¿Cómo recuerda su llegada al banco?
Yo conocía seis meses antes la posibilidad de asumir la presidencia del Banco de la Provincia, lo cual era una gran
responsabilidad por la situación que el mismo estaba transitando. Las versiones de los organismos del exterior o de las oficinas
especializadas le daban poca viabilidad a la entidad, y esto quedó reflejado en la reunión que tuvo lugar pocos días antes de la
asunción en diciembre del 91 con el Gobernador, el Ministro de Economía, gente del Banco Mundial, del Banco Central,
para analizar la situación. Allí se hizo mención de que el banco hacía más de ocho años que tenía un déficit operativo y una cartera
de incobrables importante. Los informes de los organismos especializados hablaban de 83%, de una deuda de 680 millones con la
banca, y una con el Banco Central que oscilaba entre 500 y 1.200 millones, según los intereses que se aplicaran, y que finalmente se
cerró en 600 millones.
Era una situación crítica.
Era comprometida, por eso creo que no había ninguna mala intención en esa crudeza respecto de las posibilidades del
banco. De ahí que al Gobernador se le propuso que alguien se hiciera cargo de los depósitos y que fuera entregado,
privatizado. Sabíamos del arraigo que tiene la entidad en la comunidad bonaerense, de su historia, y aceptamos un desafío,
ya que también el Gobernador sabía perfectamente lo que significaba no tener un banco activo. Eso impide desarrollar
cualquier política económica dentro de la provincia, para alentar al sector productivo. Como la información de los
organismos internacionales llegaba al mes de mayo del 92, le pedimos en ese momento cinco meses para ver cómo se
desenvolvían los números. Las cifras entonces daban una proyección de un déficit adicional de 67 millones de pesos en ese
período. La cuestión es que llegamos a mayo con un superávit de 14 millones, y se fueron arreglando los compromisos
existentes, pagándolos con recursos propios. Hoy, como resumen, podemos decir que la deuda con la banca extranjera fue
cancelada en 64%, 31% fue renegociado a plazos que van de siete a diez años, y queda 5% en vías de cancelación. La deuda
con el Central fue cancelada en agosto. O sea que esos fantasmas han desaparecido totalmente.
Y además tuvieron ganancias…
Sí, en tres años y medio acumulamos utilidades cercanas a 500 millones, y eso se volcó a la masa de crédito. Esto nos
permitió incrementar el patrimonio neto e ir liderando en todo este tiempo la baja en las tasas de interés. Parece
incomprensible que un banco con un pasado tan difícil, con sucursales deficitarias en lugares donde ninguna entidad estaría,
y con 13.000 personas a su cargo, pueda ser el que está fijando las tasas más bajas dentro del promedio vigente en los
créditos, y ganar dinero. Eso es una reflexión que mereceríamos hacer todos.
Eso es lo que no sale sólo de los números, habrá habido otro tipo de decisiones…
Claro que las hubo. Teníamos que hacer positivo todo lo que hasta ese momento era negativo. Por ejemplo, nos
propusimos prestar la mayor cantidad de servicios. Así pasamos de 12,5 millones de ingreso neto por servicios a 33
millones mensuales, y eso explica buena parte de la baja de los intereses. Por ese lado se mide la eficiencia de una empresa
bancaria. Nosotros nos planteamos el desafío de cubrir 75% de los gastos generales con ingresos por servicios, y lo mismo
hicimos con la parte personal que es un desglose de esos gastos, donde nos planteamos cubrirlos en 85% con aquellos
ingresos. En el 94 cubrimos 82,6% de los salarios y 65% de los gastos generales; llegamos a tener 70% de cobertura,
cuando el promedio del sistema financiero argentino es de 50%, por lo que en ese aspecto estamos bien ubicados. Otro
punto importante es que el incremento de la cartera de depósitos que del 92 a la fecha fue de 2.500 millones se volcó
enteramente al sector privado. Este se lleva hoy 65% de los créditos, frente a 35% del sector oficial, con lo que hemos
revertido totalmente la situación anterior. El banco no es la caja de auxilio de la provincia, ni tampoco recibe ninguna clase
de subsidio de la misma. Por el contrario, ésta mantiene una deuda con el banco de 2.450 millones, financiada a 40 años
con una tasa de interés de 8,5% anual, que se cumple.
