La creciente necesidad de las empresas de mantener información actualizada sobre clientes y competidores contribuyó a
favorecer la actividad de las empresas encargadas de brindar informes comerciales. Actualmente, dentro del ámbito de la
Capital Federal y del Gran Buenos se efectúan alrededor de 10.000 consultas diarias sobre antecedentes de personas que
solicitan algún tipo de préstamo o gestionan su incorporación a una tarjeta de crédito o la apertura de una cuenta corriente
en una entidad bancaria. Los informes sobre la solvencia de empresas oscilan, por su parte, entre 9.000 y 11.000 mensuales.
La demanda total se sitúa, por lo tanto, entre 230.000 y 250.000 consultas por mes.
Para Raúl Ramírez March, director gerente de la firma Fidelitas que controla alrededor de 25% del mercado, la
situación actual se caracteriza por el mayor cuidado que las empresas ponen en el otorgamiento de créditos, lo que en parte
se explica por la elevada morosidad existente en el mercado, estimada en 35%, especialmente en los préstamos personales,
los créditos de consumo y en la banca minorista en general.
El problema es la consecuencia de la falta de una adecuada transparencia de todo el sistema, sostiene Ramírez March.
Para lograrla sería muy útil que distintos organismos oficiales se muestren más accesibles en cuanto al otorgamiento de
información, especialmente por parte del Registro de la Propiedad Inmueble, el Registro Automotor y los distintos fueros
civiles.
También las entidades bancarias deberían brindar mayor información a las centrales de riesgo, aunque en este sentido es
importante reconocer que ya muchos bancos modificaron su actitud y ofrecen información actualizada sobre sus clientes
incumplidores.
Ejemplo Brasileño
Con la reciente sanción de la Ley de Cheques la situación tendería a mostrar una leve mejoría; por lo pronto, bajó la
cantidad de cuentas cerradas por emisión de cheques sin fondos. Sin embargo, los niveles de morosidad todavía siguen
siendo muy superiores a los registrados en Chile, donde no alcanzan a 1%, y en Brasil, donde rige el sistema denominado
Protesto: una persona con un documento no pagado a su vencimiento por el librador se presenta ante un escribano para
levantar un acta y éste se encarga de enviar copia a la Central de Riesgo Serasa, con 400 sucursales en todo el país y un
plantel de más de 1.000 empleados. Al divulgarse prácticamente al instante la infracción, al moroso se le corta
automáticamente el crédito en todo el territorio brasileño.
La transparencia, lejos de afectar al mercado, como sostienen algunos directivos locales, ayuda a otorgar mayor fluidez a
las operaciones comerciales, señala Ramírez March. Por lo menos se evita la morosidad en cadena de una misma persona,
como ocurre en la Argentina.
Debido a la compleja situación actual del mercado, los informes comerciales tienen una vigencia limitada (no más de seis
meses) aunque Fidelitas otorga a los clientes un servicio de actualización semanal a un costo de $ 65 mensuales, que puede
abarcar hasta 500 empresas. Los informes sobre personas cuestan entre $ 3,10 y $ 1,50 según la cantidad de pedidos
formulados por cada cliente. Para los comunicados on line con la central, la respuesta es instántanea, mientras que para los
restantes demora 24 horas.
Los informes sobre empresas tienen un costo de $ 56, que pueden disminuir a $ 36 si los pedidos alcanzan un cierto límite
mínimo.
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