La filial local de una de las instituciones más antiguas del mundo en formación tecnológica firmó un convenio de cooperación con Telefónica, luego de desarrollar el plan de reconversión educativa en la agencia de noticias Télam.
En estos tiempos, la capacitación es una de las herramientas fundamentales a la hora de definir el rumbo de las empresas, propias y ajenas. Especializada en estas lides, la Asociación ORT Argentina fue la encargada de poner en marcha -entre otras iniciativas- el plan de Reconversión Educativa en la agencia de noticias Télam. Se hizo cargo, también, de la organización del Centro de Capacitación que Telefónica Argentina está construyendo en la localidad de Ciudadela.
“La reconversión educativa apunta no sólo a obtener la capacitación para operar las nuevas tecnologías, sino a lograr un cambio cultural dentro de la empresa”, explica Héctor Pueyo a la hora de definir su tarea como Director de Cooperación Técnica.
En el caso de Télam, se preparó a un total de 340 personas para el manejo de nueva tecnología. La agencia estatal de noticias reemplazó la red de teletipos por comunicación satelital, gracias a lo cual actualmente llega a 250 antenas satelitales y redes de computadoras, además de trabajar con procesamiento digital de imagen.
DESDE LA RUSIA DE LOS ZARES.
La Asociación ORT es una de las más antiguas instituciones no gubernamentales de educación tecnológica del mundo. Fundada en 1880 en la Rusia de los zares, tuvo como primer objetivo la enseñanza de la agricultura y la artesanía. “En ese momento sirvió para brindar una posibilidad a las
poblaciones marginadas. Luego de las guerras mundiales, se producen migraciones, grandes cambios industriales, y es necesario enseñar algo más que agricultura”, comenta Pueyo.
La sede formal está en Suiza, y existen cerca de 750 centros educativos en 40 países, bajo diferentes formas: entre otras, escuelas industriales y escuelas técnicas de nivel medio y superior no universitario.
“Funcionamos en el mundo como una federación. ORT se inserta dentro de cada sistema legal, en las normas de los distintos sistemas educativos, y en las necesidades que tiene cada país. Estudiamos cuáles son las demandas insatisfechas en cuanto a la formación de jóvenes, y creamos carreras”,
describe Héctor Pueyo.
En la Argentina la institución desarrolla actividades educativas desde 1936. En la actualidad cuenta con dos escuelas secundarias, con un total de 4.000 alumnos, y dos institutos terciarios, a los que asisten 2.000 estudiantes. Los secundarios tienen un ciclo básico técnico común, de tres años de duración, pero muy distinto de los tradicionales.
“En el último año del ciclo básico los chicos pasan por un taller que se llama de tecnología integrada, donde estudian robótica, máquinas controladas por computadoras, sistemas de producción flexible, controladores lógicos programables, todas las tecnologías modernas que se aplican en las industrias
de avanzada. En vez de dibujo a mano, ellos hacen dibujo asistido por computadora. La escuela los está formando para el futuro, no para el pasado”, se entusiasma Pueyo.
Para ingresar a una Escuela Técnica ORT se requiere pasar por un ciclo de admisión que dura aproximadamente dos meses. Para Héctor Pueyo, los exámenes de ingreso “son una fotografía instantánea donde muchos chicos que no son fotogénicos salen mal, y sin embargo son lindos.
Durante el ciclo, los chicos aprenden a integrarse con las autoridades, con la geografía de la escuela, con los compañeros que van a tener. Se diluye la transición abrupta entre la primaria y el secundario”.
PARA ELEGIR.
Una vez en el ciclo superior, se puede elegir entre diversas especialidades, la mayoría inéditas en las escuelas argentinas de nivel medio: electrónica, informática, construcciones, química, medios de comunicación (tecnología y operación), diseño industrial y producción musical.
“La cultura no se incorpora a través del relato, sino por el ejercicio de la cultura”, afirma Pueyo. “Por eso acá hay un equipamiento muy grande en todas las carreras. En medios de comunicación hay un aula de diseño gráfico, un laboratorio de diseño asistido por computadora, varios estudios de radio,
con sala de transmisión y sala de control, y un estudio de televisión que quisieran tener muchos canales profesionales. Incluso algunas emisoras de cable mandan a su gente a capacitarse aquí.”
Otro concepto novedoso es el de arquitectura escolar específica. “Nosotros recreamos los ámbitos típicos de cada especialidad. La arquitectura que corresponde a diseño industrial tiene que ver con lo que es una industria. La arquitectura de musicalización tiene que ver con los estudios de sonido.
