En 1987, con la adultez que dan los 18 años de vida, MERCADO decidió traducir en un recuerdo palpable la distinción que, a partir de 1971, había otorgado a quienes se elegía como “empresarios del año”. El galardón consistió en una “M” de plata, una pieza de orfebrería de sobria y elegante resolución.
El criterio de selección que había acompañado al premio desde su institución -se decía en la nota publicada el 28 de mayo- “apunta a distinguir a quienes, a través del esfuerzo y el ejemplo de una vida, trascienden el ámbito de su propia empresa para convertirse en personalidades sobresalientes, en referentes obligados del quehacer nacional. Algunos de esos empresarios de raza ya no están entre nosotros; sus nombres forman parte de una historia que aún está por escribirse: la de las victorias y los reveses de la lucha de la empresa privada argentina por avanzar, sortear obstáculos y
crecer, en un entorno difícil y con frecuencia abiertamente hostil”.
“Para MERCADO la elección del ´Empresario del Año´ ha sido siempre un tema de máxima seriedad. La selección de los candidatos a recibir la distinción se ha cumplido invariablemente en forma escrupulosa, extremando las precauciones en cuanto a independencia de criterio, evaluación a fondo de cada caso y respeto por las rígidas normas que nos impusimos a nosotros mismos.”… “A lo largo del año, el Comité de Selección va reuniendo todos los antecedentes para la decisión final. Como es natural, se evalúan los logros de cada empresa, su crecimiento, su contribución al desarrollo del país, las inversiones realizadas, la capacidad de innovación, la incorporación de tecnología, la creación y el
mantenimiento de fuentes de trabajo, la proyección hacia mercados del exterior, etc. En términos generales, hemos orientado nuestro perfil del Empresario del Año hacia el sector industrial, y hemos puesto el acento en empresas que crecieron con el aporte de capital nacional. En ciertas oportunidades, como ocurrió en su momento con Federico Zorraquín, Rodolfo Constantini y Héctor
Massuh, quisimos estimular a los más jóvenes, para dejar constancia de que el dinamismo de quienes sobresalen en las nuevas generaciones no pasa inadvertido.”
La entrega de las “M” de plata dio ocasión para una fiesta que se realizó en el Alvear Palace Hotel, donde Amalita Fortabat colaboró con la labor de los fotógrafos arriando a los empresarios galardonados hacia el escenario para someterse a la acción de los flashes.
La nota de MERCADO registraba asimismo una serie de anécdotas y comentarios que, a través del tiempo transcurrido, adquieren en algunos casos el valor de curiosidades.
“Uno de los más aplaudidos de la noche fue Enrique Menotti Pescarmona (IMPSA), actualmente residiendo en Estados Unidos. A don Enrique se lo vio muy feliz. Y tenía sus motivos: uno, por el premio, y otro, porque hacía instantes se había enterado de que su empresa había ganado una
licitación -junto con Siemens y Sulzer- para la construcción de una central hidroeléctrica en Chile, por un valor de US$ 50 millones.”
“Un comentario interesante fue el realizado por Adolfo Navajas Artaza (Establecimiento Las Marías): ´Estoy indignado por los avisos que últimamente se ven por televisión. Son de mala calidad y mal gusto´.”
“Héctor Massuh, que llegó tarde, se excusó diciendo: ´El ministro no me largaba´. Pero no dijo de quién se trataba. ¿Alguna aprobación de obra o algún ofrecimiento, quizá?”
“Ricardo Gruneisen aplicó un magnífico poder de síntesis para definir el papel del Estado dentro de la sociedad económica. ´Debe ser como un referí en un partido: participa, pero sin jugar.
“La distinción de MERCADO se siguió otorgando hasta 1990. Los elegidos fueron:
1971 – Manuel Gurmendi (Aceros Gurmendi)
1972 – Carlos E. Dietl (Pasa Petroquímica)
1973 – Silvio Gagliardi (Celulosa Argentina SA)
1974 – Agustín Rocca (Techint)
1975 – Federico J. Zorraquín (Ipako)
1976 – Raúl Dante Verzini (Corcemar)
1977 – Rodolfo Constantini (Frig. Rioplatense)
1978 – Adolfo Navajas Artaza (Las Marías)
1979 – Héctor F. Cappozzolo (Arbol Solo)
1980 – Amín Massuh (Massuh SA)
1981 – Amalia L. de Fortabat (Loma Negra)
1982 – Pascual Mastellone (La Serenísima)
1983 – Enrique Pescarmona (IMPSA)
1984 – Francisco Macri (Sevel)
1985 – Héctor Massuh (Massuh SA)
1986 – Ricardo Grneisen (Astra)
1987 – Guillermo Alchouron (Pte. Sociedad Rural Argentina)
1988 – Gonzalo Aguilar (La Buenos Aires)
1989 – Eduardo Bakchelián (Gatic)
1990 – Francisco Soldati (Soc. Com. del Plata)