La delegación argentina, compuesta por medio centenar de creativos, productores y directivos de las más importantes
agencias, participó activamente en todas las instancias del Festival. Devoró con avidez los materiales exhibidos, concurrió a
los seminarios, tomó contacto con colegas de todo el mundo y peleó denodadamente por los máximos galardones.
Pero también tuvo su noche de fiesta. La recepción, ofrecida por Filmsuez representante del Festival en la Argentina en
el restaurante de la playa del hotel Carlton, congregó a todos los connacionales alrededor de exquisitas mesas muy bien
regadas. Entre copa y copa, mientras se palpitaban los premios mayores, algunos de los concurrentes desgranaron sus
reflexiones sobre el evento.
Darío Straschnoy
– Presidente de Young & Rubicam
Estar lejos del mundo hace que los recursos que tienen Europa y Estados Unidos, aun con el mismo volumen de actividad,
sean mejores. Pero la Argentina ha evolucionado. Siempre estamos corriendo o tratando de llegar, pero en estos últimos
cuatro años hay como un proceso de acercarnos al mundo. El tema de las ideas tiene que ver un poco con el espectador; hay
como que recompensarlo para que mire el aviso. Le doy la posibilidad de una sonrisa, lo compenso. Eso tiene que ver en
parte con el zapping, que en la Argentina ya es de programas y no de tandas. Pero cuando sale un aviso impactante,
inteligente, a la mañana siguiente en las oficinas, en los lugares de reunión, eso aparece, se comenta.
Jorge Villegas
– Director general creativo de Graffiti DMB&B
En cuanto a tecnología hay una brecha con respecto a los países de punta, la misma que existe en cualquier actividad
industrial; no es lo mismo un auto hecho en la Argentina que uno fabricado en los países centrales. Igualmente no es lo
mismo un comercial hecho acá que allá. Cierto que cada vez la diferencia es menor, pero el tema es que usemos bien la
tecnología. Los equipos no son muy diferentes, lo que cambia es la práctica. En cuanto a expectativas, para mí hay dos cosas
distintas: el tema premios y el de la utilidad de venir. Para ganar un León no hace falta venir, pero estar acá sirve para
nutrirse. El objetivo final es trabajar mejor.
Jorge Heyman
– Miembro del Directorio y director creativo de Ogilvy & Mather
En la publicidad no hay grandes break throughs de un año a otro. Lo que cambian son los comerciales, y entonces parece
que hay una gran innovación en cuanto a las formas de comunicarse, salvo en los estilos de filmación, que cada dos años
habrá uno nuevo que puede llegar a ser premiable; pero éste no es un festival de tecnologías o de estilos, es uno en que
como en todos lo que se premia es la mejor idea. Hay una tendencia cada vez mayor hacia el humor, lo que no significa
que no haya excelentísimos comerciales que no tienen una gota de humor. Digamos que éste ayuda a soportar realizaciones
que no son de nivel internacional. Y bien hecho, es espectacular. El boom de los noruegos es usar el humor de las películas
mudas, filmado con pocos recursos pero con una exquisitez y una inteligencia bestiales.
Sergio Pollaccia
– Director general creativo de Downtown Publicidad
Si bien nuestro film no obtuvo short list, en la torta de cien comerciales lo vimos bien producido, estamos contentos
con nos-otros mismos. El año pasado trajimos más bien ideas; esta vez había idea y buena producción. Quizás el año
que viene vengamos con dos films y podamos tener una buena chance. Aparte a Downtown, como agencia mediana,
de tendencia, además de ganar le gusta aprender; yo acá aprendo muchísimo. Ese es el punto: tener la cabeza lo
suficientemente abierta.
Omar Di Nardo
– Director general creativo de De Luca Publicidad
Veo cosas fantásticas aquí y aprendo muchísimo de todo lo que veo, especialmente de lo que no es premiado. Porque creo
que esto es el verdadero festival, cinco días en los que se puede asimilar lo que están haciendo en todos los países del
mundo. Muchos creerán desde afuera que uno viene a tomar sol, y es verdad también. Que viene a ver este paisaje
maravilloso, las mujeres hermosas en la playa que también son fantásticas, pero nos llevamos adentro algo para el
trabajo que más de uno debería envidiar. Ojalá yo pudiera agarrar todo el short list, llevarlo a Buenos Aires y ponerlo en un
cine. Y van a ver que no hace falta playa ni Cannes ni nada para saber qué lejos estamos.
Juliana Ratto
– Redactora de Ratto/BBDO
Creo que es muy raro lo que está ocurriendo con el jurado. La actitud de su presidente es extraña, pero me parece que se
necesitaba ser un poco más duros, restringir más el Festival, estar más atentos viendo qué películas son películas fantasmas
y cuáles no. Pero quizá se llegó a un extremo demasiado peligroso; no puede ser que entre tantas piezas gráficas no haya
habido un León de Oro. Creo que fue una especie de alerta y castigo para todos.
Ramiro Agulla
– Presidente de Agulla & Baccetti
Nosotros tenemos algo rioplatense que es bueno, un humor, una picardía, y quizá consideramos que no es algo tan
prestigioso como para usarlo. Y cuando lo usamos, lo hacemos de una manera que no es tan universal como para que
se entienda afuera. Creo que deberíamos buscar en esos valores y presentarlos acá de un modo universal. Porque si no
qué pasa: hacemos lo que ellos hacen bien. Para llamar la atención tenemos que encontrarnos primero nosotros. La
Argentina no sabe qué tiene que mostrar de ella, pero se la pasa reclamando que la miren, cuando en realidad está
pidiendo que le miren cosas que no le pertenecen, que por ahí son inglesas.
Jorge González
– Director de Diseño de Verdino/Bates
Lo que me sorprende es el nivel de producción, tan distinto del nuestro. El sonido, las copias, la dosificación de los colores.
A nosotros siempre nos falta algo; es un poco la producción, y por otra parte la cuestión del volumen. Estamos pensando en
la misma dirección que los demás, y adolecemos siempre de algo que no sabemos bien si es la producción, la fortuna, que
los clientes se animen, que nosotros seamos más incisivos. Creo que hay que trabajar fuerte para alcanzar otro nivel.
Abel Kropivca
-Director general creativo de Lautrec Nazca S&S
Personalmente uno se va alimentando, vuelve a Buenos Aires con ganas de hacer la revolución, y después se da cuenta de
que no es tan fácil hacerla. Se encuentra con sus realidades, con sus clientes, que no tienen la cabeza de los europeos. El
Grand Prix del año pasado era una pieza que en la Argentina no se puede ni pensar: era para ropa de neoprene, en un
muelle un tiburón abierto a lo largo, con un esqueleto de un hombre y la ropa intacta. Sólo eso.