Frente a este panorama que revela una performance altamente satisfactoria, ¿cómo se explican las embestidas
recurrentes que promueven la privatización de la entidad?
Primero había razones objetivas, por la situación que atravesaba el banco.
Claro, pero eso que en aquel momento podía tener una lógica económico-financiera, hoy no la tiene…
Creo que a algunos les habrá dolido haberse equivocado en el diagnóstico. Es humano; no conocían que el banco, que
nace en 1822, está profundamente ligado a nuestra historia. Para alguien que está en el exterior esos valores quizá no tienen
significado.
Pero hay muchas voces locales que predican en el mismo sentido…
Pienso que no les habrá gustado que nosotros avancemos.
Será que molestan…
Es posible; si de 12 millones mensuales pasamos a 33 de servicio neto, eso es un lindo negocio para otros. Además, en
este momento el banco es mercadería apetecible para muchas entidades del exterior. Hay técnicos en la Argentina que
piensan que no debería haber banca nacional, sólo extranjera, porque así no hay corrida. Por eso los argentinos
tendríamos que definir muy claramente nuestra política, porque somos muy proclives a copiar lo que hacen en otro lado, y
olvidarnos de que la salida depende exclusivamente de nosotros, que nadie nos va a regalar nada. En nuestro caso, de los
6.600 millones que volcamos entre créditos nuevos y renovaciones en este lapso, 70% es para Pymes. Eso también es una
definición.
Además el Provincia demuestra que con una gestión correcta y eficaz una entidad pública puede ser eficiente y
rentable, y constituye un instrumento de orientación de políticas económicas en manos del Estado…
Es probable. También es cierto que los argentinos a veces somos muy culpables. Muchas empresas del Estado se nos han ido de
las manos: por una conducción equivocada, por los mismos contratistas de las empresas, y todo esto lo pagamos muy caro. Y no hay
ninguna teoría, ninguna realidad económica de que la eficiencia se mida por quien tenga los medios de producción. Creo que el
Estado no debe dejar nunca de cumplir un rol profesional eficiente, y ésa es una función que no puede delegar; en ningún lugar del
mundo existe esa delegación. Yo hablo con todos los sectores de la producción, y nadie quiere perder la estabilidad, ni volver al
pasado. Sí quieren ser escuchados, y cada uno tiene algo que aportar. Todo esto es para discutir, porque si nadie quiere retroceder,
lo que queremos saber es cómo avanzamos. Nosotros, a través del consejo consultivo, incorporamos a la producción al banco.
¿Cree que saber escuchar es una virtud importante?
Es una habilidad. Pienso que sabiendo escuchar uno aprende mucho todos los días.
Datos de Peso
El banco ocupa el segundo lugar en el ranking de depósitos del sistema con US$ 5.200 millones (12,2% del total).
Entre 1992-1994 alcanzó una utilidad de US$ 500 millones, y su patrimonio neto supera US$ 1.000 millones.
Lleva otorgados créditos por US$ 6.600 millones, con tasas anuales de 10,5% en dólares y 13% en pesos. En viviendas, ha
efectivizado 25.000 créditos a 14% anual en dólares.
Los préstamos al agro cubren 95% de las necesidades del sector.
Ha constituido el Grupo Banco Provincia, un holding que participa en el mercado de capitales y está formado por 10
empresas mixtas dedicadas a los fondos de pensión, seguros, fondos de inversión, actividad bursátil, promoción de
exportaciones y actividades comerciales en el marco del Mercosur y con la Unión Europea.
Entre diciembre del 94 y agosto del 95 sus depósitos crecieron 24% (de 4.190 a 5.200 millones)
Tiene constituidas previsiones que cubren 90% del total de créditos con problemas, una relación muy por encima de la
media del mercado.