelería marplatense. Diez años atrás
    se convirtió en el primer gran apart hotel de la ciudad. “Lo
    construimos pensando en satisfacer dos necesidades: más
    comodidad y períodos de vacaciones más largos”, dice
    Hernán Lombardi, presidente de la empresa.

    Se apuntó también a fortalecer un mercado
    decisivo, el de congresos y convenciones, ofreciendo salones
    más amplios y luminosos, comodidad para el trabajo y
    esparcimiento: “elegante sport, ése es nuestro
    posicionamiento”, explica Lombardi.

    Al apart de 32.000 metros cubiertos con 700 camas
    distribuidas en 224 apartamentos, se suman Manantiales Villa Gainza
    Paz, una antigua mansión en el barrio Los Troncos destinada a
    convenciones; Manantiales Club de Mar, ocho hectáreas al sur
    del faro, en la zona de mayor desarrollo del turismo de alto nivel, y
    el Spa de Mar Manantiales, “nuestra propuesta para el turismo salud:
    ambos sin igual en Argentina, por la variedad de su oferta, porque
    están rodeados de verde y de tranquilidad, y por la calidad de
    sus servicios”, sostiene Lombardi. “Además, el 15 de noviembre
    inauguramos un nuevo salón para grandes congresos.”

    Durante las vacaciones de invierno, los fines de semana
    largos, Semana Santa y los meses de enero y febrero “Manantiales se
    convierte en una especie de crucero: hay actividades recreativas y
    culturales de todo tipo, para grandes y chicos, desde las 9 de la
    mañana hasta las 3 de la mañana siguiente. Distribuimos
    un Manantiales News todos los días, para que la gente pueda
    elegir”, señala Lombardi.

    “Muchas veces nos equiparan con los Club Med, pero
    además de los deportes, algo típico de los Med,
    tenemos actividades culturales: hicimos, por ejemplo, un festival
    Mozart en el Club de Mar, con gente del teatro Colón. Tenemos,
    incluso, una isla de edición, donde hacemos nuestras propias
    publicidades y se elaboran videos de regalo para los pasajeros.”

    En temporada baja Manantiales se dedica intensamente a los
    congresos y convenciones, incluyendo la gastronomía y el ocio
    de los participantes: “En cuatro años realizamos casi 500
    eventos, y en 1996 concentramos 50% de los que tuvieron lugar en Mar
    del Plata”, afirma el empresario. “Es cierto que ahora tendremos que
    contar con la competencia del Sheraton, además del Costa
    Galana, pero seguimos siendo líderes. Logramos un promedio de
    ocupación de 45% en temporada baja, con más de 90% en
    los meses de verano”.

    Hay, además, un perfil comunitario del que la empresa
    se enorgullece. Lombardi es presidente ad honorem de la Casa de Mar
    del Plata. “También formamos parte de la comisión que
    recuperó el Festival de Cine de Mar del Plata, cuya segunda
    edición comienza el 13 de noviembre y para el que esperamos
    aún más gente que el año pasado”, se entusiasma
    Lombardi.

     

    Delfines y caimanes

    A cuatro años de su fundación, el Aquarium de
    Mar del Plata ha logrado constituirse en una de las atracciones clave
    de la ciudad. Con 10 hectáreas íntegramente parquizadas
    sobre la playa, alberga un acuario con más de 300 ejemplares y
    cerca de 20 especies diferentes. Ofrece, además, dos
    espectáculos con lobos marinos y delfines y un cine
    tridimensional para 300 personas.

    “La empresa auspicia una fundación dedicada a la
    recuperación de animales marinos en peligro: rescatamos
    pingüinos empetrolados, lobos marinos y delfines heridos. Los
    atendemos hasta que se reponen, los marcamos y, si es posible, los
    devolvemos al mar”, cuenta Fernando Mumare, gerente general del
    complejo. Todo esto se financia con la facturación anual de $
    36 millones que, en invierno, se sostiene sobre todo con las visitas
    guiadas para escolares.

    “Tenemos un plantel estable de 200 empleados, que en verano
    casi se duplica. En temporada nos visitan unas 10.000 personas por
    día. En invierno la cifra se reduce a la mitad”, explica
    Mumare.

    “No dejamos de cambiar. Estamos preparando un nuevo
    espectáculo de esquí acuático y habilitaremos un
    espacio especial con caimanes del Mississippi. Si no presentamos una
    novedad cada año, el negocio se para. De hecho, estamos
    tratando de ampliar la superficie; queremos duplicarla.”

