Ahora con acento francés

    Tras haber actuado como uno de los más potentes motores de la
    expansión generada por el plan de Convertibilidad, la situación
    de la industria automotriz exhibió un fuerte vuelco desfavorable
    en 1995. En el caso de Sevel, a estas dificultades se vino a
    sumar la decisión de Fiat de concluir anticipadamente su acuerdo
    con el grupo Macri, lo que privó a la empresa de su principal
    línea de negocios. Según el director comercial de la
    compañía, Carlo Cappelli, "habíamos llegado a una euforia
    de producción y de ventas que se terminó con el sinceramiento
    derivado del famoso efecto tequila, que aceleró una crisis que
    ya estaba latente". Como resultado de esa situación, la
    planta de Sevel pasó de fabricar 800 unidades diarias a las 400
    que produce en este momento. El ajuste interno involucró, entre
    otras cosas, la reducción de 2.500 puestos de trabajo, la
    racionalización de los gastos publicitarios, la revisión de la
    política comercial y de la oferta de modelos. Los efectos de
    esas iniciativas se constataron en el balance del primer
    trimestre de este año, que arrojó ganancias por US$ 6 millones
    frente a la pérdida de 117 millones en 1995."Hemos adecuado
    nuestros planes comerciales a la verdadera exigencia del mercado.
    Nuestros esfuerzos se concentran en mejorar la rentabilidad
    unitaria", señala Cappelli, quien admite que otras marcas
    han logrado importantes avances en detrimento de Sevel, una
    circunstancia que atribuye, en buena medida, al corte decidido
    por Fiat. Al respecto, las cifras de la compañía son muy
    claras: las ventas de Uno, Duna y Fiorino -los modelos fabricados
    en el país- están en descenso. En los primeros cuatro meses de
    este año la cuota de mercado de Sevel se redujo a 30,1% frente a
    37,3% del mismo período de 1995. Por esta razón, la estrategia
    industrial y comercial fue afinada rápidamente y la empresa
    pasó a poner el acento en mejorar la penetración de los
    productos de la otra licencia de Sevel: Peugeot. La compañía de
    Macri deberá concentrarse ahora en la producción e importación
    de los nuevos modelos Peugeot, incluyendo la gama de Citroën,
    algunos de cuyos modelos serán fabricados en Uruguay y la
    Argentina. "La mejora de penetración de mercado de Peugeot
    era uno de nuestros objetivos inmediatos y lo estamos logrando,
    como lo demuestra el hecho de haber pasado de una cuota de 9,2% a
    12,1% entre el primer cuatrimestre de 1995 y el mismo período de
    este año", explica Cappelli.Matrimonio de conveniencia En
    el contexto de los pronósticos de Sevel, este paso adelante en
    la venta de la gama Peugeot se corresponde con su visión sobre
    el futuro del mercado local. "Vemos que la situación está
    evolucionando de manera positiva y esperamos que no haya falsos
    entusiasmos basados en consumos masivos que no tengan relación
    con la producción y sí con el flujo de capitales externos, tal
    como ocurrió en años pasados", previene Cappelli. En sus
    cálculos, el mercado de ventas de 1996 será de 326.00 unidades,
    lo que representa una baja notable con respecto a 1994. Sin
    embargo, se observaron algunos signos de crecimiento del sector
    en el primer cuatrimestre de este año. Lo cierto es que, entre
    enero y abril, Sevel entregó a sus concesionarios 31.138
    vehículos, dentro de un mercado total de 103.539. En el mismo
    período del año pasado había vendido 44.259 unidades, y la
    cifra total del mercado llegaba a 118.537. "Aunque los
    números señalan un descenso, hay dos tendencias diferentes. El
    año pasado, a esta fecha, las entregas todavía reflejaban en
    muy escasa medida los efectos del tequila. Pero la gente, en este
    período, ya no compraba, sino que recibía autos que ya había
    adquirido. Por lo tanto, es erróneo comparar período contra
    período. Este cuatrimestre, en realidad, es mejor que el del
    año pasado, porque ahora la tendencia de producción y venta es
    creciente y, en ese período de 1995, era decreciente. Ahora
    estamos saliendo de la recesión y hace un año estábamos
    entrando", diagnostica Cappelli. El optimismo de los
    directivos de Sevel se ha reforzado en los últimos meses, a
    medida que fueron avanzando positivamente las negociaciones con
    PSA, la firma francesa productora de Peugeot-Citroën. El acuerdo
    entre ambas compañías tiene como marco de referencia el
    Mercosur. Al igual que todas las automotrices multinacionales que
    operan en el país de manera directa o a través de
    licenciatarios, Peugeot observa el panorama desde el mercado
    común y no desde cada nación por separado. "Peugeot se ha
    dado cuenta de que el Mercosur es una realidad y ve que su
    partner en la Argentina somos nosotros, y que ésta es la forma
    de estar presente en el Mercosur. Por su parte, Sevel basa todo
    su desarrollo productivo en función del Mercosur. En Brasil,
    Peugeot depende casi 100% de nuestra producción, pues tiene
    allí sólo una filial comercial", dice Capelli. "Que
    nuestra licencia de Peugeot concluya en el 2002 o en el 2004 es
    irrelevante. Porque nosotros somos la única alternativa para
    ellos y ellos son la única alternativa para nosotros."Sin
    embargo, Cappelli no arriesga más pronósticos, ya que reconoce
    que, "como toda multinacional, Peugeot se tomará su tiempo
    en definir cuándo y cómo participará económicamente en Sevel.
    Lo que sí es claro y ha sido ya confirmado por la propia Peugeot
    es su voluntad de hacerlo". Mauricio Macri, ex titular de
    Sevel (hasta el momento de conquistar la presidencia de Boca
    Juniors), agregó incertidumbre acerca de la perdurabilidad del
    acuerdo con los franceses al declarar públicamente que "a
    largo plazo es inevitable que Peugeot asuma el control. Los
    socios locales son para las épocas difíciles". Mientras
    tanto, otra idea ronda la cabeza de los estrategas franceses:
    instalar una planta en Brasil destinada a armar modelos de
    Citroën para ese mercado, aunque se trata de un proyecto sin
    plazos ni definiciones todavía. Lo que sí ya ha sido definido
    por Sevel y Peugeot es la fabricación del Citroën ZX en la
    planta que la firma argentina tiene instalada en Uruguay, y que
    estará orientada a exportar a la Argentina y Brasil. En la
    medida en que esa fábrica se ha liberado de la producción de la
    gama Fiat y que a PSA le interesaba la producción del ZX en otro
    punto del Mercosur, surgió un acuerdo a tres bandas para esa
    producción al otro lado del Río de la Plata. El convenio para
    el ZX fue firmado por Sevel, PSA y Nordex de Uruguay y consiste
    en trasladar la producción de ese modelo de la planta de Nordex
    a la más moderna que posee Sevel y que es la única que puede
    realizar el proceso de cataforesis en el vecino país. Allí, 700
    trabajadores producirán unas 14.000 unidades anuales del modelo
    ZX. Sevel continúa renovando sus estructuras productivas en su
    única planta nacional instalada en Villa Bosch. Cappelli estima
    que para 1998 la participación de Sevel en el mercado argentino
    se situará en 20%. Con una capacidad instalada para fabricar
    hasta 1.000 vehículos diarios, equivalentes a unas 250.000
    unidades anuales, la firma de los Macri ha invertido este año
    US$ 110 millones para la producción de diferentes versiones del
    Peugeot 306, cuyos primeros modelos ya han salido de fábrica. El
    año pasado se incorporó tecnología de punta en el sector de
    pintura que, según Cappelli, es el más moderno del país. Entre
    1995 y 1996, la producción nacional de los modelos 205 diésel y
    306 ha demandado una inversión total de US$ 210 millones. Dentro
    de la línea Peugeot, Sevel seguirá fabricando los modelos 504
    (berlina y pick-up), 405, 306 y el 205 diésel (el 205 naftero se
    incorporará en 1997). En la segunda mitad de 1996 Sevel
    importará las primeras unidades del Peugeot 406, adelantó
    Cappelli a MERCADO. La empresa seguirá trayendo al país los
    modelos 605 y 806, así como el Boxer, la van de Peugeot. Hasta
    fin de este año, los automóviles Citroën (ZX, Xantia y C15)
    seguirán siendo importados, ya que recién a comienzos de 1997
    se empezará a vender aquí el ZX seminacional producido en
    Uruguay. "Una gama de vehículos para trabajar toda la
    vida", según el enfoque optimista de Cappelli. •

