Martinez de Hoz se defiende

    En su edición del 14 de setiembre, MERCADO publicaba una extensa entrevista con el entonces ministro de Economía. A lo largo de la charla, que repasaba prácticamente toda la agenda económica del país, José Alfredo Martínez de Hoz decía cosas como las siguientes: “Creo que se interpretó mal una frase del discurso del 2 de abril de 1976. En esa oportunidad dije que la economía argentina era básicamente sana, y de allí algunos concluyen que no he deseado introducir reformas profundas en ciertas estructuras, sino que sólo hemos hecho retoques monetarios o medidas circunstanciales”…

    “Todo el programa económico apunta a atacar en forma global y coherente todos los defectos de la estructura productiva, de comercialización y de servicios del país.”

    “Se me criticó y se me sigue criticando por la liberación gradual del mercado cambiario. Hay quienes opinan que debió realizarse una política de shock, pero estoy convencido de que fue mejor la aplicación de una política gradual.”… “Una de las personas que me critica públicamente dijo que debía haber hecho una gran devaluación el primer día y simultáneamente criticó la recesión. Ese

    señor no se daba cuenta de que decía dos cosas contradictorias y que estaba mal informado. La recesión en la Argentina comenzó en 1975.”

    “Otro cambio fundamental fue la liberación de los precios… se fomentó la competencia, que es el marco natural en que deben evolucionar los verdaderos empresarios.” “Otra fue la reforma financiera, con su pilar fundamental, la liberación de las tasas de interés. Era necesario canalizar el ahorro interno hacia activos financieros, pero que quedaran en el país.”

    “La acumulación de stocks a fines de 1977 fue enorme, y se trató de una gran apuesta a la inflación.

    La solución era vender apenas advertido el error, aun con una pequeña pérdida que podía compensarse con el mayor volumen. Sin embargo, muchos se empecinaron en mantener stocks con costos financieros cada vez más altos. No hubo capacidad de respuesta, lo que no es extraño luego de 30 años de inflación.”

    “Respecto de las empresas del Estado, hemos mejorado su eficiencia productiva… Estamos subcontratando servicios y llevando adelante una privatización periférica. Lamentablemente parte del gasto se ha reducido porque los bajos sueldos han provocado el alejamiento de personal muy bueno

    y capaz. Eso se está revirtiendo, porque es absurdo pedirle eficiencia al sector público y no poder pagar lo que corresponda.”… “Ahora se abre una etapa en la que el Estado deberá decidir qué va a hacer con las empresas de servicios públicos y las industriales… La intención es que todo aquello que no es indispensable para el Estado debe ser privatizado.”… “Hay un hecho concreto que existe, guste o no guste: las empresas de servicios públicos que fueron alguna vez privadas y luego pasaron al Estado por medio de compras, expropiaciones o confiscaciones, en ninguna parte del mundo volvieron al sector privado… Creo que es irreal plantear la venta al sector privado de los ferrocarriles o del servicio público de electricidad; sí se pueden privatizar servicios auxiliares.”

    “En relación con el proceso inflacionario, hay cinco elementos fundamentales que forman un círculo vicioso: el índice de precios, la tasa de interés, la tasa de cambio, las tarifas de los servicios públicos y los salarios. A veces algunos funcionan como causa y otras como efectos… Lo cortamos a nivel del tipo de cambio, de tarifas de servicios, y a nivel de salarios la situación está controlada… Quedan sólo el índice de precios y las tasas de interés. La pregunta es: ¿cuál debe bajar primero? Los banqueros señalan el índice de precios, los industriales y comerciantes dicen que no pueden bajar los

    precios hasta que no bajen los intereses, por el nivel de deuda y de servicio de la misma. Es el perro que gira permanentemente mordiéndose la cola.”