     

    Una industria símbolo

    Havanna nació en 1948, fundada por tres socios
    porteños y marplatenses, y dedicada desde un comienzo a la
    fabricación de alfajores. Diez años después, la
    firma adquirió dos fábricas importantes y se
    convirtió en una industria símbolo de la ciudad. En la
    década de 1970 montó una cadena de locales propios para
    la venta exclusiva de sus productos.

    “Seguimos trabajando así, sin intermediarios,
    operando directamente en nuestros 100 puntos de venta”,
    señala Horacio Mastroberti, gerente de la
    compañía.

    “Nuestro mercado se concentra, fuera de Mar del Plata, en
    la Capital Federal y el Gran Buenos Aires. Hemos hecho algunas
    exportaciones a Miami, Uruguay, Paraguay y Brasil, pero se hace
    difícil ampliarlas porque no aceptamos que nuestro producto
    llegue al consumidor después de los 15 días de la fecha
    de fabricación”. Así y todo, Havanna factura
    actualmente unos $ 40 millones anuales, con 20 líneas de
    productos, a los que incorporó el café italiano Illy.

     

    Recambio de generaciones

    La Universidad de Mar del Plata está a punto de cumplir
    36 años. Nació por iniciativa de una cooperadora de
    padres de los estudiantes de una escuela de verano. Pero hubo que
    esperar hasta 1983 para que los docentes fueran sus propios
    graduados: mientras tanto, venían a dictar clases profesores
    de La Plata o Buenos Aires. Hoy, el proceso de recambio se ha
    completado y la Universidad atiende sus 36 carreras con profesores
    marplatenses, en su mayoría salidos de sus propios claustros.

    La oferta educacional de la institución abarca,
    actualmente, nueve facultades: Derecho; Arquitectura; Ciencias
    Agrarias; Humanidades; Psicología; Ciencias Económicas
    y Sociales; Ciencias de la Salud y Ciencias Exactas. “Estamos
    tratando de diversificarnos, para lo cual tenemos de modificar la
    organización. Nuestro presupuesto es deficitario, y si
    queremos atender mejor la demanda de la población marplatense,
    tenemos que romper la estructura por facultades. No queremos pasar a
    un esquema departamental puro, pero pretendemos que no se repitan en
    varias facultades los mismos departamentos. Los existentes
    ofrecerán servicios docentes y programas de acuerdo con las
    necesidades de otras carreras y facultades”, explica el rector Jorge
    Petrillo.

    “También pretendemos flexibilizar la oferta horaria y
    aumentar la proporción de materias optativas de modo que el
    alumno termine la carrera en los plazos previstos”, explica.

    “Sabemos cuáles son nuestros problemas y cuáles
    son las transformaciones necesarias. Pero necesitamos mayor
    dedicación docente, y para ello no hay presupuesto”, se
    lamenta. “Los criterios para distribuir el dinero que está
    manejando el Estado nacional conducen a aumentar las partidas de los
    que mejor funcionan y a relegar a los que muestran problemas o
    ineficiencias, con lo cual estamos en un círculo vicioso.”

    “Modificar esta situación resulta imperioso. La
    Universidad de Mar del Plata tiene en este momento más de
    24.000 alumnos, entre grado, posgrado y universidad abierta, y la
    matrícula sigue creciendo.”

    A pesar de las dificultades, la Universidad está
    trabajando fuertemente con el Movimiento Cooperativo de Mar del Plata
    en proyectos de descentralización comunitaria y
    autogestión, y con la Municipalidad, entre otras
    instituciones.

    En busca del tiempo perdido

    Contratadas por el Emtur, dos empresas se ocuparon de estudiar la
    demanda potencial y la percepción de marca de la ciudad y de
    actualizar su imagen con miras a atraer a viejos y nuevos turistas.

    El Grupo Estratégico de Negocios fue contratado por el
    Emtur para realizar un estudio de demanda potencial de la ciudad de
    Mar del Plata. Sus resultados no dejan duda acerca de la
    percepción que los consumidores tienen de ella, ni tampoco del
    trabajo que queda por hacer. “Hay una fuerte lealtad de marca en
    relación con Mar del Plata: porque quien va tiene casa
    allá, porque planifica sus veranos y acostumbra ir a Mar del
    Plata, o por el valor afectivo y familiar de la ciudad”, dice Alberto
    Wilensky, presidente del Grupo.

    Como muestra de este apego, 86% de los encuestados dijeron tener
    una imagen positiva del lugar, contra sólo 4% que se
    manifestó negativamente y 10% de indiferentes. Esto concuerda
    con la presencia de marca de Mar del Plata como lugar de veraneo: 25%
    asoció las vacaciones estivales con Mar del Plata. En segundo
    lugar se ubicó Bariloche, con 7%, y detrás Villa
    Gesell, con 6%.