Pensamos que los alumnos tienen que formarse en réplicas de lo que va a ser su actividad posterior.”
En el nivel terciario, la gama de especialidades abarca control industrial, producción de televisión, análisis de sistemas, diseño industrial y un master en informática. Además, existe un convenio con la Universidad de Oxford que permite a los estudiantes acceder a un título de la legendaria institución
británica.
Al concluir la carrera, los alumnos deben preparar un trabajo final que consiste en resolver la problemática real presentada por alguna empresa. Equivalente a la clásica tesis, el trabajo debe ser defendido ante profesionales externos a ORT.
Pueyo se refiere al concepto de escuela industrial, dentro del sistema educativo. “Durante muchos años, en la Argentina y en el mundo, la idea fue que +a los chicos que no les da mucho la cabeza mandémoslos a hacer cosas con las manos´. En ORT creemos que no se puede hacer nada que primero no se pueda conceptualizar. Fundamentalmente, queremos que el alumno aprenda a través de su propia experiencia.”
Josefina Giglio.
LA INDEPENDENCIA.
Para Héctor Pueyo, “la idea fundacional de ORT fue sintetizada por un pensador francés contemporáneo, Daniel Mallerd: solidaridad, dignidad e independencia. Solidaridad entre los pueblos y las personas, dignidad entre el que da y el que recibe, y la búsqueda de la independencia como el verdadero paradigma de la educación. Educar es permitir que alguien pueda valerse por sí mismo, es haber obtenido la independencia”.
UNA CUESTION CULTURAL.
En la Argentina, ORT ha participado en el diseño y puesta en marcha de un sinúmero de proyectos, tanto en planes de estudio de niveles medio y terciario como en la capacitación del personal de distintas empresas.
En 1993, desarrolló en conjunto con Unicef y la Municipalidad de Buenos Aires un programa para la formación de madres jardineras y cuidadoras en áreas carenciadas. Con el aporte de la Fundación Antorchas y de la Comunidad Europea, se formó el Centro Materno Infantil (en el límite entre el barrio de Barracas y lo que se conoce como Villa 21) que fue transferido a la Municipalidad una vez formadas las madres y capacitado el personal.
Durante 1993, en el Chaco, y con el apoyo del gobierno provincial, se puso en marcha una experiencia para tratar de reducir la deserción escolar en las escuelas de la periferia de Resistencia.
“Se dice que la deserción es un problema educativo y económico. Es cierto, pero nosotros decidimos encararlo a partir de la tercera variante, que es la cultural. Cuando uno ve dos sociedades con el mismo grado de necesidad económica pero con una concepción cultural distinta acerca de la confianza que tienen en la educación como salida para sus hijos, vemos la diferencia en el esfuerzo que una y otra hacen para enviar a sus hijos a la escuela”, dice Pueyo. “Nosotros creemos que siempre el problema es cultural; por supuesto que después se potencia. Lo que hicimos fue cambiar la imagen que tenía la escuela para los padres de esos chicos.
La experiencia se puso en práctica en seis escuelas con casi 6.000 alumnos. “A los seis meses, los chicos de 18 años tenían un oficio mejor remunerado y más estable que los padres; entonces se dieron cuenta de que valía la pena mandarlos a la escuela”.
En el caso de la reconversión en recursos humanos que se aplicó en Télam, Pueyo destaca que “se logró una participación no ficticia sino real; la gente misma definió cuáles eran las necesidades de capacitación que pensaban que debíamos brindarles”.
Con respecto al acuerdo firmado con Telefónica, Pueyo explica que “es un convenio marco. Ellos quieren nuestra colaboración para dotar al Centro de Capacitación que están construyendo en Ciudadela de algunas de las dinámicas y los enfoques que pudieron ver en nuestras escuelas. Y parte
de los mejores alumnos que egresen de aquí, previa selección, podrán integrarse en Telefónica”.
La beca del Institute of Canadian Bankers.
UN ARGENTINO EN BANFF.
Según sus propias palabras, Gabriel Capdevila no llegó a comprender hasta que punto cambiaría su vida la lectura de un ejemplar de Los bancos en el mundo. Apenas descubrió el aviso que invitaba a los lectores a postularse a una beca de perfeccionamiento en Canadá, preparó sus antecedentes y los
envió entusiasmado, sabiendo que la oportunidad era para un único candidato.
