¿A quién beneficia el reciente acuerdo
internacional para eliminar, antes del año 2000, las tarifas
de importación en el sector de la tecnología
informática? El acuerdo, firmado a fines de marzo por 39
países que representan 92% del volumen total del comercio
mundial de la actividad (estimado en US$ 600.000 millones anuales),
promete convertirse en la piedra angular de la sociedad
informática del futuro.
Pero el alentador panorama de bajos precios que
conllevará la apertura de los mercados exhibe matices
diferentes. Según los analistas, los que más tienen que
ganar son los gigantes estadounidenses del sector, como IBM,
Hewlett-Packard e Intel, a los que la desaceleración del
crecimiento de las ventas en el mundo desarrollado los obliga a
reforzar su presencia en los mercados emergentes que han sido,
precisamente, los más proclives a proteger a sus industrias
locales con barreras a la importación.
También se beneficiarán los fabricantes de
componentes -sobre todo, de semiconductores- de Japón, Corea y
Taiwán.
Menos entusiastas se muestran, en cambio, los empresarios de
varios países en vías de desarrollo que pidieron, y
lograron, extender el plazo de la liberación del comercio
hasta el año 2005 para algunas líneas de productos.
Para el resto, el proceso se cumplirá en cuatro etapas
(en cada una de ellas se reducirá 25% de las tarifas vigentes)
hasta llegar a la eliminación total en enero del 2000.
La amenaza informática
La pesadilla del año 2000 preocupa cada vez más a
los expertos en informática. La crisis en ciernes, desatada
por la incapacidad de muchos sistemas para registrar las fechas
posteriores al inicio del siglo, no se limitará, como se
creía hasta ahora, a los equipos más viejos, sino que
afectará también a las computadoras modernas, a los
sistemas de cliente-servidor y -más grave aún- a los
microprocesadores instalados en semáforos, automóviles,
usinas eléctricas o aviones.
Los analistas advierten, además, que las empresas no
están prestando suficiente atención al problema.
Según un estudio realizado en el Reino Unido, apenas 10% de
las compañías han emprendido algún tipo de
acción para buscar soluciones.
El origen de la catástrofe se remite a las
décadas de 1960 y 1970, cuando los dispositivos de memoria
eran tan limitados y costosos que los programadores optaron por
almacenar los datos correspondientes a los años en dos
dígitos (en lugar de cuatro) para ahorrar capacidad.
¿Qué pasará cuando suene la primera
campanada del 2000 en los casos en los que no se haya resuelto la
cuestión? Algunos sistemas simplemente dejarán de
funcionar, y otros generarán errores difíciles de
predecir.
Dinero virtual
Una nueva y acelerada carrera se desarrolla en la Web; esta
vez, por ver quién emitirá el dinero en el
ciberespacio. Por el momento, son dos las compañías que
inauguran la era del dinero virtual en Internet: AT&T y Digital.
El sistema Millicent de Digital está basado en software -lo
que significa que puede utilizarse desde una PC- e introduce una
nueva moneda virtual: el Script. El de AT&T y Mondex, en cambio,
se basa en una tarjeta inteligente, que necesita equipos
específicos para su uso. Ambos sistemas harán posible
realizar transacciones por pequeños montos. Esto es lo que
cambiará de raíz la forma de hacer compras en Internet.
Hasta ahora, el único medio de pago aceptado era la tarjeta de
crédito, lo que (además de los conocidos problemas de
seguridad) resultaba poco práctico para transacciones de
escaso valor.
Una de las primeras aplicaciones del nuevo sistema
podría desarrollarse en el mundo editorial. Los lectores
tendrían la posibilidad de elegir los artículos que les
interesen de una revista o periódico, y pagar solamente por lo
que leen, en lugar de abonar una suscripción mensual o anual.
Esto también podría extenderse a una gran cantidad de
servicios interactivos.
El futuro está en el aire
La telefonía celular, los sistemas satelitales e
Internet fueron las estrellas de la reciente CeBIT´97, la feria de
telecomunicaciones e informática más importante de
Europa. El consenso, entre los 6.855 expositores reunidos en
Hannover, fue que las perspectivas del sector pasan por el aire. El
sistema de llevar cables a los edificios, ciudades y países es
muy caro y tiene los días contados. La solución -para
los países en desarrollo y para los desarrollados con sentido
del ahorro- está en la telefonía móvil digital,
que pasará de las calles a las casas o las oficinas (los
futuros sistemas duales DECT/GSM permitirán el uso del mismo
celular en todas partes).
Entre las novedades más llamativas de CeBIT´97
sobresalen las nuevas redes de Ericsson y Siemens, que harán
que las llamadas busquen al destinatario por diferentes
teléfonos: el móvil, el de la casa, trabajo o un fax,
según la elección del usuario.