Todo para ver
Cómo se ve a sí mismo un líder? ¿Cómo puede determinar cuáles son sus fortalezas y debilidades? ¿Cómo detecta cuáles son las áreas en las que debe mejorar y a cuáles no necesita prestar atención prioritaria? Generalmente, el proceso que conduce a las respuestas para estos interrogantes se basa en información fragmentada, poco objetiva y en muchos casos sesgada. A medida que un ejecutivo asciende en la escala jerárquica de una organización, las oportunidades de que reciba opiniones francas acerca de su desempeño tienden a ser cada vez más escasas. La presión por conseguir resultados suele impulsarlo a seguir haciendo lo que considera que le ha deparado éxito en su carrera, no abundan las oportunidades ni el tiempo para una autoevaluación en profundidad
17 noviembre, 2012
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