Setenta años de vida, 1.400 socios, ocho plantas industriales, un millón de litros de leche procesados diariamente, una
facturación prevista para este año de US$ 150 millones y exportaciones por US$ 22 millones. Estos son algunos de los
números que exhibe Milkaut, que se enorgullece de representar la tradición suiza en la Argentina, y ha escalado
silenciosamente posiciones hasta convertirse en la tercera productora láctea del país.
En los últimos tres años la producción argentina de leche aumentó 40%, lo que permitió sustituir las importaciones para
abastecer el mercado interno, donde el consumo per capita anual llega ahora a 200 litros de leche y 210 de subproductos.
Es el nivel histórico más alto alcanzado en la Argentina, el segundo en América latina después de Uruguay, y se acerca al
de Estados Unidos y Europa. Pero, al mismo tiempo, esto significa que no se pueden esperar grandes aumentos de consumo,
sobre todo en los productos prescindibles, reflexiona Luis Jullier, presidente de Milkaut.
El sector, por otra parte, difícilmente puede permanecer ajeno a la oleada de alianzas y desembarcos de multinacionales que
se deciden a pelear por su pedazo en la torta local, lo que impulsa a la Asociación Unión Tamberos Cooperativa Limitada,
originaria de Santa Fe, a levantar su perfil.
De la tradicional cooperativa, Milkaut evolucionó hacia una integración regional, nacional e internacional. El ejemplo más claro de
este aggiornamiento es el emprendimiento conjunto puesto en marcha dos años atrás con otras tres cooperativas una de Santa Fe,
una de Entre Ríos y la restante de Córdoba con las que conformó el Grupo Lácteo, para obtener ventajas comparativas en cuanto
a producción en escala y atención de mercados.
El gran factor limitante para nosotros en Buenos Aires son los productos frescos, admite Jullier. De la mano de un socio
internacional que por ahora prefieren no mencionar, y conjuntamente con el Grupo Lácteo, Milkaut se apresta a bajar a
Buenos Aires, un terreno casi inexplorado hasta ahora, excepto por la presencia de los productos denominados secos
(quesos duros y semiduros) y la leche larga vida. Bajo una marca única, está previsto el lanzamiento de yogures con cereal y
frutas, y dulce de leche, con una inversión prevista en planta de US$ 10 millones.
Para iniciar la conquista de un mercado tan esquivo, Milkaut ya negoció su presencia como proveedor de Wal Mart con 50
de los 180 productos que fabrica. El trato con Wal Mart es normal, nos plantearon iguales condiciones que otras cadenas;
no fueron tan duros como se decía, afirma Julio Kuchen, jefe del departamento de ventas. Milkaut ya es proveedor de
algunas de las marcas blancas de Supermercados Norte: la manteca y dulce de leche Norlac, y en breve también leche larga
vida.
Estrategia Exportadora
La empresa cuenta, además, con una envidiable trayectoria de 12 años ininterrumpidos colocando sus productos en Estados
Unidos, Canadá y otros mercados externos. Somos segundos en volumen de exportaciones, pero proporcionalmente somos
el número uno del sector, se enorgullece Hernán Zambón, gerente de administración y finanzas. Los números parecen
darle la razón: en 1994, Sancor obtuvo US$ 28 millones por sus ventas al exterior, procesando 4,5 millones de litros diarios.
Milkaut exportó por US$ 22 millones con una producción de un millón de litros.
El otro gran mercado además de Europa al que abastece Milkaut es Brasil, que se lleva 20% del total de sus
exportaciones, un total de US$ 2,5 millones mensuales. Concretamos la primera alianza con otro país del Mercosur en el
rubro de lácteos, señala Jullier. Nos asociamos con la cooperativa Do Vale del estado de Santa Catarina, para atender los
dos mercados con ambas marcas. Como fruto de este acuerdo, para fines de 1996 se levantará una planta elaboradora y
fraccionadora de queso rallado, que costará cerca de US$ 2 millones.
Las inversiones previstas para los próximos cuatro años ascienden a US$ 35 millones, entre los que se cuentan los US$ 12 millones
ya invertidos durante 1995, en una planta para la industrialización de larga vida, y una para leche en polvo, producto que se lleva
las apuestas más fuertes de Milkaut, aunque 40% de su facturación corresponde a quesos.
La leche en polvo es el producto con más posibilidades en el mercado internacional. Se vende a Brasil, Venezuela, México,
Argelia. El queso es más difícil de imponer, debido a que el sabor preferido por los argentinos es muy típico, explica
Jullier.
Milkaut opera una planta de lactosa única en toda Sudamérica, según afirma Jullier. La materia prima es el suero,
proveniente del queso, que todavía contiene 5 o 6% de extracto seco. Con un sistema de ultrafiltración se separan las
proteínas y luego, con el remanente, mediante evaporación, cristalización y centrifugado, se elabora la lactosa, que es el
azúcar de la leche. También se producen proteínas concentradas para la industria farmacéutica.
Gracias a esta tecnología, se consigue el aprovechamiento integral de la materia prima. El suero tiene un costo, y además
representa un problema ambiental. Antes la lactosa era totalmente importada. Lo tradicional es que en la planta quesera ese
remanente sea desechado, afirma Zambón.
Ante la pregunta obligada acerca de cómo aspira a posicionarse Milkaut en el mercado nacional, Jullier, con firmeza
suiza, afirma: La situación del mercado hace que sólo perduren líderes o productores commodities. Milkaut tiene
vocación de líder.