    En cuanto a la plaza preferida, aquella a la que realmente van, la
    ciudad costera se adjudicó otra vez el primer puesto, con 29%
    de las preferencias, contra 11% de la segunda, Carlos Paz. Punta del
    Este fue tercera en la contienda, con 8%, y Pinamar y Bariloche
    compartieron el cuarto puesto, con 7% cada una. Otras 300 plazas se
    llevaron el resto.

    Las cifras marplatenses caen cuando se trata de las vacaciones de
    invierno. Sin embargo, la ciudad está en condiciones de
    satisfacer adecuadamente los deseos del público invernal, 25%
    del cual dice ir en busca de tranquilidad y descanso. Otro 10% pide
    diversión y esparcimiento, cosa que también pueden
    encontrar allí, y sólo 5% se orienta a los deportes en
    la nieve. “Aquí hay un importante trabajo de promoción
    que hacer”, dice Wilensky; “es necesario fortalecer la presencia de
    marca de la ciudad como destino invernal”.

    La investigación revela que el público distingue a
    Mar del Plata por razones contundentes:

    1) La amplia gama de alternativas de diversión y
    entretenimiento para todos los gustos y edades, y para la familia en
    pleno, de día y de noche.

    2) El alto desarrollo de su infraestructura ciudadana.

    3) La diversidad de públicos y de ondas, algo que, junto
    con el esparcimiento nocturno, es lo más valorado por los
    jóvenes.

    4) La excelente relación precio-calidad, con valores
    relativamente bajos (éste es el factor más importante
    para los adultos).

    5) La belleza urbana y natural, que combina playas, lugares
    tranquilos y apartados, y una atractiva arquitectura.

    “Hay un punto que destacar: 53% de los encuestados prefirieron Mar
    del Plata a cualquier otro destino si de relación
    precio-calidad se trata, y 41% le dio el primer lugar en cuanto a la
    amabilidad con que se atiende al turista”, explica Wilensky.

    “La ciudad tiene un perfil interesante para explotar como centro
    de convenciones y congresos. Está lo suficientemente cerca
    como para acceder a ella de forma económica y cómoda, y
    lo suficientemente lejos como para lograr un cambio de horizonte;
    tiene una excelente infraestructura, tanto para las actividades
    mismas como para el alojamiento, y cuenta, además, con grandes
    atractivos urbanos y naturales. No se puede pedir más. Y la
    demanda crece: las empresas realizan cada vez más eventos
    internos, y se multiplican los congresos sectoriales o
    temáticos, tanto en el país como a nivel
    internacional.”

     

    Cambio de imagen

    En marzo el Emtur llamó a concurso de agencias de
    publicidad para emprender una campaña destinada “a recuperar
    la fuerza de la marca Mar del Plata”, dice Ricardo Rutemberg,
    presidente de Downtown, la ganadora. “Partiendo de allí, nos
    propusimos mostrar una ciudad que, aunque todos conocen, pocos han
    descubierto. Está llena de atractivos secretos. Y ése
    es el concepto que domina la campaña: ´Ya la conocés,
    ahora descubríla´”, cuenta Rutemberg.

    Revistas y vía pública fueron los medios elegidos
    para comunicar estos conceptos. El perfil es muy simple: ir develando
    por medio de las imágenes los atractivos poco conocidos de Mar
    del Plata, como el bosque Peralta Ramos o la Barranca de los Lobos.
    “Así la presentamos con rasgos inesperados. Entramos por la
    ventana con un material inherente a la marca y a la vez
    creíble, que amplía y realza el atractivo del
    producto”, explica Rutemberg.

    La campaña va dirigida a unos 12 millones de personas,
    principalmente residentes de la Capital Federal y el Gran Buenos
    Aires. Cada imagen se acompaña con un texto que expone las
    ventajas de la ciudad: tranquilidad, deportes, frutos de mar, playas,
    árboles, arte, descanso, sierras, noche y día,
    espectáculos intentan operar como eficaces anzuelos. “En
    primavera, además, cambiamos los tonos: vamos hacia los
    amaneceres, los ocres, la luz”, apunta el ejecutivo. Una
    inversión anual de $ 700.000 al servicio de una nueva cara
    para Mar del Plata.

     

    La cultura de la ciudad

    Más bibliotecas que Buenos Aires

    La idea de que la cultura es no sólo arte, sino todo lo que
    tenga que ver con la calidad de vida, impulsa al ente oficial del
    área a desarrollar actividades de recuperación del
    espacio público, o arqueología urbana.