Diez meses después, en enero de 1992, una carta firmada por Gustavo Ferrari, coordinador de la escuela de capacitación bancaria de ABRA, le comunicaba que esa entidad y el ICB (The Institute of Canadian Bankers) lo habían favorecido en la selección.
Junto con la carta recibió un listado de los cursos a dictarse en distintas ciudades de Canadá. La elección no fue difícil. Dado su perfil -Capdevila se desempeña como asesor empresarial con responsabilidad en una cartera internacional propia en la sucursal Buenos Aires del Deutsche Bank AG- le habían recomendado dos: el de Bank Strategic Management (BSM) y el de Bank Financial Management.
Una entrevista con Peter Casquinha, senior deputy director del ICB, influyó en la opción final: el curso de gestión estratégica de bancos en Banff (Alberta). Hacia allí partió el 15 de agosto de 1992.
“El verano canadiense me recibió con 50 centímetros de nieve y diez grados bajo cero. En el primer momento creí que había tomado el avión equivocado”, sonríe.
Durante los preparativos, Capdevila imaginó que compartiría los nueve días de la beca con jóvenes de una edad similar a la suya, 26 años. “La realidad fue otra. Se trataba de un curso de posgrado y apuntaba a profesionales de la dirección bancaria. Eran 24 participantes, todos ellos canadienses y con un grado de preparación sumamente elevado. Representaban a los seis bancos más importantes del país”.
La edad promedio rondaba los 39 años, en su mayoría eran FICB (Fellows of the ICB), y muchos de ellos contaban con un master. Los dos expositores, por su parte, eran destacados profesores de universidades de primer nivel, como la Harvard norteamericana y la Calgary canadiense.
“El objetivo del programa -explica Capdevila- era experimentar, detectar oportunidades inesperadas o una crisis financiera, explorar a modo de laboratorio las consecuencias de nuestras estrategias y, fundamentalmente, entender las dificultades existentes para coordinar operaciones y pautas en la
dinámica interconexión entre las empresas, el mercado y sus competidores”.
El ejercicio consistía en dirigir durante cinco años una compañía aérea norteamericana, en la que cada grupo debía representar al equipo de dirección: comprar y vender aviones, contratar y despedir empleados, modificar el precio de los pasajes y ofrecer distintos tipos de servicio.
El programa mostraba los balances semestrales, la posición con respecto de la competencia y la situación de activos. “Todo ello daba la pauta de la incidencia de nuestras decisiones en la empresa”.
Capdevila no sólo cuenta entre sus logros haber aprobado la calificación final, que se realizó a partir de la presentación de dos casos de preparación individual, la participación en clase y un examen de casi cuatro horas de duración. También reconoce que la calidez de los canadienses lo ayudó a
superar los embates del frío verano del norte y a capitalizar una experiencia invalorable: “me di cuenta de que invertir en capacitación es el mejor negocio. Es lo que hace posible transformar a un empleado de banco en un profesional de alta competencia”.
noticias.
Nuevas Opciones.
La Universidad CAECE incorporó nuevas carreras a su ya tradicional oferta educativa. Administración de Negocios, Comunicación Social, Comercialización y Marketing, y un Postgrado en Psicopedagogía son las flamantes opciones para todos los interesados a inscribirse en 1994.
CAECE, que funciona desde 1967, brinda la posibilidad de obtener licenciaturas y títulos intermedios en las áreas de Matemática, Informática, Ciencias Biológicas y Ciencias Pedagógicas.
Los planes de estudio de la Licenciatura en Comunicación Social, por ejemplo, contemplan dos títulos intermedios como Asistente (a los dos años) y Técnico en Comunicación (a los tres). La formación académica abarca aspectos teóricos -como legislación, ética, filosofía y semiótica- y de producción como Laboratorio de Imagen, Producción Audiovisual (TV y video), Radio y Periodismo
escrito.
La carrera es dirigida por el rector de la Universidad, asistido por un Consejo Consultivo, integrado, entre otros, por Gregorio Klimovsky, Juan José Sebreli, Julio María Sanguinetti y James Neilson.
Para mayores informes, llamar al 381-3229/4426/6422.
Master en Comunicación Institucional.
Se dictará en la Universidad de Ciencias Empresariales (UCES) el primer Master en Comunicación Institucional, a partir del segundo trimestre de 1994, y con una duración de dos años.
