Los piratas del compact disc

    La Federación Internacional de la Industria Fonográfica, que representa a los grupos de la industria musical del mundo,

    estima que la piratería de discos compactos musicales les costó a sus empresas unos US$ 550 millones el año pasado. Pero

    el problema no atañe sólo al negocio de la música, puesto que los CDs también son utilizados para almacenar datos, juegos,

    películas, programas informáticos y de multimedia, tales como una enciclopedia que contiene fotos, texto y sonido.

    El problema de la piratería de los CDs es que la tecnología para copiar es cada vez más barata. Las máquinas profesionales

    para copiar CDs cuestan aproximadamente US$ 4.000, y las versiones para los consumidores costarán menos de US$ 1.000

    para finales de este año.

    Algunos fabricantes de CDs, tales como Applied Holographics de Estados Unidos y Nimbus de Gran Bretaña, han desarrollado un

    proceso de producción que incluye la inserción de un holograma en todos los discos. El sistema, que fue utilizado inicialmente sólo

    en los CDs promocionales, se ofrece ahora en todos como una herramienta de seguridad para los usuarios. Los hologramas pueden

    ponerse en la parte del disco que rodea al anillo central o cubrir toda la etiqueta. Hay también un proyecto para desarrollar

    máquinas lectoras de hologramas para identificar rápidamente la autenticidad del disco.

    C-Dilla, otra compañía británica, ha desarrollado un sistema de seguridad que trabaja por codificación de los datos que

    contiene el CD y utiliza un sistema especial de decodificación para leerlos. Pero antes de descubrir los datos codificados, el

    programa debe encontrar una firma electrónica inserta en el CD. El sistema, entonces, permite la copia de los datos del CD

    en un disco compacto virgen, pero no así con la firma electrónica. Como resultado, los datos permanecen codificados en la

    copia pero no pueden ser leídos.

    Un mes atrás, Laserlok reveló un mecanismo anticopias desarrollado junto a MLS de Grecia y Diskxpress de Gran Bretaña.

    El nuevo sistema presentado por Laserlok está diseñado sobre tres niveles. El primero permite a los usuarios pasar los datos

    que contiene el CD al disco rígido de su computadora, pero la información sólo puede ser recuperada cuando el CD-ROM

    original está en el lector (drive) de la computadora. Esto detiene la copia del programa en floppy disks y su distribución

    posterior. Los otros dos sistemas funcionan del mismo modo pero están diseñados especialmente para que no pueda copiarse

    un CD-ROM a otro o contra quien posea máquinas profesionales para copiar en serie (en las que se utilizan CDs en blanco

    comunes, los de color plateado).

    Laserlok utiliza una combinación de software y un especial proceso de copiado original (mastering) para que el copiado

    pirata sea prácticamente imposible. Cada CD-ROM posee su propio y único sistema de seguridad.