    La vigencia de los clásicos

    El boom del último lustro modificó de manera radical el perfil
    del parque automotor argentino. El paisaje de calles atestadas de
    nuevos modelos fabricados por las terminales presentes en la
    Argentina o importados desde Brasil, Estados Unidos o Europa ha
    enviado a los depósitos de chatarra a buena parte de aquellos
    vehículos que permanecieron muchos años como símbolo del auto
    argentino. El caso paradigmático fue, sin duda, el Ford Falcon,
    que continuó siendo producido en el país durante 30 años
    después de su lanzamiento en Estados Unidos.Algo similar parece
    ocurrir con el Peugeot 504. Consultado sobre cuándo se
    abandonará la producción de ese modelo de casi 30 años de
    presencia en el mercado, Cappelli no duda en afirmar que
    "veo lejos ese momento". Para él, "mucha gente ve
    en el 504 un auto clásico, uno de esos modelos que el argentino
    ama y que considera el vehículo por excelencia".Para Sevel,
    por tanto, nada justifica dejar de fabricar el 504. La demanda
    sigue siendo fuerte, sobre todo en áreas rurales y por parte de
    los propietarios de taxis.

    Radiografía en cifras

    Producción total en 1995: 126.732 unidades
    Ventas en el mercado local en 1995: 115.740 unidades
    Exportaciones en 1995: 370 millones de dólares
    Inversiones en 1995-1996: 210 millones de dólares
    Capacidad de producción anual: 250.000 unidades
    Obreros y empleados: 5.000
    Producción prevista para 1996: 130.000
    Meta de ventas en el mercado local en 1996: 112.000
    Meta de exportaciones en 1996: 370 millones de dólares
    Planta: Villa Bosch (El Palomar, provincia de Buenos Aires)
    Cuota del mercado local prevista para el año 2000: 20%