Organizado por el ICOMI (Instituto de Estudios de la Comunicación Institucional), el postgrado se basa en el concepto de comunicación institucional como una mayor transparencia en la gestión de las empresas y su imagen pública; no sólo como una mera venta de productos o servicios.
Para mayores datos, secretaría del ICOMI: teléfonos 42-0228, 814-1144 y 815-3287.
Escuela de Gerentes.
A partir del 24 de febrero se pondrán en marcha los cursos de la Escuela de Gerentes, organizados por Consultores de Capacitación y Organización (Concap). Destinados a jóvenes de 18 a 30 años, la propuesta es desarrollar un estilo de líder consolidado en los distintos aspectos que actualmente son
exigidos por las empresas.
La coordinación está a cargo de María del Carmen Yarke, y el cuerpo de profesores está integrado por Claudio Penso, Daniel Schulman y Héctor Larocca. La duración es de 24 semanas, y abarcará los siguientes temas: Introducción al Management, Alta Gerencia en la década del ´90, y Marketing
estratégico del Management.
Se prevé la utilización de videos, así como también un interacción grupal para el análisis de casos y problemáticas de compañías reales. Solicitar entrevistas al 476-2081, 375-1086, y 383-3887/1227.
La UCA a Puerto Madero.
La Universidad Católica Argentina se traslada a los docks 9, 10, 11 y 12 del dique 2 de la zona Antiguo Puerto Madero. La primera parte de las instalaciones -finalizadas las obras de reciclado y modernización- será inaugurada en abril, y en el dock 10 funcionarán las facultades de Ciencias Económicas y Sociología, y de Derecho y Ciencias Políticas, a las que, se calcula, asistirán más de dos
mil alumnos.
FUBA 1994.
El Centro de Estudios Avanzados de la Universidad de Buenos Aires anunció el inicio de la Maestría en Política y Gestión de la Ciencia y la Tecnología. La carrera tiene por objetivo formar especialistas en el diseño y ejecución de políticas científicas y tecnológicas, y en la gestión de aplicación de tecnologías en empresas y entidades de investigación.
El programa está estructurado en dos años académicos, y puede cursarse en tres años por aquellos alumnos que no lo hagan en régimen de dedicación exclusiva. Los participantes deben ser graduados universitarios en carreras de no menos de cinco años de duración. Informes en Uriburu 950, 1er piso,
teléfono 963-6958/59/60/91.
Videotecas Médicas.
La Fundación Stern, responsable de la puesta en marcha de la Videoteca Central de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, invita a las empresas a auspiciar la creación de nuevas videotecas médicas en instituciones de salud. Este proyecto está sustentado en la posibilidad de
incluir en los videos mensajes publicitarios exclusivos y permanentes del auspiciante, con los cuales se podrán solventar los costos que requiere el emprendimiento.
La propuesta cuenta con el apoyo del Consejo Directivo de la UBA, y del Secretario de Ciencia y Tecnología de la Nación, Raúl Matera.
Equipos para la UTN.
Dupont donó equipos de computación a la Universidad Tecnológica Nacional (UTN), para instalar un centro de procesamiento de información destinado a la capacitación de alumnos de la carrera de ingeniería.
Se trata de dos computadoras Hewlett Packard 3000 serie 70, generación 1980, con capacidad de 64 Megabytes de memoria cada una, que permiten trabajar hasta a 128 usuarios por unidad.
Los equipos serán destinados a las facultades Delta de Campana y Regional de Santa Fe de la UTN, para formación y docencia, en cursos regulares y de postgrado.
Master en Gestión en la UCES.
Se encuentra abierta la inscripción para el Master en Gestión de Negocios y Formación Profesional para la Integración Latinoamericana que dicta la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales.
Las clases comenzarán en abril y se dictarán a lo largo de diez meses. Informes e inscripción, Av Rivadavia 1479, 1er piso. Tel: 383-7771/ 0204/5437.
Introducción a D.O.S.
Price Waterhouse anunció las fechas para el dictado de sus cursos D.O.S. Nivel Introductorio. Serán los días 15, 16 y 17 de marzo, de 18 a 21 horas, y el 28, 29 y 30 de marzo de 9 a 13 horas. Se recibirán un máximo de 12 inscripciones debido a la intensidad de las prácticas.
Por otra parte, entre el 15 y 18 de marzo se realizarán cursos de dBase III Plus, Nivel Introductorio.
Entre el 22 y 25 de marzo se desarrollará el Nivel Avanzado. Mayor información, en Esmeralda 130, Piso 14. Tel: 394-1037/ 1073.