    “La antigua secretaría de cultura pasó a ser un ente
    descentralizado. Una vez aprobado el presupuesto, administramos por
    cuenta propia los recursos que recibimos”, explica Nino Ramella,
    presidente del Ente de Cultura. “Esto nos permite ahorrar dinero y
    tomar decisiones inmediatas.”

    “Uno de nuestros más importantes capitales culturales, en
    Mar del Plata, es la red de bibliotecas. A partir de la Biblioteca
    Pública Central se han establecido 30 centros barriales con un
    total de 230.000 libros.” Para poner las cosas en perspectiva,
    Ramella señala que “Buenos Aires cuenta con 23 bibliotecas
    públicas municipales para una población diez veces
    mayor, y Barcelona, en España, cuenta con 300.000 libros para
    3 millones de personas”.

    “Esta red cumple un servicio público importante: hay muchos
    alumnos de nivel terciario que estudian en nuestras bibliotecas. Por
    eso la mantenemos cuidadosamente: el semestre pasado se compraron
    22.000 libros y este semestre invertiremos otros $ 500.000 en
    volúmenes.”

     

    A toda orquesta

    Una cuarta parte del presupuesto del Ente se destina a actividades
    musicales: una orquesta sinfónica, la banda municipal, dos
    quintetos, uno de piano y cuerdas y uno de vientos, y la
    recientemente creada Orquesta Municipal de Tango. “Sabemos que la
    gente se siente convocada y disfruta de la música: ya
    organizamos varios megaconciertos multitudinarios en el
    Polideportivo, todos con entradas desde 3 pesos, y en cada
    ocasión tuvimos entre 5.000 y 6.000 asistentes, para una
    capacidad de 7.000 butacas”, se entusiasma Ramella.

    El Ente también tiene a su cargo los museos de Ciencias
    Naturales, el Histórico Municipal, el Castagnino, de Arte, el
    José Hernández, -que tiene un Centro de
    Investigaciones- y el Centro Cultural Victoria Ocampo. También
    dependen de él el Teatro Colón y el área de
    preservación del patrimonio. “Estamos incorporando una
    galería de arte en la Torre Tanque”, cuenta, “y acabamos de
    fundar una biblioteca de Música bautizada Astor Piazzolla”.

     

    Patrimonio intangible

    Ramella subraya un aspecto poco conocido de la actividad cultural
    marplatense: “Nos ocupamos mucho de la preservación del
    patrimonio arquitectónico e histórico de la ciudad. Es
    el único recurso que tenemos para ir consolidando nuestra
    identidad”, plantea. “Por eso, en colaboración con el Centro
    Internacional para la Preservación del Patrimonio Intangible,
    Cicop, realizamos un congreso del Mercosur para abordar el tema, que
    es el primero en América”, señala. Y explica que se
    denomina patrimonio intangible a la totalidad de las tradiciones, los
    mitos, las leyendas, las técnicas de una comunidad: “En Mar
    del Plata esto existe y es importante conservarlo porque
    constantemente recibimos gente de afuera. Por eso desarrollamos una
    serie de actividades de recuperación del espacio
    público, o arqueología urbana. Cultura no es
    sólo arte, sino todo lo que tiene que ver con la calidad de
    vida de las personas”.

    Con ese mismo espíritu, el organismo administra un sistema
    de becas y subsidios para que la población tenga más
    posibilidades de acceder a actividades culturales, “porque el Ente no
    hace cultura, mejora las condiciones para que la gente pueda
    hacerla”.

     

    Show time

    Con más de 10 cines y 25 teatros, la ciudad no carece de
    vida artística en ninguna época del año: a ello
    colaboran especialmente el teatro Colón -centro de conciertos
    y presentaciones permanentes-, el Polideportivo, con 7.000 butacas y
    una infraestructura que hace posible desarrollar espectáculos
    musicales y también grandes simposios, y el teatro Auditorium,
    un complejo cultural semejante al San Martín capitalino,
    donde constante y simultáneamente se presentan obras
    dramáticas, musicales y cinematográficas, exposiciones
    y encuentros. Toda esa actividad dibuja un perfil atractivo no
    sólo para el turismo sino también para el mercado de
    congresos y convenciones nacionales e internacionales.

    A esto se agrega el recuperado Festival de Cine, que el año
    pasado convocó a 97.000 espectadores. Esto determinó
    que los concursantes internacionales solicitaran que la
    edición 97a -que se inicia el 13 de este mes- cuente ya con un
    mercado que se esperaba recién para el ´99.

     

     

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