Jesús G. González, director nacional
de Construcciones Portuarias y Vías Navegables, quien se
encuentra también a cargo de la Secretaría Ejecutiva
del Comité Intergubernamental para la Hidrovía,
conversó con MERCADO acerca de las perspectivas y obstáculos
que enfrenta el proyecto de la Hidrovía.
– ¿El impulso a la Hidrovía Paraná-Paraguay
es compartido en igual medida por las cinco naciones?
– Puedo asegurar que los cinco países están
interesados y que existe una dinámica poco usual en el
campo de las relaciones diplomáticas. Creo que este impulso
está en buena parte determinado por la presión de
armadores y productores, en particular, esto se nota mucho en
los estados centrales de
Brasil, como Mato Grosso y Mato Grosso do Sul.
Este es el primer proyecto de integración
realmente importante y concreto que se efectúa en el Cono
Sur. Los gobiernos ya empezaron a ver en este proyecto, más
que una vía de exportación, un camino hacia la integración.
– Si este proyecto fracasara, ¿significaría
la frustración del Mercosur?
– Lo afectaría, pero no significaría
el estancamiento del Mercosur. Indudablemente habría otras
alternativas, pero sería un paso atrás importante.
La Hidrovía ha sido un gran avance porque se han superado
desconfianzas de más cien años entre los países.
– ¿Cuál es el grado de participación
privada?
– El sector privado ya ha realizado inversiones por
alrededor de US$ 200 millones, sobre todo en silos, puertos y
barcazas. Indudablemente, habrá aportes iniciales de los
gobiernos, mientras todo se vaya poniendo en marcha. Este será
un "colchón" de tres a cinco años. La
participación de los
gobiernos irá disminuyendo gradualmente.
R. P.