La provincia de Neuquén ha mostrado fuertes superávit en los dos años anteriores a 1995. Sin embargo, ambos resultados
positivos se basaron en un mismo hecho: el cobro de bonos del Tesoro por regalías hidrocarburíferas, recibidos en ocasión
de la privatización de YPF. Durante 1993, los recursos extraordinarios permitieron a la provincia financiar un nivel de
erogaciones de capital extremadamente elevado. En 1994 Neuquén siguió utilizando los bonos, aunque ya no sólo para
financiar inversión pública sino también para cubrir el gasto corriente, lo que marca un deterioro en la calidad de la
ecuación ahorro-gasto provincial.
La situación se vuelve aún preocupante si se tiene en cuenta que los recursos extraordinarios se agotarán a corto plazo, y que
el gasto público puede haber sido fijado en niveles demasiado elevados.
Neuquén puede ser ubicada entre las provincias que más recaudan ingresos propios como porcentaje de sus ingresos totales
corrientes. En 1994 la proporción se situó en 31,5% contra un promedio nacional de 29%, siendo sólo superada por siete
provincias.
La posibilidad de mantener un alto porcentaje de tributación propia está intimamente vinculado con la evolución de la
situación económica provincial. En ese aspecto el cuadro que presenta Neuquén es heterogéneo, pero probablemente más
promisorio que el del conjunto de los restantes estados provinciales. De esta forma, la caída en los ingresos corrientes
propios, de mucha intensidad en otras provincias, puede ser algo inferior en Neuquén.
Hasta principios de los ´90 la demanda agregada provincial se sostuvo sobre la base del gasto público nacional ejecutado en
territorio provincial y el gasto público local, intensivo en construcción, financiado con las regalías hidrocarburíferas.
En los últimos años, especialmente a partir de 1992, se han incrementado notablemente los niveles de producción de
petróleo y gas, un sector donde se destaca la reciente inauguración del oleoducto trasandino. Además se ha avanzado en la
posibilidad de la creación de un polo petroquímico en el corto plazo y una planta de fertilizantes destinados al mercado
interno y la exportación.
El sector frutícola muestra un comportamiento claramente diferenciado entre las unidades más tecnificadas y de mejores
rendimientos y las de menor tamaño, que atraviesan serios problemas de rentabilidad.
Sin embargo, a pesar de problemas puntuales, Neuquén presenta un alto componente de producción de bienes comerciables
internacionalmente, que amortiguaron el impacto de la crisis en la que se ven envueltos otros estados provinciales.
El Gasto
Del lado del gasto, se podría decir que la provincia enfrenta un problema de nivel, más que de estructura. El promedio de
gasto corriente sobre el total de erogaciones se sitúa en 71,5%, el más bajo de las 24 jurisdiciones, que promedian 87,2%. El
gasto en personal, como porcentaje de los gastos corrientes, es de 69,9% contra un promedio nacional del 60,8%, mientras
que las transferencias a los municipios insumen 19% de los gastos corrientes, una cifra menor al promedio nacional, del
24,8%.
Si bien el coeficiente planta de empleados públicos/población ha disminuído entre 1991 y 1994, aún resulta mucho más alto
que el promedio nacional: prácticamente lo duplica.
Los gastos de capital resultan elevados tanto en términos absolutos como porcentuales. Si bien es sano que una provincia
invierta en infraestructura, la tasa de retorno que obtenga es crucial para que resulte sostenible. En este sentido, las cifras de
Neuquén sólo son superadas por Buenos Aires, Córdoba y la Capital, y el agotamiento de los recursos extraordinarios hacen
presagiar un ajuste en el gasto, iniciado incipientemente en 1994, que por sus características será menos costoso que los
provocados por los ajustes más intensivos en salarios que se observan en el resto del país.
Un dato de relevancia para evaluar probables ingresos de capital en el futuro, o posibilidades alternativas de financiamiento,
es la situación del Banco de la Provincia de Neuquén. Si bien la provincia no ha mostrado intenciones de privatizarlo, esto
no debería ser considerado como una fuente potencial de recursos, debido a que sus indicadores no permiten alentar
demasiado optimismo.
Los últimos datos difundidos por el Banco Central muestran que 39% de la cartera del Banco de la Provincia de Neuquén se
encuentra en situación anormal, algo por encima del promedio del conjunto de bancos provinciales. Los resultados
anualizados de los últimos meses representan una pérdida anual de $ 30 millones, una cifra similar al patrimonio de la
entidad, que por otra parte perdió depósitos por $ 60 millones entre noviembre y febrero.
(*) Economista de la firma Macroeconómica.